En busca de la felicidad

El otro lado de la historia

ETHAN

Ver a Matt en el suelo con mis dos hijos a punto de llorar por no entender que sucedía con su padre me marcó demasiado, al punto que casi no reaccionaba, pero no podía permitir aquello. Yo era el adulto a cargo, debía de ocultar mis sentimientos lo suficiente para que los gemelos no se asustaran, a pesar de que el que estaba más asustado era yo.

Cargué con facilidad a Matt del suelo y lo recosté en la cama mientras sacaba el móvil de mi bolsillo para llamar a urgencias y además le intentaba despertar.

Ethan: demonios amor, por favor despierta cielo anda- le moví y hice cariño en su rostro pero no recibí ninguna respuesta. El número de urgencias tardó en contestar, pero una vez lo hizo avisé lo ocurrido y de inmediato mandaron una ambulancia hacia aquí.

Una vez eso listo pude darme cuenta que no había pensado en los gemelos, con quien les dejaría. Sus abuelos estaban a por lo menos media hora de camino y de seguro la ambulancia llegaría antes... demonios, piensa Ethan, piensa.

Alex: papi, ¿Qué le pasa a papá? snif- debía calmarme, los niños estaban asustadísimos y era mi deber calmarles, por muy asustado que estuviera.

Ethan: papá está enfermito cariño, pero no te preocupes que ahora le llevaremos al doctor para que se ponga mejor ¿vale?

Los niños no se la tragaban, pero por algún motivo entendían que no estábamos para hacer preguntas sin fin, así que ellos mismo se fueron a la habitación a hacer una mochila, les llevaría a casa de los padres Matt y de paso les contaría lo sucedido, aunque primero les llamaría.

La llamada fue de miedo, y es que son sus padres y de inmediato se asustaron, pero les tranquilicé al decirles que ya había llamado a urgencias.

La ambulancia no demoró demasiado, es más, en 10 minutos estuvieron aquí y se llevaron a Matt.

Llevé a los niños con los abuelos y prometiéndole actualizaciones me fui con dirección a la clínica en donde le habían llevado.
No pude evitar romper en llanto al empezar el camino, no podía imaginarme una vida sin Matt, el era mi vida.

Muchas cosas pasaron por mi cabeza mientras manejaba y por suerte ningún accidente ocurrió, llegué lo más rápido y de inmediato me dirigí a informaciones a preguntar por Matt.

Ethan: b-buenas tardes señorita, mi esposo fue traído aquí de urgencias y quería saber si pudiera darme información sobre él, su nombre es Matthew Williams- mi voz estaba completamente quebrada y seguramente en mi cara se notaban aún los rastros del llanto del camino. Por lo que no me sorprendió que la mujer detrás del mostrador me mirara con compasión, haciendo una mueca con evidente lástima.

Srta: de inmediato, lo tienen en el box 23 de urgencias que está al final del pasillo, una vez allí podrá preguntar en informaciones de urgencias- le agradecí su buena disposición y corrí a donde me había indicado.

Casi junco estaba en un hospital, menos en una urgencia, sobre todo por que me pone nervioso estar en una.
Una vez allí me dijeron que le estaban haciendo estudios a Matt y que debía esperar en la sala hasta viniera el médico a informarme.

Siento que esperé siglos, no pude evitar que unas lágrimas se me salieran mientras pasaban los minutos. No creía en dios ni nada parecido, pero por primera vez recé, quizás por la necesidad de un apoyo emocional en ese momento.
Aproveché también el tiempo y le avisé a mis padres de lo que estaba ocurriendo y prometieron estar aquí lo antes posible, aunque solo vendría mi padre, ya que mi madre se iría a casa de mis suegros a hacerle compañía a la madre de Matt.

A los 20 minutos volvieron con Matt en un camilla, se le veía raro, me daba pena solo el verlo y es que tenía tubos saliendo de su boca y yo no podía ayudarle de ninguna manera.

A la vez que trajeron a Matt se me acercó el medico a darme información.

Doctor: Buenas tardes...- le dije mi nombre y apellido para que pudiera continuar- bueno señor Ethan, su esposo en estos momentos se encuentra estable, llegó con convulsiones pero logramos detenerlas por el momento con medicamentos- mi corazón se detuvo al escuchar aquello, eso sonaba muy grave.

Ethan: ¿qué sucede con el Doctor?- no podía controlar mi voz, se cortaba en cada palabra y prácticamente me pondría a llorar en poco tiempo más.

Doctor: tengo mis sospechas, pero una vez que los estudios que le acabamos de hacer estén listos se lo podré confirmar, pero doy por seguro que se trata de una encefalitis.- mi cara fue un poema y el caballero se dio cuenta de inmediato- se lo explicaré, pero primero, ¿han salido de viaje últimamente a lugares abiertos y con gran cantidad de humedad?

Ethan: el fin de semana fuimos a un lago con toda la familia.

Doctor: bueno esto pude provocarse por la picadura de un mosquito o por algún virus, no estoy del todo seguro pero puede ser una posibilidad. La encefalitis provoca una inflamación del cerebro, es por esto que su esposo perdió la conciencia, por cierto, ¿qué síntomas tuvo antes de que perdiera la conciencia?

Ethan: ya estado con dolor de cabeza fuerte y fiebre muy alta, tenía pensado llamar a un médico a domicilio, pero luego ocurrió todo esto, ¿se pondrá bien doctor?

Doctor: no le mentiré, si resulta ser encefalitis les viene un camino bastante largo, y es que hasta que lo despierte no sabremos qué tanto daño produjo la inflamación de su cerebro, cuando tenga los resultados le explicaré que medidas tomaremos ¿de acuerdo?- asentí y él se fue, yo me desplomé en la silla que estaba frente a la habitación de Matt y las lágrimas no tardaron en aparecer.

Estaba en mi mundo llorando en silencio, cuando sentí que alguien me apretó el hombro y se sentó a mi lado. Era mi padre que recién llegaba.

Julian: cariño... ya estoy aquí si- no le deje seguir hablando y me abracé a él comenzando a llorar más fuerte- ya, ya peque, suelta todo, papá está aquí contigo, no estás solo en esto bebe. 

Aproveché la presencia de mi padre para derrumbarme con él, por lo menos por unos minutos podía sentir lo que yo quisiese, él era mi pilar por lo menos durante unos minutos.