Cap 1

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ACLARACIONES:

AQUÍ MO RAN SI TUVO SUS DOS VIDAS, PERO LA CALAMIDAD ES DISTINTA.

RU FENG SIGUE EXISTIENDO, PERO BAJO EL MANDO DE NANGONG SI.

SHISHENG PEAK ESTA BAJO EL MANDO DE MO RAN

NUEVO PERSONAJE: - LIU HONG

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— anciano... ¿está seguro de que esto funcionará?

— No es la primera vez que hago algo como esto—el anciano tomó la píldora en un frasco pequeño y se lo dio al al joven maestro que llevaba una capa que cubría la mitad de su rostro— sea cuidadoso y espero un día completo para que haga efecto, solo ahí podrá hacer... eso.

El joven encapuchado asintió tratando de hablar lo menos posible. Prestó atención a las indicaciones del viejo médico de Guyueye antes de poder salir. Estaba nervioso y su corazón latía frenéticamente incapaz de creer lo que estaba a punto de hacer.

Esa misma tarde volvió a Shisheng Peak apresurando su camino volando sobre su espada para recortar el tiempo. Al llegar fue directamente al Pabellón del Loto Rojo. Contuvo la respiración cuando noto la silueta familiar que se movía blandiendo su espada con el cabello recogido y al notar la presencia de alguien mas se detuvo y espero a que el joven se acercara, con su pañuelo se secó las gotas de sudor que caían por su frente.

— Volviste...

— ¿Shizun está feliz de verme?

Chu Wanning estaba por responderle, pero su cuerpo se tensó por un agarre firme en su cintura.

— El líder de secta no debe estar aquí mucho tiempo.

Mo Ran selló sus labios entreabiertos empezando un juego con sus lenguas y el calor del otro mezclándose.

— Extrañaba a mi Wanning

Susurro cerca de su lóbulo lamiendo la zona sensible detrás de su oreja. Sus manos ya cumplían la labor de soltar las prendas de su Shizun. Chu Wanning tenía las mejillas acaloradas y sus orejas rojas, acababa de tener un entrenamiento que lo había dejado exhausto que le debilitaron las piernas, o quizá era que el cuerpo caliente y bien formado de su discípulo lo volvía débil entre sus brazos. Se aferró a la ropa del otro dejando que su propia ropa sea desprendida hasta la mitad revelando su torso y hombros.

Los dientes de aquella bestia comenzaron a morderlo y marcar su piel con manchas rojizas y violetas

Mo Ran fue débil ante la carne puesta ante él que casi olvida el verdadero propósito por la cual fue al Loto Rojo.

Con el dolor en su parte baja se separó y quitos sus labios de los botones ahora rojos e hinchados de Chu Wannig dejando a este confundido al principio.

— Olvide que tenía que reunirme con el viejo Liu Hong apenas llegara.

Lamió sus labios y vio a Chu Wanning mirándolo sin entender. Como era posible que el mismo Mo Ran fuera el primero en detener una sesión tan apasionada de besos. Los ojos fénix pasaron de la duda a un estado de agravio.

— Es cierto... shizun, traje algo para ti —sacó un pequeño frasco donde había una píldora dentro.

Chu wanning solo lo vio por un segundo pero su mirada bajó un poco más donde el bulto de Mo Ran se notaba a pesar de la ropa que llevaba.

— ¿No duele?

El perro que hacia lo posible por aguantar su celo siguió la mirada de Chu Wanning dándose cuenta de que no era bueno en ocultar su deseo. Nada nuevo, pero ya creía que despues de tanto tiempo podría manejarlo.

— Estoy bien, no puedo retrasarme mucho tiempo —extendió el frasco para que la tomara— es bueno para reforzar tu nucleo espiritual y para el culltivo. Solo es una porque es muy efectivo. Debes tomarlo en seguida

Dedujo las preguntas de Chu Wanning antes de ayudarlo a acomodar sus ropas y retirarse. No debía tener ningún tipo de acto sexual con él hasta despues de un dia de que haya tomado la píldora.

Por otro lado, chu wanning no reaccionó ante su huida y se quedó mirando la figura alejarse, luego vio la píldora examinándolo. Con un resoplido sacudió sus mangas y entro a su habitación. Aún no había caído el sol por lo que no había necesidad de encerder algunas velas.

Se fue a bañarse dejando el frasco sobre la mesa a un lado de la cama. No pensaba tomarla, no era necesario, aunque apreciaba el gesto algo le decía que todo era muy raro. El comportamiento del líder de la secta era extraño.

En los últimos meses había obtenido algo más de confianza en sí mismo. Mo Ran le repetía lo hermoso que era en cada sesión de amor entre ellos, tantas fueron las veces que decía eso que llegó a creérselo y por fin podía ver en el espejo la buena figura que no veía antes.

Pero hoy...

Estaba acostumbrado de recibir sus hambrientos labios y luego terminar en la unión de ellos en la cama, además no se habían visto por dos semanas, y aunque no lo admitiera, extrañaba el cuerpo ajeno y tan familiar a la vez tomándolo por detrás y succionando su piel. Pero hoy... hoy no pudo recibir nada.

Las sombras negras de sus antiguos pensamientos volvieron mientras salía de su baño envuelto en solo una bata blanca y deteniéndose en el espejo que estaba a un rincón de su habitación. Vio aquel reflejo y el pensamiento de "ya no soy joven" apareció. Quizá en su viaje conoció alguna belleza que lo hizo apartarse de él. Quizá ya se cansó de un cuerpo del que no había nada que tocar. Quizá lo hicieron tantas veces que se cansó de la rutina y decidió experimentar con otras personas.

Ahora Mo Ran era un líder de secta, tenía que preocuparse por tener una esposa que le dé un heredero.

Su cuerpo pareció debilitarse, estaba cansado. Se sentó en el borde de su cama aferrándose a su prenda con el dolor en su pecho. Miro el frasco delante de él, lo sostuvo y después de un rato lo abrió sacando la píldora. Estaba molesto, pero creyó necesitar tomarlo, se sirvió una taza de te y lo hizo.

No sintió nada raro y a pesar de que aún no caía la noche decidió descansar con la molestia en su pecho.

Mo Ran no se perdió de nada. Observó a través de la ranura en su ventana lo que sucedía dentro. Su shizun parecía molesto, quiso entrar pero sabía que no podría contenerse teniéndolo cerca. Solo pudo irse cuando la píldora ya estaba en Chu Wanning.

Al llegar al gran salón, los discípulos lo saludaron y un hombre anciano se acercó a él con una reverencia.

La sensación de ser recibido asi le recordó al WuShan hall de su vida pasada, aun no se acostumbraba a ser el líder de secta sin tener ese peso aumentado en su consciencia.

— El señor por fin regresó, ¿consiguió lo que buscaba? —dijo aquel anciano mirando directamente a Mo Ran.

— Mn. No se que vaya a pasar luego—palmeó el hombro del anciano— Liu Hong... ¿Contaré contigo mas adelante?

— Asi será.

Dicho esto Mo Ran se despidió para irse a su habitación para darse su propio baño y relajarse de su viaje. Mañana empezaría su plan "fabricando bebé".

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Esto es tan random. Perdón si hay fallas.

El sueño del fénix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora