DESTINOS DECADENTES: un reino entre sombras y tinieblas.
(Crónicas de las sombras III)
LIBRO NARRADO EN OMNISCIENTE.
Agatha luchará contra viento y marea, enfrentando desafíos que pondrán a prueba su lealtad, determinación y valor, sin embargo, el...
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(PRIMERA PARTE)
La impresión de esa respuesta había dejado sin aliento a Agatha.
¡La leyenda era cierta!
Un escalofrío había recorrido el cuerpo entero de ella, como si un ente fantasmal hubiese traspasado su cuerpo y recorrido cada rincón hasta dejarla inquieta. Agatha había escuchado tantas cosas referentes a los licántropos, seres tan despreciables y “miticos” que en algún punto de su existencia fueron importantes para Lythos, pero gracias a la ambición de su líder, fueron condenados a un destino horrible.
Se preguntaba si quizás, si es que esos seres volvían a su mundo, ¿Cómo serían? ¿Recordarían sus vidas pasadas? ¿Atacarían a todos sin piedad alguna?
Aunque quisiera quitarse esa imagen de la cabeza, no podía, las imágenes surgían una a una como ráfagas de viento, azotando contra su cabeza. Era, sin duda, aterrador imaginarse un mundo plagado de una especie vengativa y sedienta de poder. Ágatha no sabía mucho sobre el origen de los licántropos o lo que eran, en cambio, Bruck, su padre, sabía que siempre habían existido y fue testigo en muchas ocasiones de la transformación de uno de ellos.
Pero ni siquiera su esposa lo sabía.
Nadie sabía que Bruck había sabido mucho antes, que el hombre que había matado hace bastantes años, es decir, el que creía que era su padre, era un licántropo.
De hecho, hace años en Akadem, asesinó a una mujer llamada Gema solo para recuperar lo que había tomado de su casa. Un pendrive que contenía imágenes sobre la muerte de los Gold, imágenes y videos grabados por el mismísimo Russell Black. Aunque sus hermanos solo sabían que contenía archivos que podrían causarle daño a Mery, ni Blake ni Bourk habían visto su contenido y era mejor así, se había dicho Bruck durante mucho tiempo.
Si tan solo salía a la luz, que Shannón y Erón habían sido asesinados por un Licántropo con capacidad para transformarse donde sea y cuando sea, incluso fuera de tierras mágicas como la de Hill Heart, todo el barro ensuciaría más su imagen a los ojos de su amada reina.
Ágatha, inquieta y preocupada por la revelación, no dejó de estar enojada con su padre por lo que había estado haciendo en esa casita del jardín con Iben, pero todo rastro de otra emoción había desaparecido como el humo en el aire tras ver a Iben Detrox acercarse con cautela hacia ellos. La mujer era hermosa, no una Dirkham, era una Fae con afinidad a Gighot y Vi'Zem. Suficientemente fuerte como para enfrentarse a su madre o a Agatha, o a cualquiera que quisiera pelear contra ella.
Y había tantas probabilidades de que ganara como de perder también, por eso mismo Ágatha se debatía con furia, si sería correcto abalanzarse contra ella y pelear hasta dejarla sin aliento.
