Inmarcesible [Chanbaek]

Capítulo 3

Ya habían pasado cuatro semanas desde que Perséfone había cruzado el umbral, dejando su divinidad atrás, y se había convertido en Byun Baekhyun, un simple mortal que debía trabajar para ganarse el pan cada día.

O eso era lo que Chanyeol le había dicho el día que lo contrató como su asistente personal, en reemplazo de la anterior, que estaba cumpliendo su postnatal.

El trabajo a Baekhyun le pareció simple. Sólo debía contestar llamadas y pasárselas a Chanyeol, servir café, comprar comida, y seguir a su jefe, anotando todo lo que este le decía. Sus compañeros de trabajo eran atentos con él, y le ayudaban con las cosas que no conocía. Incluso los artistas con los que trabajaba Chanyeol eran buenos con él y le traían regalos de vez en cuando, que Baekhyun atesoraba con cariño.

Por otro lado, la relación con Chanyeol se había ido fortaleciendo a medida que se iban conociendo. Baekhyun tenía su propia habitación. Ahora sabía que al mayor le gustaba la música, y que esos extraños objetos en su habitación eran instrumentos musicales; una guitarra, una batería y un teclado, con los cuales Chanyeol podía componer canciones y solían cantar algunas en sus ratos libres, en casa. 

También, había aprendido a cocinar algunos platillos para sorprender al alto cuando este dormía hasta tarde los fines de semana. Incluso las salidas, o como los mortales decían "citas", habían sido todo un éxito, y Baekhyun ya se había aprendido a ubicar en Seúl. 

Habían ido de compras, como le decía Chanyeol a ir a tiendas del centro comercial, y había podido elegir, por primera vez en su vida, que atuendos vestir sobre su cuerpo. Ya no las túnicas cortas de colores claros que elegía su madre para él, con los prendedores de flores y mariposas que le hacían sentir sumamente incómodo, sino que prendas más oscuras que cubrían sus piernas, y que le hacían sentir como un chico normal. Se sentía correcto. Incluso había podido cortar su cabello a su gusto, y ahora le encantaba la imagen que el espejo reflejaba para él. 

Incluso, Chanyeol le había regalado un celular, para poder comunicarse cuando ambos no estaban cerca. Si bien, en un principio él no había entendido para qué servía dicho aparato, con la ayuda de Chanyeol había aprendido a realizar y contestar llamadas, usar aplicaciones como Kakaotalk, Instagram, Weibo, y a navegar por Naver si es que necesitaba algún tipo de información. En fin, era todo un chico moderno.

-Baekhyun ¿Has recibido alguna llamada de Blue Entertaiment?- preguntó Chanyeol desde su oficina- Se suponía que los chicos de WAO vendrían a grabar su sencillo a las cinco, pero aún no han llegado.

El alto lucía un traje de dos piezas que marcaba cada músculo de su cuerpo, lo cual distraía constantemente los pensamientos del menor.

-S... Si, Chanyeol, enseguida.

Baekhyun se apresuró a cumplir con su trabajo y contactó con el empresa, quienes se disculparon por los inconvenientes y acordaron otro día para realizar la grabación del sencillo. 

Justo cuando estaba terminando la llamada, su teléfono volvió a sonar, pero esta vez se trataba del conserje del edificio, quien le informó sobre el correo que había llegado para su jefe. 

Mirando que Chanyeol no necesitara nada, el menor bajó hasta recepción y tomó los sobres que el conserje le entregó.

-Esta vez hay mucho más correo que la última vez, se nota que su jefe es un hombre ocupado, Baekhyun- comentó el viejo conserje con una sonrisa paternal.

Por alguna razón, las personas mayores tomaban esa actitud con Baekhyun, tratándolo con amabilidad, como si de un familiar se tratara, lo cual calentaba el corazón del menor.

-Si, Señor Nam. Últimamente estamos llenos de proyectos nuevos. Hasta luego- comentó Baekhyun, dando un asentimiento con la cabeza y volviendo a su puesto de trabajo.