Capitulo III Nuevo integrante

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Resumen del capítulo previo

Una misteriosa mujer interrumpe la noche en casa de las Gomez-Ledesma llevando consigo alguien que cambiará sus vidas para siempre. El pasado de Luisita sale a la luz, ¿Amelia podrá aceptarlo? lo descubriremos pronto...



Capitulo III Nuevo integrante


Amelia sigue la mirada de Luisita y se da cuenta que desde ahora son solo las tres.

La rubia salta de su sitio mirando todo a su alrededor -Yo no puedo creerlo, ¡qué se ha ido! Menudo regalito nos deja.

-Luisa, siéntate!. Contesta la morena con tono severo e inmediatamente su mujer toma lugar junto a ella, su aflicción se refleja en cada uno de sus hermosos rasgos.

-Amelia,lo siento, yo en verdad mil veces quise contarte esto, perdón, perdón por ocultarte parte de la historia pero no sabia como hacerlo, que decir para que me creyeses, ni yo misma lo tengo tan claro. Dice como puede entre el llanto, mientras la de rulos intenta limpiar con sus dedos alguna de las lágrimas que también caen en su rostro.

-Vos sabes que mis padres fueron asesinados cuando tenia 11 años, solo asistí a Hogwarts por 2 años, después el colegio cerró, hubo una muerte de una estudiante por una especie de serpiente gigante y la guerra se había desatado, ya no era seguro para nadie y regrese con los Gomez porque mi madre y Manolita eran primas. Ellos se hicieron cargo de mi, tampoco saben de este mundo mágico, siempre tuve que callarlo. Por favor, amor, mírame, decime algo.

Los ojos de Amelia caen cansados sobre los de Luisita,  -Luisita, necesito tiempo para procesar todo esto, es tan irreal, no te creería sino fuera por la niña que está en mis brazos. Dame tiempo y lo hablaremos.

-Lo siento amelia, lo siento tanto. Susurra la rubia sorbiendo sus lágrimas.

-Lo sé cariño, lo sé. Respondió con voz entre resignada y comprensiva la morena apretando la rodilla de la rubia con su mano libre.

-¿Qué vamos a hacer con la niña?. Pregunta la de cabello lacio un poco más compuesta.

-Cuidarla. Ahora somos su familia.

Ante estas palabras nuevamente con el temperamento de león enjaulado, la rubia, comienza a rodear la habitación -Amelia, pero qué dices, no es tan fácil, no tenemos papeles de adopción, qué vamos decir, de donde salió, como vamos a mantenerla, entre tu sueldo y los arreglos de ropa que hago apenas llegamos a fin de mes. Esto es una locura.

Sabía que la rubia era terca pero que no tardaría mucho en llegar a la misma conclusión a la que había llegado ella con solo ver a Victoria.

-La magia es una locura, esto es lo más real que he tenido en mis brazos Luisita. Ven, ven, ven, sostenla, pertenece aquí.

- ¡Que vamos a darle de comer, no tenemos biberón Amelia, no tenemos cuna, ni pañales! todo está cerrado, que vamos a hacer!!!. Repite mientras se deja caer al lado de su mujer.

Amelia le pasó la niña a Luisita y se levantó rumbo a un teléfono rojo perdido dentro del cuarto.

-Hola, Marina soy Amelia. Disculpa que te moleste a esta hora. Podrías preparar un par de pañales, un poco de ropa de cuando Irma era recién nacida... aja... y tienes alguna botella de biberón que te sobre.... Si, ajam..si.... te lo explicaré mañana...paso en media hora... gracias Marina, eres un sol, adiós.

Cuando Amelia cortó la llamada, notó que la ansiedad de Luisita prácticamente había desaparecido y solo se encontraba frente ella la estampa más hermosa que vió en su vida, quería detener el tiempo en ese momento con la mirada enamorada de su mujer hacía esa niña.

-Ya está cariño, en media hora paso por lo de Marina, nos dará todo lo que necesitamos para apañarnos, y antes del domingo vamos comprando lo que falta. Le comunica la morena sonriendo y volviendo a tomar lugar a su lado, depositando una mano en el dorso de una muy atenta Victoria que miraba a Luisita como si fuese lo más interesante del mundo en ese momento.

-Qué no Amelia, no podes salir a las once la noche sola. Voy yo. Protestó la rubia saliendo de su ensoñación.

-¡Pero qué dices Luisita!.

-Que no voy a permitir que salgas a estas horas sola aunque sea a 6 casas. Que la casa de Ordóñez está en medio y sus hijos tienen la misma mentalidad de Teddy boy que de hace 20 años atrás su padre.

-¿Y yo me voy a quedar tranquila si vas vos?

-Si, porque soy más blanca y rubia. No se van a meter conmigo si me los cruzo Amelia. Esta semana hubo ya dos incidentes en el barrio.

-Luisita...

-venga ya Amelia, sabes que tengo razón. Un pequeño silencio se hace ante la significativa mirada entre las mujeres. Hasta que la morena lo rompe.

-Podemos con esto Luisita, juntas vamos a hacer de Victoria una mujer libre y fuerte, vamos a luchar por un mundo mejor para ella.

La rubia sonríe a su mujer y besa la frente de la niña.

-Somos una familia.

-Somos su familia. 

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⏰ Última actualización: Jun 20, 2020 ⏰

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