Depuración

Capítulo 3

// Este es oficialmente el rewrite de el capítulo tres espero que les guste tanto como me ha gustado a mi//

Me acerco al sonido cuidadosamente, escondiéndome entre las sombras y los arbustos que decoran las aceras. Llegó al parque en poco tiempo. Los árboles y arbustos de este me cubren perfectamente así que avanzó con más confianza. Estoy llegando al borde del parque, justo cuando el pasto da paso al concreto cuando lo veo, es muy leve pero está ahí, una luz, luz de un auto probablemente, solamente veo el haz de las luces del auto derramándose sobre la carretera desde más al fondo de una calle lateral, no puedo ver el origen, solo el resplandor luminoso y leve por la distancia.

Me acerco cuidadosamente, al llegar a la esquina no me asomo, eso iluminaria mi rostro y me verían. Decido esperar. Observo la luz parpadear ligeramente, tal vez alguien esté obstruyéndola por momentos. Una vez que la luz permanece estable me asomo, como pensé la luz proviene de los faros de una camioneta enorme de color oscuro aunque no sabría decir que color exactamente debido a la oscuridad, camino por los patios de las casas para que no me iluminen mucho los faros, me acerco, no hay nadie dentro y tampoco se ve nadie cerca. Cómo adivine la camioneta es de la policía, bueno es todo lo que necesito para saber que debemos quedarnos en casa.

Trato de abrir una puerta y esta no opone resistencia, no tiene seguro así que me apresuro a registrar todo el interior de la camioneta, a los costados de las puertas, en la guantera, debajo de la radio, detrás de cada asiento, en la cajuela, cuando reviso la cajuela finalmente encuentro algo, maletas, hay casi siete maletas u ocho apiladas y formadas pulcramente, abro la más cercana.

Latas de comida instantánea deshidratada, y barras de suplemento alimenticio. Encuentro dentro también dos armas pequeñas y un rifle de precisión, municiones, una cuerda gruesa con grilletes en ambos lados, deben ser para sujetarla, y un botiquín pequeño en una caja de plástico transparente.

Ahora sí me saqué la lotería, de todo lo que había encontrado desde que me quedé aquí. No lo dudo ni un minuto y cierro la maleta, me la cuelgo al hombro y bajo de la camioneta, justo cierro la puerta detrás de mí, dispuesto a volver a la casa cuando una luz me ciega. Parpadeo como desesperado, tratando de ver algo.

—¡Quién eres? — me grita una voz masculina, de un hombre mayor diría yo.

No respondo, corro en la dirección en la que sé que debo ir, pero no soy tan rápido y alguien sujeta la maleta en mi espalda, caigo al suelo y una mano grande me toma desde atrás por el cuello de la playera. Me obliga a levantarme.

—¿Cómo llegaste aquí? Dime tú nombre— ordena. Yo solo puedo retorcerme y gruñir mientras trato de liberarme.

De repente me suelta, me quedo recargado contra la camioneta, en algún punto me aprisionó contra ella. En ese momento la linterna cae al piso, mis ojos aturdidos ven solo manchas obscuras irregulares que se mueven por todos lados, poco a poco desaparecen y las siluetas comienzan a dibujarse. Ruidos secos como golpes se escuchan a mi alrededor. Parpadeo un par de veces antes de poder ver bien, o bueno lo mejor que he podido ver desde que tuve que acostumbrarme a ver en la oscuridad.

Jaden está sobre un hombre maduro, por lo que puedo ver no debería ser mayor de treinta y cinco años. Una mano aferra repentinamente la mía y me jala, me niego por instinto saliendo al fin de mi estupor. Sigo el brazo hasta ver el rostro correspondiente a la mano que me sujeta.

Es Kara.

Un gruñido de Jaden me hace voltear justo cuando el hombre lo arroja hacia atrás, el trastabilla y lanza una llamarada de fuego en forma de abanico, el hombre no lo toca pero el calor debió ser suficiente para que sintiera miedo ya que retrocede dándonos tiempo justo para correr todos hacia el parque. Kara corre junto a mi mientras que Jaden viene un poco más atrás, alcanzamos el parque justo cuando se escuchan disparos, el estruendo repentino y estridente hace que me sobresalte, pero no me detengo.