Capítulo I

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El rubio cabello de Jimin se destacaba en su habitación, pues aquellos rizos dorados eran digno de desear. Se encontraba recostado en su cama, dormía plácidamente y la idea de despertar ni se le pasaba por su mente.

Todo cambió cuando la empleada de su gran mansión tocó la puerta, llamándolo para que desayunara pues ya era la hora de levantarse.

—¡Jimin cariño, ya es tarde! —gritó en el otro lado de la puerta.

El muchacho solo se quejó y dió media vuelta para seguir durmiendo.

Ana –la empleada– giró los ojos y abrió con fuerza la puerta, haciendo que Jimin despertara inmediatamente.

Era cosa de todos los días.

—¡Mira muchachito, esta es la última vez que te lo digo! —exclamó—. No porque hayas cumplido los veinte años podrás hacer lo que se te dé la gana.

Jimin debajo de las sábanas se quejó:

—¡Solo cinco minutos Ana!

La señora de mediana edad sonrió y se sentó en la orilla de la cama para luego hacerle cariño.

—Vamos, no quiero que tengas problemas con tu padre —dijo—, ambos sabemos cómo es cuando se enoja.

Jimin accedió y salió entre las sábanas, sabía que la señora tenía razón.

—Es verdad —sonrió de lado.

—Te prepararé el baño —acarició su rostro y se levantó saliendo de la habitación.

Jimin asintió con la cabeza.

—Gracias Ana.

Cada día que pasaba agradecía por tener a Ana a su lado, ya que era como una madre para él, desde que se distanció de su padre ella ha sido su fuente de amor. Ella lo acepta tal y como es, eliminando aquellos odiosos prejuicios de la sociedad.

Entró a la bañera de espumas y burbujas, y escondió su cuerpo en el agua hasta la nariz, cerrando los ojos. Deseaba quedarse así; ensimismado, con una paz que recorría todo su cuerpo.

El sonido del celular lo trajo a la realidad, percatándose del nuevo mensaje que le había llegado; era de su mejor amigo Taehyung.

TaeTae: Hey, ¿estás preparado para la tarde? El bus pasa por nosotros a las siete, que no se te olvide nada.

Yo: No te preocupes por mí, es a ti
a quien se le quedan las cosas y no,
aún no estoy listo.

TaeTae: ¡Já! Muy gracioso, ya veremos quién será él cabeza hueca. Te espero :).

Yo: ¡Ok! :).

Jimin dejó a un lado el aparato y sonrió, estaba muy contento al saber que se vería con Taehyung esta noche. Salió del baño y colocándose su prenda favorita bajó a desayunar.

Caminó por el largo pasillo de la mansión, pasando por al frente de la oficina de su padre –éste estaba trabajando en su escritorio– observó de reojo a su hijo quien vestía una camisa holgada trasparente y unos jeans ajustados. Hizo una mueca de disgusto y se enfocó en los suyo. Jimin se percató de sus actos y simplemente lo ignoró, siguiendo su camino y recordando lo horrible que era tener un padre conversador y prejuicioso.

Todo el momento desagradable se esfumó cuando vió en la mesa un plato de waffles y un vaso de leche caliente, todo perfectamente preparado.

—¡Muchas gracias Ana! —corrió a abrazarla—. ¡Eres la mejor mami!

Ana le dió un beso en la mejilla y le hizo una mueca para que comiera. Jimin sin dudarlo accedió y comenzó a comer rápidamente.

—Te ves hermoso —dijo la pelinegra.

—Gracias —sonrió con las mejillas llenas de comida—. Hoy tengo que irme al servicio, comienza el segundo semestre.

—Que rápido pasa el tiempo, aún recuerdo cuando llorabas porque no te querías ir.

Jimin rió.

—Créeme que ha sido lo mejor que me pudo haber pasado —dijo con nostalgia—. Mi mayor tiempo la pasó con Taehyung, además así logro distraerme de todo lo que me pasó en los años anteriores.

Al nombrar lo último, rápidamente se le borró la sonrisa a Ana quien de inmediato recordó aquellos recuerdos que quería borrar de su cabeza. Jimin lo percató.

Sonrió de lado.

—Tranquila —dijo el chico—. Me encuentro mejor, aún me afecta pero menos que antes Ana. Siento que todo va mejorando.

Ana comenzó a refregar sus ojos, haciendo que sus lágrimas recorrieran sus mejillas.

—No- No quiero verte de nuevo mal Jimin —el rubio rápidamente se levantó de su asiento a abrazarla—. No sa- sabes lo mucho que sufrí.

Nuevamente se le formó ese molestoso nudo en la garganta a Jimin, después de tantos años de sentirlo.

—No te preocupes Ana, estaré bien —exclamó, con los ojos llorosos y –con inquietud– Ana asintió con la cabeza, nada le aseguraba que iba a ser así.

El día transcurrió con normalidad, por un lado Jimin ordenaba sus cosas para la tarde mientras Ana lo ayudaba y por el otro, su padre trabajaba en la oficina aún. Era un hombre muy influyente en su país, por ende tenía mucho trabajo que hacer.

Desde que Jimin era pequeño su padre no tenía tiempo para él, siempre andaba de viajes y para recompensar todo el tiempo perdido, le traía regalos. Su madre falleció cuando dió a luz y desde entonces, algo cambió dentro del hombre. Jimin siempre creyó que aquel sujeto iba a cambiar, aunque sea algo mínimo pero todas sus esperanzas desaparecieron hace tres años, donde su vida dió un giro completo. Quería olvidarlo pero era imposible y siempre iba a recordarlo en el día de su cumpleaños. Desgraciadamente. Lo único bueno es que conoció a Ana y desde ese entonces ha sido un pilar fundamental en su complicada vida.

Agarró su maleta con dificultad y comenzó a caminar hacia las escaleras, recorriendo todo el pasillo. Ignoró la oficina de su padre acelerando el paso hasta que escuchó que mencionó su nombre. Se detuvo y se apoyó en la pared ocultándose sigilosamente.

—No puedo hacerle esto —habló—. Aunque nos odiemos... es mi hijo.

Yo no te odio, papá.

Jimin cabizbajo escuchaba a su padre hablar de él, cada palabra que salía de su boca le dolía.

—Sé que podemos ganar mucho poder con eso pero ¿matarlo?

Jimin soltó la maleta y ésta cayó al suelo.

—Espérame, escuché un ruido —el señor Park dejó el teléfono en el escritorio y comenzó a caminar hacia la entrada extrañado. Se asomó y se sorprendió al ver que nada había hecho ese ruido. Pensó que era su imaginación.

Sin embargo, Jimin se había escondido en la habitación de al lado, cubría su boca temblando por completo y lágrimas corrían por su rostro. Todo era confuso y quería escapar de ahí. Tenía miedo.

¿Realmente su padre quería matarlo?

•Des c o n e c t a d o s• kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora