- 22 de marzo 1953, 7:45 am-No pude pegar el ojo en toda la noche, mi mente estuvo en todo momento en aquella carta que me fue entregada
No llore, no lo conté, ni siquiera hable
Aruma me hizo preguntas que no conteste, después de un rato ella se canso y simplemente se cómodo a mi lado mientras abrazaba mi pechoNo tuve el valor de retirarla hasta que sentí que se quedo profundamente dormida, salí de la cama que ahora compartiremos y me escabullí a la sala con la carta en mano
Esto no puede ser cierto
En mi mente repasé cada palabra de esta y a pesar de que sentía un dolor inmenso, un dolor como el que nunca había sentido no llore, me dedique a mirar por la ventana confundido, extremadamente dolió y con el sentimiento de estar vacío por dentro
En cuanto los rayos del sol comenzaron a salir decidí ir a buscarlo a su cada
Todo esto debe de ser una mala bromaEspere a que fuera una hora medio prudente, me quite el pijama para colocarme ropa de calle y me encamine a su casa con la carta en mi bolsillo trasero
Al llegar mi corazón martilleaba con fuerza, con miedo y la esperanza de encontrarlo desayunando en su comedor con su acostumbrado jugo de naranja
Al tocar la puerta no tardaron mucho en abrirme
-Aris, mi niño! Como estas?-me pregunto la señora Xóchitl con una sonrisa-pasa, quieres desayunar algo?- me adentre en la casa siguiendo su paso
-no, yo vine a buscar a Temo- dije rápidamente
Ella me miro con tristeza
-quieres sentarte?
-ya se fue a la fonda?, puedo ir a buscarlo-le dije señalando la salida
-no, el no esta en la fonda-me respondió
-entonces en la frutería?
-no Aristoteles, Temo no esta...aquí-me dijo con cautela
-donde esta?-mi corazón martilleaba de una manera dolorosa comencé a sentí que mis ojos picaban horrible ante la idea de lo que dice la carta sea cierta
-Aris...
-donde esta?-dije casi en un susurro, las palabras ya no salían
-se fue hijo, Temo se fue del pueblo- fue todoSentí como si mi mundo entero se cayera, sentí el dolor mas horrible que eh sentido en toda mi vida
Las lagrimas comenzaron a brotar sin aviso, eran pesadas y cada una de ellas dolía, quería gritar, quería patalear , quería que me dijeran que todo esto era una broma de mal gustoLa madre de Temo me abrazo intentando calmar mi llanto
-necesito hablar con el, necesito verlo-le dije con mi voz interrumpida por las lagrimas
-lo siento mucho Aris, pero el nos pidió que no dijéramos nada de a donde iba, tampoco el como poder contactarse con el....nos hizo prometerlo mi niño-me explico con una mirada triste
Se notaba que enserio le afectaban mis lagrimas tanto que ella soltó unas cuantas al ver mi reacciónIntentaba calmarme pero era inútil, yo solo lloraba y lloraba, me hizo sentarme sobre el sillón de la sala pues mis piernas comenzaron a flanquear amenazando con dejarme caer al suelo
Ella me abrazo mas fuerte intentando consolarme pero era inútilmi ojitos se fue, es cierto...lo perdí.
-26 agosto 1954, 8:45 am-
-Basta Aruma, no tienes por que gritar!-le alce la voz, me tiene cansado con sus constantes reclamos de por que llego tarde a casa los jueves, justo ayer llegue pasada las 2 de la mañana
-con quien estabas Aristoteles!?, de seguro andabas con alguna prostituta, tu ropa huele a perfume barato!-me reclamo
Pellizque el puente de mi nariz mientras me servia una taza de café
-no Aruma no estuve con una prostituta, y no huele a perfume barato huele al aromatizante de la zapatería , deja de ser tan paranoica
-crees que soy tonta?, crees que no se que te vas al maldito bar de don Armando?!, de seguro vas con las putas que trabajan ahí-estaba furiosa como cada que llego tarde
-piensa lo que quieras!-estaba cansado, casi no dormir y es muy temprano, tengo que ir a trabajar
-que quieres que piense ah?! Si llevamos mas de un año casados y tu jamas me haz tocado! Ni una sola vez, solo me besas cuando hay personas enfrente y aquí en la casa actúas como si no existiese!-me reclamo
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El Cuento del Abuelo
Fanfiction"-un gusto señora Antonieta y Aristoteles-sonrió tímidamente y pude ver la sonrisa de su madre en el,el parecido entre ellos es increíble-mi nombre es Cuauhtémoc, pero pueden decirme Temo-seguía sonriendo y yo me quede tan atento a su sonrisa que no...