Una tragedia...

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MATT
Habíamos vuelto a la ciudad luego de unas increíbles y totalmente merecidas vacaciones. Los chicos se relajaron del estrés escolar y nosotros de ellos.
La vuelta a la rutina no fue muy bien recibida por parte de nadie, pero los que la tomaron peor fueron los gemelos, quienes no concebían levantarse nuevamente a las 7 de la mañana luego de pasar un par de días despertando a eso de las 10.

Matt: no quiero Ethan, ¿por qué debo ser yo el que los despierte? No quiero lidiar con sus malas caras tan temprano por la mañana.

Ethan: es que no quieres hacer nada Matt, te ofrecí preparar el desayuno y tampoco ¿cómo quieres que esto funcione si no colaboramos de manera equitativa?- Sabía que estaba siendo caprichoso, pero el dolor de cabeza que tenía no me dejaba ser lógico.

Matt: lo siento, es solo que tengo un fuertísimo dolor de cabeza cariño, siento ser tan obtuso.- el me miró preocupado y luego me sonrió.

Ethan: te buscaré un analgésico, ya me encargo yo hoy de todo, pero en la noche me compensarás y mañana más te vale traerme el desayuno a la cama- le sonreí aceptando el acuerdo.

Pero lo que fue un dolor de cabeza por la mañana, por la tarde se transformó en una fiebre altísima.

Ethan: me preocupas cielo, no se te baja la fiebre- Ethan estuvo todo momento conmigo, claro sin contar el ir a dejar y a buscar a los gemelos a clases.- creo que llamaré al doctor.

Matt: nooo... estoy bien, solo es una gripe- aunque no podía estar seguro, pero la idea de un doctor me crispaba los nervios.

Ethan: no me convences, pero te daré una hora, si no te baja la fiebre haré la llamada- justo en ese momento llegó a salvarme Andy, que se asomó por la puerta de nuestra habitación- Andrew mi vida, ¿está todo bien? En unos minutos les haré la merienda.- estaba muy agradecido con Ethan por lo bien que estaba llevando el llevar la casa él solo por un día.

Andrew: está bien papá, solo quería saber si puedo cuidar a papi un ratico yo- eso me derritió, y no pude más que solo abrir las cobijas e invitarle a entrar conmigo- ¿te sientes malito papi?

Matt: un poquito mi vida, pero contigo aquí ya me siento mucho mejor- le di un beso en la frente y nos acurruqué- ¿quieres dormir una siesta con papá cariño?

Andrew: no tengo sueño papá, pero te cuidaré mientras duermes ¿vale?- le sonreí y me entregué a los brazos de Morfeo, con suerte esta siesta me ayudaría a bajar la fiebre que tenía.
.
Desperté 1 hora después pero ahora tenía a mis dos Ángeles cuidando de mi mientras veían una película en la televisión, la de Batman al parecer.

Alex: papá, ¿ya te sientes mejor?- quizás era necesario mentirles, por que la verdad es que no me sentía para nada mejor, al contrario estaba aún más débil que antes.

Matt: papá está bien Lexito, ¿qué están viendo mis amores? Vaya me encanta esta película.- nos mantuvimos abrazados y viendo la película por lo menos 30 minutos cuando me fijé que faltaba alguien- ¿hey pero donde está Max?- ese cachorro no dejaba solos a mis hijos jamás, por lo que esperaba que estuviera aquí acompañándonos en la cama.

Alex: papá le castigó en el jardín, mordió y rasguñó los sofás de la segunda planta- diablos, Ethan debe estar furioso.

Matt: vaya con Max, la próxima semana buscaremos un entrenador ¿vale?- los gemelos asintieron y siguieron inmersos en su película, pero yo me encontraba cada vez peor.

Me levanté con esfuerzo de la cama pero no logré avanzar ni dos pasos cuando ya me había caído de cara al piso de la habitación.

Andrew: ¡papá!

Aunque quise levantarme me fue imposible, lo único que logré sentir fue como Ethan me levantaba del piso y me dejaba en la cama nuevamente, luego de eso me dormí.

La luz me molestaba los ojos y a lo lejos un pitido me estaba interrumpiendo el sueño que estaba teniendo.
Escuchaba además la voz de Ethan, se le escuchaba serio hablando con alguien, pero simplemente no escuchaba con quien. 

Abrí los ojos y vi como Ethan hablaba con un doctor, estábamos en la clínica, busqué pero no estaban los peques cerca, eso me entristecía.

Matt: E-Ethan...- mi voz se escuchó rasposa y pensé que no me había escuchado, pero de inmediato Ethan se acercó a mi con lágrimas en los ojos.

Ethan: mi vida, shh no hables demasiado- el me acarició el rostro al tiempo que el doctor se me acercaba.

Doctor: hey muchacho por fin te tenemos de vuelta, nos diste un muy susto, ¿Sabes dónde estás?

Matt: supongo que en la clínica, pero no sé en cual exactamente- el sujeto asintió iluminándome los ojos con una linterna muy pequeña.- ¿Qué día es hoy?

Doctor: pues es viernes, un buen soleado viernes- ¿dijo viernes? según recordaba me había enfermado un lunes.- llevas 4 días durmiendo chico, ya era hora que volvieras al mundo real.

Me sentía anonadado, no entendía que había ocurrido.

Ethan: me diste un susto de muerte Matt...- como pude y con mucho esfuerzo levanté mi mano y tomé la de Ethan- te amo muchísimo, no vuelvas a hacer algo parecido en la vida.

Matt: lo siento Ethan, de verdad no quería asustarte, pero, ¿qué sucedió? solo recuerdo haberme caído mientras caminaba fuera de nuestra habitación.

Doctor: yo puedo contestar aquello, lo que sucedió contigo es que tienes una "Encefalitis" en palabras sencillas lo que sucedió es que tu cerebro se inflamó debido a una infección, por eso tenías fiebre y mucho dolor de cabeza.- eso sonaba riesgoso.- por el momento te encuentras bien y estuviste muy estable, pero este tipo de enfermedades puede acarrear otras en un futuro, como epilepsia o parálisis de alguna manera, por eso mismo que a partir de ahora deberás estar atento a ciertas cosas y te costará un poco volver a tu normalidad- debo de tener una cara muy extraña por que de inmediato el doctor añadió- pero no te preocupes que la conseguirás, solo que va a ser un camino un poco difícil.

Matt: ¿es por eso que me cuesta moverme?- me estaba asustando, pero no quería que Ethan se asustara también por lo que me tenía que controlar.

Doctor: seguramente si, lo que tienes puede ser debilidad muscular, también es algo común luego de lo que padeciste, pero solucionable con terapia.- demonios...

Ethan: gracias doctor, por lo menos usted dice las cosas de manera que entendamos, sabrá usted lo que nos ha tocado algunas veces- el doctor se carcajeó al tiempo que se disculpaba ya que debía ir a ver a otros pacientes, finalmente nos quedamos Ethan y yo a solas.- sé que estás asustado, no tienes que ocultármelo- le miré con lágrimas en los ojos- saldremos de esta Matt, lo prometo, pero de a poco ¿si?- asentí- ahora iré a hacer unas llamadas, tus padres están con los niños, les diré que les traigan, tu madre muere por verte, mis padres igual pero será mejor que vengan mañana, no quiero abrumarte- solo asentí y él se fue.

Que impotente me sentía en este momento, sobre todo al tratar de mover mis piernas y no lograrlo...

En busca de la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora