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Tokio 1985.

Era mediados de agosto, el sol castigaba a la ciudad con rabia, los rayos del sol golpeaban en el jardín interior de la casa de la familia Kaminari formando perfectas líneas rectas blancas que hacían recordar a las pasarelas de los desfiles de moda. En la tarima se encontraban un niño rubio con una mecha negra en la parte lateral de su cabeza, no superaba los 7 años, estaba jugando a hacer sombras con las manos encima de los rayos. A su lado estaba su abuela una mujer de 79 años apoyada en una columna del porche.

-Cuéntame Denki, que quieres ser de mayor-. dijo la anciana de repente mirando a su nieto, este levantó la cabeza y la miró con esos grandes ojos amarillos.

-Trabajador social-. respondió con convicción, la mujer lo miró confundida normalmente a esa edad los niños quieren ser futbolistas, pilotos o astronautas.

-¿Por qué cielo?

-Me gusta ayudar a los demás-. Le sonrió a su abuela y volvió a hacer sombras sobre la tarima.

La mujer estaba conmovida por las puras palabras de su nieto, su complicada crianza estaba dando sus frutos.

-Espero que nunca dejes de pensar así.- se levantó con un poco de dificultad y se dirigió al interior de la casa para empezar a preparar la cena.

-¡Abuela!- la llamó Denki. - Lo prometo.

Septiembre del 2001

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Septiembre del 2001

- Lo prometo.- susurró mirando el retrato de su abuela mientras pasaba la yema de sus dedos por encima del marco marrón con pequeños relieves de ondas.

Habían pasado 15 años desde la muerte de la anciana, se acordaba todos los días de ella, pero ese día fue diferente ya que era su primer día de trabajo como ayudante social, como le prometió años atrás. Ahora el tenia veintitrés años.

Suspiró pesadamente, agarró su mochila y su móvil. Se dirigía a la estación de tren, ya que cuando su abuela murió su madre y él fueron a vivir a un pueblo cercano de la capital, debido que allí encontró trabajo y un nuevo marido. Al pequeño Denki le pareció una idea magnifica, ya que no le agradaba la ciudad, sin embargo el Denki universitario y el actual la maldicen.

A pesar que solo se tardaba una hora en llegar a Madrid con el cercanías, le esperaba otra media hora de metro hasta la oficina. No sabía porqué pero presentía que iba a ser un mal día, más que nada porque entraba a las 9 y eran las 8. Aparte su vestuario no era el mejor, unos pantalones anchos y una camiseta «arreglada». ¡A quien quería engañar, si parecía un profesor de filosofía adicto a la marihuana!

Incluso se quitó sus piercings para parecer más profesional, el nostril y los aretes de sus orejas que se hizo con quince años en su casa, como si cuatro pendientes le fueran a invalidaban los cinco años que invirtió en aquella carrera.

Ya había llegado a Madrid, respiró profundamente y fue corriendo hacia el metro. Aquí es donde comenzaba la carrera de fondo, intentando no llegar más tarde de las nueve. 

Al final llegó a las nueve y diez, agotado pero llegó. El edificio era enorme y la gente que se introducía en el vestía bastante formal, el pobre Denki en vez de ser un trabajador, parecía un cliente, resignado entró. 

- Buenos días, Denki... Kaminari verdad. - pronunció la jefa del departamento. 

- Si, buenos días, gracias por esta oportunidad. - hizo una reverencia.

- Si mañana vuelve a llegar tarde, esta será la ultima. - tragó duro y comenzó a seguir a la mujer. 

Esta andaba bastante rápido a pesar de ir en tacones. Le estuvo contando la historia  de la empresa y no sabia que más a decir verdad cuando la mujer dio el primer paso él ya había desconectado y comenzó a pensar que iba a cenar mañana por la noche. 

- Bueno y este es su puesto. - la señora paró en seco haciendo que Denki casi se choque con ella. 

Era un cubículo muy pequeño demasiado pequeño, de todas las cosas que había traído para adornar solo cabía una, ya que el ordenador ocupaba un gran espació de la diminuta mesa. Al lado de la computadora se encontraba una gran caja de cartón. 

- Estos son todos los informes que se le han asignado. 

- Perdone, pero no son demasiados para una persona en periodo de prueba. Además no me he leído ninguno de estos informes como podre ayudar a las personas. 

- Todos estos informes han sido trasladados de la persona que trabajaba antes en su puesto, el cual se jubiló. Vaya leyéndoselos sobre la marcha o pida que les cuente más o menos de que va el tema. Ah sí y ponga cara de que está interesado. - la mujer marchó. 









Nueva historia shinkami después de mucho tiempo 🤟😔, una mujer siempre vuelve a donde fue feliz 😭💓




















Happiness [Shinkami]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora