Capítulo 4

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-Hades, debes despertar... Hades, amigo

Sintiendo como si su cabeza fuera a estallar en mil pedazos, Hades comenzó a abrir los ojos, dándose cuenta que estaba en su casa, en el Hades, más específicamente en su cama, con Hérmes mirándolo con preocupación.

-¿Qué pasó?- preguntó el dios del Inframundo, sentándose en la cama.

Hérmes apretó los labios y frunció el ceño.

-No lo sé, dímelo tú. Te encontré inconsciente afuera de tu casa, y no hay rastro de Perséfone por ninguna parte.

-Baekhyun... - interrumpió Hades.

-¿Disculpa?- Hérmes no entendía.

Hades negó con la cabeza.

-A él no le gusta el nombre Perséfone - aclaró- por eso lo llamo Baekhyun.

El dios mensajero asintió.

-Su cara de bebé coincide más con un nombre como Baekhyun que como Perséfone- bromeó.

El alto asintió y, recordando lo que había sucedido, se paseó de lado a lado por la habitación. Le había prometido a Baekhyun que lo protegería, pero había fallado miserablemente. 

Y es que, definitivamente, no se esperaba la emboscada que le tendieron al llegar al final del río Estigia, casi a las puertas de su casa. Hestia, Artemisa y Apolo. El menor de los mellizos había utilizado su propio casco de la invisibilidad, el cual Hades creía que estaba en manos de Perseo, para atacar a Cerbero y luego a él. 

Con Cerbero fuera de juego, fue fácil para Apolo abrir una de las entradas para Artemisa y Hestia, y de esa forma, tomar a Baekhyun con ellos mientras él se encontraba incosciente.

-Debemos recuperar a Baekhyun- sentenció el alto- Helios nos puede ayudar.

Hérmes sonrió con suficiencia, y carraspeó para atraer la atención de su amigo.

-Si Apolo tiene a Baekhyun, entonces nosotros mismo podemos rastrearlos desde aquí.

Hades centró su atención en su amigo- ¿Cómo?

El mensajero juntó sus manos y entre estas apareció su caduceo, aquella vara con alas que solía utilizar para abrir y cerrar los ojos de los muertos.

-Esto me fue otorgado por Apolo- explicó Hermes- por lo que existe una conexión con su dueño original, la cual podemos usar para rastrearlo. ¿Qué te parece, querido amigo?

Hades sonrió con malicia, haciendo que su cabello blanco se moviera como un halo alrededor de su cabeza.

-¿Y qué esperas para localizar a ese bastardo cara de niña?- preguntó con impaciencia.

-Tomará un tiempo- Hérmes cerró sus ojos y concentró su magia en la vara- Debo buscar en cada rincón del mundo, y eso, aunque yo sea el mensajero de los dioses, requiere una gran cantidad de energía.

Hades suspiró, y asintió a su amigo.

-Iré a ver a Cerbero.

Al no recibir respuesta, el dios del inframundo dejó a Hérmes en su habitación y salió a ver a su mascota.

Cerbero era el guardián del Inframundo, quien protegía la entrada a la morada de las almas y mantenía lejos a aquellos que no pertenecían, como también mantenía en el Hades a quienes pertenecían allí. No sería bueno para nadie que la entrada al Inframundo estuviera desprotegida por mucho tiempo.

Por suerte para él, Cerbero se encontraba en pie, con sus tres cabezas vigilando que todo estuviera marchando bien. Y en cuanto el guardián lo vio, le ladró, alertando a todos en el Inframundo que el Rey estaba en casa.

Inmarcesible  [Chanbaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora