Capítulo 11

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//¡ Hola a todos! esta es la versión corregida del primer capitulo de la parte dos, espero que les guste!//

La luz comienza a bañar la habitación, luz que está ligada a la luz natural del lugar en el que estamos y no a la luz que hay en el lugar en el que está la habitación original de hotel que Gwen usó de modelo para crear esta, al menos eso dijo ella cuando le pregunte pocos días después de haber llegado al refugio, argumentando que aunque es una pequeña dimensión está en la misma posición geográfica que el refugio así que la hora va de acuerdo al punto en el que estamos en la dimensión común.

Me incorporo en la cama y froto mis ojos, la antes blanca habitación ahora es color azul, mi color favorito, un azul cobalto, como el azul del cielo cuando comienza a oscurecer. Las sábanas y la colcha también son ahora color azul con un estampado de mosaicos en azul más claro, rombos y triángulos formando curiosas formas. Me deslizo con poca energía fuera de la cama y camino hasta el lavabo, me lavo la cara, y los dientes, al mirarme en el espejo me alegra ver que mi apariencia, tal como las de mis hermanos, ha mejorado bastante, casi puedo decir que hemos recuperado la apariencia que teníamos antes de la depuración, después me dirijo al armario y saco ropa limpia con la que sustituyo rápidamente mi pijama.

Después de peinarme y ponerme zapatos salgo de la habitación y me encuentro con el oscuro y polvoriento sótano, las demás puertas están cerradas, una junto a otra, todas completamente juntas con apenas unos centímetros de separación. Las antes dieciséis puertas que eran después de que llegáramos al refugio ahora son veinte, desde que llegamos hasta ahora han llegado cuatro personas más. Me alejo de las puertas, paso junto a los estantes polvorientos y subo las viejas escaleras.

Fuera del sótano el pasillo está iluminado por la tenue luz del amanecer, el sol debe estar justo por salir, las grandes puertas dobles que están en el pasillo poco antes de llegar al sótano llevan a una biblioteca, un lugar bastante agradable, pero después de todo el silencio de la ciudad en la que pase esos oscuros meses me resulta difícil permanecer ahí demasiado tiempo. Ese silencio tan sepulcral me trae recuerdos que prefiero enterrar en lo mas profundo de mi mente.

Camino por el pasillo hasta llegar al final, de ahí llego al comedor para ver a Taylor comiendo un sándwich.

—Hola— la saludo

Ella me mira y me devuelve el saludo. Taylor tiene cabello largo, ondulado y oscuro, parecido al mío, su piel es apiñonada y sus ojos grises, creo que es de mi edad y no habla demasiado.

Sigo hasta el refrigerador dispuesto a prepararme un sándwich también. Entonces Kara entra hecha un torbellino en el comedor.

—¿Hay algo mal? — pregunta Taylor claramente movida por la apariencia de Kara, se ve igual que diario, pero hay algo en sus ojos, nerviosismo, tal vez algo más.

—Si— afirma ella rápidamente mientras se sirve un vaso de agua.

—¿Tuviste algún...? — ni siquiera termino la pregunta porque Kara afirma con la cabeza después de deducir lo que quiero decir.

—Cuatro— toma un trago de agua y continúa —de hecho.

—¿Cuatro? — pregunta Taylor extrañada— apenas lograremos armar los equipos suficientes para ir a cuatro misiones a la vez, ahora que lo pienso nunca habíamos hecho cuatro al mismo tiempo.

—Lo sé, lo sé— objeta Kara— y todas son urgentes e igual de importantes, no podemos posponer ninguna.

Después se sienta en la mesa, y se dedica a tomar tragos de agua y hablar intermitentemente.

—Desperté a Regina desde muy temprano, ya tiene listos los autos y también me tomé la molestia de hacer unos informes, así no tendré que explicar todo a cada equipo porque como habrán notado, no tenemos tiempo que perder y la mayoría aun no despiertan.

DepuraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora