Once

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La situación en la que me encontraba era demasiado incómoda, tenia a mi novio a un lado y al amor de mi infancia del otro. Aunque Ribba no sabia en realidad que era yo aquella niña con la que mandaba macanas.

Aclaré mi garganta para empezar a hablar pero algo me interrumpió.— Espera, tu eres Dani Ribba cierto, estabas en Fms.

—Ese soy yo.— Habló el enano. Sonreí orgullosa, porque si lo habia visto cuando competía.

—Bueno creo que nos tenemos que ir amor.— Intervine yo esta vez porque la tensión que había en el aire se podia cortar con una tijera.

—Un gusto haber conocido a tu novio, pelirroja espero volver a verte de nuevo, nos vemos....— Dejo la palabra en el aire al darse cuenta de que no sabia el nombre de mi acompañante.

—Javier, Javier.— Respondió el español extendiendo su mano al del pelo negro en forma de saludo. Hicieron el típico saludo de hombres y Daniel siguió su camino y nosotros el nuestro.

Fuimos a la caja después de habernos recorrido todo el súper y una vez allí mi novio se sacó un par de fotos con la gente, la cual lo felicitaban. Yo lo veía desde un costado y no podía explicar lo feliz que era al saber que el también era feliz.

Cuándo salimos del establecimiento yo frené y me colgué de su cuello, besandolo cortamente en los labios.

— ¿Y eso por qué? — Me tomó de la cintura mientras me sonreia.

— Porque me haces feliz y porque te amo.— Dejé un pico en sus labios y me separé de el para entrelazar nuestras manos y seguir caminando.

Llegamos a mi departamento y acomodamos todas las cosas que habíamos comprado en su lugar y nos sentamos a mirar una peli para aprovechar mi último dia de vacaciones.

Mañana empezaba nuevamente a trabajar y realmente me sentía mal por no poder darle más tiempo a Javi.

Daniel.

Me sentía mal, realmente me sentía mal, tenía una presión en el pecho que no me dejaba respirar bien, mis manos estaban mojadas por la transpiración, mi cabeza daba pinchazos y de mis ojos caían lágrimas saladas.

¿Por qué nunca me podía ir bien con alguien?

Hace un par de días había empezado a salir con una chica muy bonita, era amable, respetuosa y era obvio que no me queria por la fama, bueno ella ni siquiera sabia a que me dedicaba.

Pero las cosas salieron mal, muy.
No me podía permitir a amar cuando estaba o yo me sentia asi, atado a la castaña, a esa pibita que amé desde pendejo.

Estaba buscando en alguien más, todo ese amor que Gianella me brindaba cuando era pequeño, y en eso estaba realmente equivocado, no estaba bien buscar a una persona o tratar de olvidarla usando a otra, porque podia lastimar a la otra persona y podía herirme a mí. Y era lo que menos quería.

Necesitaba olvidarme de Nella pero no usando a otras chicas, necesitaba por fin sacarla de mi cabeza y poder seguir, poder ser feliz de una vez por todas.

Porque si ella no me busco en años, no hizo ni siquiera lo que yo hice con tal de volver a verla, ¿por qué yo si tenía que hacer esas cosas? ¿por qué yo tenía todo el trabajo?

Ella seguramente no sufrió la pérdida de nuestra amistad como yo, a ella le debe haber dado igual no verme más o habernos dejado a mi y a los demás chicos con el corazón partido en mil pedazos. Tal vez nunca derramó una lagrima por mi, o siquiera la mitad de las que yo derramé por ella.

Desde hoy iba a empezar a ver por mi e iba dejarla atrás.

Iba a tirar todos su recuerdos, los estúpidos recuerdos con ella para poder seguir, porque no podía ser que ella tenga mí corazón en sus manos y que ella sepa donde estoy, donde vivo y hasta mí nombre y ni siquiera me busco.
























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re dramático el dani je

𝐇𝐨𝐣𝐚 𝐞𝐧 𝐁𝐥𝐚𝐧𝐜𝐨; 𝐃𝐚𝐧𝐢 𝐑𝐢𝐛𝐛𝐚.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora