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Septiembre del 2001

Tal y como prometió, Shinsou arribó a su cubículo, en cuarenta minutos justos. Denki sintió que se le iban a caer los canoncillos, él era un hombre alto, con tatuajes en los dos brazos un piercing en la ceja y con unos ojos... Que dios le salve. 

Se dieron la mano y Denki invito a que este tomara asiento, mientras abría un documento nuevo de Word. 

- Bueno, Shinsou, cuénteme. 

- Peros si tiene mi expediente, se supone que no le debo contar nada. - palideció, debía habérselo leído en vez de jugar al buscaminas y cambiar el fondo de pantalla de su ordenador por uno de la Hello Kitty. - ¿No se lo ha leído verdad? 

Negó.

Rio tímidamente mirando a Denki con compasión.

- Veras. - le dejó de tratar de usted, ya que esta iba a ser la cita menos profesional que iba a tener. - soy un ex drogadicto, bueno era, pero fue solo Popper, sin embargo me pillaron en la clínica, por lo tanto he tirado mis 8 meses de limpieza a la basura y me han despedido porque... - quedó unos minutos en silencio, Denki lo miraba impaciente esperando una explicación. - pues no lo se. - levantó los hombros. 

- ¿Entonces quieres un trabajo? - el otro asintió. - sabes que cuando eres un politoxicómano, debes dar parte tanto a la clínica, como a tu jefe de cuanto tiempo llevas limpio. A lo mejor la empresa se enteró.

- ¡Imposible, yo no dije nada!

- Me refiero a tus padres, porque sintiéndolo mucho tienen toda la pinta de haber dicho algo. 

Shinsou abrió los ojos como platos, tenia razón todo lo que le estaba diciendo ese muchacho. Asintió lentamente.

- Veras puedo encontrarte un trabajo, pero tendrás que volver a la clínica, lo siento mucho. Debo actualizar tu currículo y tu expediente. 

El rostro del contrario se oscureció al pensar que tendría que volver de nuevo a la maldita clínica, en la cual hacia actividades de niños de infantil y no le dejaban salir a la calle sin que al volver le hicieran un control antidoping. Solo faltaba que le enseñasen a contar otra vez.

Denki al notar su tristeza le agarró de la mano amable y le dedicó una sonrisa cálida. 

- ¿Por que has recaído Shinsou? - inquirió cuando este se tranquilizó.

- Estaba en una fiesta y bueno, supongo que siempre seré un adicto fue lo que me dijeron cuando entre a la clínica. Lo siento.

- No tienes que disculparte conmigo, pero con tus padres si. Estaban muy preocupados. - quedaron un rato en silencio. - sabes que, no voy a adjuntar tu recaída. - sentencio Denki. 

Shinsou le miró sorprendido, ya que podían despedirle por eso. 

- Contactaré con varias empresas de reinserción social para confirmarme si tienen algún puesto libre. 

- ¿Y la clínica? 

- No te preocupes, servicios sociales tienen más poder que una clínica pública. 

El más alto quiso llorar de la alegría, abrazar a aquel chico y prometerle lealtad eterna, pero solo se limitó a sonreír ampliamente. 

- ¿Por qué haces esto?

- Siento que de esta manera te estoy ayudando más que de cualquier otra. 

- Muchas gracias Denki. - dijo conmovido y este solo le sonrió.

Sin embargo no le debía de dar las gracias a él, si no a su abuela quien fue la que le enseño ser así. 

- Hola buenas tardes, ¿integración, social? 

Otro día y otra vez que Kaminari Denki llegaba tarde al trabajo, no sabia como lo hacia ¡Si se había levantado aposta a las 7 de la mañana! En fin todas las personas están dotadas de  grandes talentos y el de Denki es llegar tarde siempre

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Otro día y otra vez que Kaminari Denki llegaba tarde al trabajo, no sabia como lo hacia ¡Si se había levantado aposta a las 7 de la mañana! En fin todas las personas están dotadas de  grandes talentos y el de Denki es llegar tarde siempre. Corría como si su vida dependiera de ello, más bien, su puesto de trabajo. 

- ¡Hey tu! - le llamó alguien cuando estaba llegando a la puerta del edificio. 

Ese era Shinsou, ralentizó el paso. 

- Hola que tal estas. - saludó cordial. 

- ¿Por qué no respondes a mis llamadas? - preguntó a que se estaba refiriendo. - llevo llamándote dos días y dejándote mensajes y mira. - le mostró la pantalla de su celular y era verdad estaba bloqueado, sin embargo había algo que no cuadraba.

- Este no es mi número, es el número de la empresa. - no pudo aguantarse las carcajadas. 

Shinsou lo miró avergonzado, quería que la tierra le tragara. Denki le preguntó que quería ya que se le veía algo desesperado.

- Solo, quería invitarte a cenar, ya sabes por lo del trabajo y esas cosas. - se sonrojó. 

- Vale, está bien. - sonrió.

Shinsou se sorprendió, sabia con suma certeza que le iba a rechazar. De la nada el rubio sacó un boli y comenzó a escribir en el brazo de Shinsou su número de teléfono. 

- Por si te vuelves a equivocar. 



Happiness [Shinkami]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora