Capítulo 6

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Kara se ha ido con Ben y ha movido el auto un poco más al fondo del bosque, alejándolo de la estación de gasolina para mantenerlo oculto del helicóptero que ha estado sonando casi desde que llegamos a la autopista, no se ha acercado, pero no queremos que, en caso de que llegue a hacerlo, vea el auto.

Emily, Jaden y yo nos encontramos frente a la tienda, Jaden ahueca la mano como si fuera a recolectar algún líquido dentro y luego apunta el hueco de su mano hacia el resistente candado que mantiene la cortina cerrada, Emily y yo permanecemos detrás de él esperando a que podamos entrar, entonces una pequeña pero poderosa llama surge a una corta distancia de su mano. La llama es pequeña pero potente, concentrada, como la de un soplete. La dirige al arco del candado y comienza a calentarlo.

Después de un rato la parte del arco que Jaden ha estado calentando se torna roja y comienza a escurrir, tan pronto el líquido plateado sale de la zona en la que está el fuego comienza a solidificarse y después de un rato a la argolla del candado le falta un pedazo y el candado está lleno de deformidades causadas por el metal en estado líquido que escurrió.

Una vez que el candado ha caído al piso levantamos la cortina y entramos a la tienda.

Es una tienda pequeña, la única luz es la que entra por la puerta principal ahora abierta. Tiene un mostrador al fondo y una computadora donde muy probablemente algún día hubo algún empleado cobrando, detrás del mostrador una puerta gris sin detalles; además hay seis estantes como de mi altura puestos uno paralelo al otro con bolsas de papás fritas, galletas, pan, todo empaquetado, estamos de suerte. Más al fondo, al lado derecho del mostrador con la computadora hay estantes con distintas cosas, unos con revistas, unos con tarjetas de pago electrónico, teléfonos desechables, y algunos artículos parecidos; del otro lado del mostrador hay cuatro refrigeradores, uno lleno de bebidas, uno con helado y paletas de hielo y el otro con comida preparada, como sándwiches, hamburguesas y hot dogs, que se ve en muy mal estado.

— ¡Agh! — exclama Emily— este lugar apesta.

Caminamos por los estantes, Emily y Jaden permanecen con la nariz fruncida por el desagradable olor, sin embargo, yo lo conozco, y estoy acostumbrado, era el mismo olor que tenía el supermercado al que iba por comida, y había empeorado con el paso de los meses.

Los tres nos separamos para buscar cosas, lo primero que hago es abrir el refrigerador con bebidas. El interior está frío, tal vez el empleado cerró la tienda hace cuatro meses, en una noche común para ir a casa no apago los refrigeradores porque no sabía que al día siguiente ya no iba a regresar. Tomo una botella de agua simple, y la abro, me bebo casi la mitad en solo unos pocos segundos.

—Hey, tranquilo— dice Jaden mientras me mira desde el otro lado de la tienda— eso está bastante frío, vas a enfermar, además se siente feo en los dientes— hace una mueca haciendo como que se estremece— ¿Te ha pasado?

Niego con la cabeza, desinteresado.

—¡En serio? — pregunta sorprendido

—Luka no siente frío— explica Emily que se ha acercado al escuchar la conversación— tal vez es parte de su habilidad.

—Ya me lo había mencionado él— explica Jaden— Pero esto no es de sentir frío— él ya sabe que no siento frío— está bebiendo agua helada, incluso juraría que la botella tiene escarcha por fuera de tan fría que está.

— No solo no siento frío— explico y levanto los hombros en ademán de que no se la razón mientras sigo hablando— tal vez es parte de mi habilidad, es como si el frío no me afectará, puedo tocar el hielo como si fuera cualquier otra cosa sin que me lastime, a otros les quema si lo tocan por mucho tiempo.

DepuraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora