Al señor Liu se le olvido el mantener la calma y el anonimato del nombre de Chu Wanning. No pensó que esta persona la conocería también, ya que estaba expuesto solo bajo la cabeza unos segundos para aclarar su mente.
— ¿Su señor es el líder de secta de Sisheng?
A diferencia del anciano, el más joven estaba totalmente tranquilo y actuando normal.
— Entonces... ¿sabe dónde fue?
Levanto su mirada para ver el bello rostro que tenía en frente. Dudaba de él todavía.
Escondió sus manos en su manga como todo un maestro, era mayor que esta persona pero no tenía habilidades ahora.
— Es mi shizun, no puedo obligarlo a decírmelo. No me dijo nada al respecto.
No podía perder más tiempo, si exponía lo que sucedía, no tendría perdón.
— Seguiré mi búsqueda, no puedo quedarme mucho tiempo. Gracias.
— Espere. Aun no respondió mi pregunta.
— No puedo decírselo.
Shi Mei sacó la fiel serpiente de su manga y aprovecho que el anciano estaba yendo en dirección de la puerta para soltarla, fue silenciosa pero la velocidad con la que se saltó provocó un silbido. El viejo pudo reaccionar debido a esto. Sin poder espiritual era imposible protegerse quedándole solo esquivarlo y azotar la sombra con su mano. No era alguien débil, si alguien atacaba aún podría defenderse con su cuerpo.
Aunque no pudo atrapar lo que volaba en su dirección, aun pudo saber que no era un objeto. No alcanzo a verlo claramente porque ese ser habia vuelto a la manga de su amo por fallar su ataque.
— Nada mal.
— ¿Quién eres en realidad?
— Antes de peguntar responda primero.
Estiró su brazo izquierdo amenazándolo con serpientes que solo mostraban sus ojos silenciosamente dentro de esa manga.
— Si desea el bien de su shizun no debería insistir.
Tras ese ataque la mano del anciano sangraba por el corte. No le temió a lo que estaba en esa manga. Siguió su camino hasta la puerta seguro de que no lo mataría ahí. El comportamiento de ese joven era extraño. Algo escondía y debía ir a avisarle a Mo Ran.
— Deja de buscar a mi shizun, no sé dónde fue, pero debe tener sus razones para estar huyendo. Si le sucede algo solo pensare que es tu culpa.
La voz de Shi Mei ya no sonaba amable, el cambio repentino le dio escalofríos por la espalda. Algo rozaba su cuello y cosquilleaba detrás de su oreja. Una serpiente. No se atrevió a girar su cabeza. Desde atrás parecía alguien sin temor que solo estaba parado a un paso de la puerta.
— Puedo matarte aquí y ahora, pero odio hacerlo en mi propia casa. Considérate afortunado por dejarte ir. No habrá una segunda vez.
En ese momento dejó de sentir al animal en su cuello. No respondió y aprovecho para irse de ese lugar. No sería él quien vuelva la próxima vez.
Shi Mei espero a que el otro estuviera lo suficientemente lejos para ir hasta un pasadizo de la casa donde había un sótano debajo de una tabla cuadrangular. Solo podía pasar una persona, el interior solo podía considerarse un almacén donde cabe tres personas echadas.
Quitó la tabla para ver el interior. Solo alumbrado con una vela estaba Wanning sentado en un rincón.
— Shizun puede salir.
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El sueño del fénix.
FanfictionMo Ran creía que su relación con Chu Wanning estaba yendo bien a pesar de los altibajos que tuvieron en un principio, pero aun así creyó que hacia falta algo que comprobara el amor entre ellos. La idea de Taxian-jun en su vida pasada resonaba en su...