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Paseaba por los pasillos acompañada de un joven bicolor a su lado. Ambos reíais mientras un pelivioleta os veía de lejos, pensando que tan gracioso era lo que el Todoroki menor le decía a su nueva amiga.

Sí, su nueva amiga.

Hacía tres días aquella jóven había despertado en él un gran interés y ella misma se presentó ante él con una radiante sonrisa, otorgándose a sí misma el título de amiga del ojeroso. Aquello lo había tanto hipnotizado como impresionado, no todos los días uno conseguía que una chica así de bonita se le acercara a ser su amiga.

En cambio, la pelinegra observaba hacia atrás con disimulo, a la vez que se acercaba más al bicolor, para seguir con su misión; dar celos.

Así era, la joven pelinegra se había ofrecido como ayudante a su amigo Shōto para poder darle celos a su compañera Yūgen, la cual se empeñaba en ser cerrada hacia todos, y a no salir con él.

Llevaban todo el día juntos, provocándole, o intentándo provocarle celos, y el caso era que les viera juntos, así que decidieron no separarse en todo el día, aún siendo mejores amigos, que nadie lo supiera ya iba a diferentes extremos, cualquiera al principio se confunde.

En un momento dado, Todoroki cogió entre su mano la mano de su mejor amiga, y la atrajo hacia ella, decidándole una sonrisa, sorprendiendo al ojeroso. Hitoshi sintió como algo dentro de él se apretaba, pero no le dió importancia, no entendía por que derrepente una presión se acumuló en su pecho.

Por otro lado, la peliblanca sentía como su corazón era presionado con fuerza, aplastado y desangrado. Frunció el ceño, acercándose a su hermano mellizo y suspiró. A ella sí le gustaba Todoroki, pero no podía arriesgarse con alguien que ni siquiera le había hablado y que ahora, parecía tener a alguien importante en su vida.

Agarró la mano del ojeroso y con cautela se miraron, sonriéndose el uno al otro. El mayor acarició con cuidado la parte de arriba de la mano, a la vez que su hermana se pegaba a su brazo, restregando levemente su rostro por él y sonriendo con amplitud, a la vez que cerraba los ojos.

Sí, Todoroki y T/n se encontraban ahí y observaban la escena desde atrás, habiéndose dejado de tomar las manos y estar tan totalmente juntos.

Resultó que el plan de poner celosa a su compañera fue totalmente todo lo contrario, por que ella misma se había ido con el ojeroso, lo cual provocó que ambos jóvenes sintieran un pequeño dolor en el pecho, un poco fuerte para ser cierto.

Entre ellos, balbucearon algunas palabras y caminaron hacia la entrada, suspirando.

Plan A, sale mal.

Este era sólo el comienzo de los planes.

Cartas. [Hitoshi Shinsō]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora