Cap 6

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Uno sujetaba la muñeca del otro, aún si esto significaba una falta de respeto. No iba a dejarlo ir fácilmente.

— Suéltame.

Los ojos de fénix miró la mano que lo sujetaba de forma tan descarada. Él no había dejado que alguien más que Mo Ran sea capaz de tocarlo tan despreocupadamente.

Por el bien de Shi Mei se abstuvo de enfadarse.

La mano que era firme deshizo su agarre rápidamente. Ya había ganado su atención, pero ahora no sabía que decirle.

— ¿Qué decías?

Chu Wanning frunció el ceño. No quería quedarse para oír la respuesta. Él también lo sabía, pero necesitaba confirmar que su discípulo lo había descubierto.

En ese ambiente tenso solo se oía uno que otro insecto que cantaba o pasaba volando.

Shi Mei le sonrió junto a una ligera reverencia.

— Perdone a este discípulo por ser tan imprudente— aun con la cabeza inclinada prosiguió a excusarse— cuando shizun se desmayó, tuve que revisar su estado. Yo...

En aquel momento Shi Mei tuvo que acomodar a su shizun en la cama para que pudiera descansar, mientras él dormía, tocó con gentileza esas manos blancas y tibias que sería capaz de luchar con elegancia. Llevó dos dedos hasta los meridianos de su muñeca e hizo una revisión profunda de su estado.

Al principio creyó que su shizun no se había recuperado del todo desde la última gran lucha, pero su sorpresa fue mayor al descubrir que ese núcleo no estaba bien. Desconocía desde cuando lo tenía así.

Su rostro se puso pálido y lleno de confusión que lo tuvo que verificar varias veces.

— Vi que su núcleo estaba era muy débil y al parecer no está recuperado. Shizun no podrá soportarlo si usa incluso a Tian Wen.

Wanning no solo dejó que su discípulo viera el estado de su núcleo, sino que también había visto que ahora era más débil.

En su vida, no había pensado que sería descubierto de esa forma.

Había cometido muchos errores últimamente, quizá incluso desde más antes, solo que no era consciente.

Más bien, trató de no verlos.

No había avanzado como persona. Solo se mintió a si mismo diciendo que había abierto su corazón y que podía haber amor en sus ojos.

Aun sentía inseguridad y tampoco quería que los demás se dieran cuenta.

Todo seguía igual.

Sabía que estaba débil, pero dudaba de las palabras de Shi Mei. Había comprobado por sí mismo que estaba mejor, por eso salió de su reclusión.

Era cierto que no había usado su arma piadosa desde que se curó, pero no era imposible.

— No es así. Puedo usarlo.

Shi Mei levanto su rostro para mirar a su shizun un poco angustiado.

— Shizun, confie en mí. No puedo ni siquiera dejar que lo intente, es por su bien.

La luz dorada resplandeció unos segundos antes de desaparecer. La cara de Chu Wanning estaba en total confusión, sintió su abdomen ser desgarrado e hizo lo que pudo para soportar el dolor. Si hubiera dejado a Tian Wen unos segundos más, habría vomitado sangre sin duda.

— ¿S-Shizun?

Una mirada fría se posó sobre él advirtiéndole que no diga más. Tal reacción había sido la evidencia ante lo que había dicho el menor. No se resistió más, pasó al lado de Shi Mei y se detuvo justo al lado.

El sueño del fénix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora