Siete días EndeHawks #EHweek2020

7: Boda

De cualquier manera

Tenía ganas, y no hablaba de exactamente de comida o de alguna "actividad física" que requiera estar montado o en cuatro para un pelirrojo de ojos color cielo.

Nada de eso.......... Aunque lo último no le sonaba para nada mal.

Se estaba desviando del tema principal, tenía ganas de casarse.

Hace más de tres meses que su pareja, amante, su compañero de cama le había propuesto matrimonio, obviamente acepto de inmediato saltando sobre el de pelo rojo una vez le puso el anillo pero he ahí el problema.

Estuvo tan ensimismado que no pregunto si habría una fecha agendada o qué fecha más cercana habría para poder casarse y unir sus vidas aún más de la que ya estaban.

Ya vivían juntos, dormían juntos, cenaban juntos, despertaban juntos e incluso muchas veces se bañaban juntos.

¿Sonaría egoísta querer decirle a todo el mundo que ese espécimen de hombre perfecto era su pareja?

Aún si sonará egoísta le importaba muy poco lo que la gente opinara, le tenía sin cuidado lo que las personas hicieran el estaba feliz con estar con Enji y Enji a pesar de ser un hombre de no muchas palabras o de palabras más directas le demostraba con acciones lo feliz que era a su lado.

Besos en la mañana, desayunos perfectamente preparados en sus días libres, los más hermosos regalos en los días especiales y las más increíbles noches de pasión.

Si eso no era amor, no sabía lo que era ni tampoco haría mucho para cambiarlo, a excepción lo de cambiar su apellido a Todoroki. Hasta se le formaba un estallido de felicidad con solo pensarlo, Todoroki Keigo, sonaba muy bien, ya tendría que preparar las tarjetas de presentación con ese nombre y apellido.

Aún si en su país no aceptará la homosexualidad podría ir al extranjero a casarse, no era exigente con una boda por civil ya era feliz, tenía el anillo que le había dado Enji aunque no podía usarlo mucho por lo que también venía con una cadena de oro para poder usarlo bajo el traje. El anillo de Enji era especial ya que el suyo no se derretía a altas temperaturas, gracias a los quirks se podía hacer maravillas con las cosas, el mundo cambiaba aunque muchas cosas seguían igual. El era un héroe y tenía que atrapar a los villanos, un interminable círculo infinito sin comienzo ni fin.

Realmente quisiera que su sueño se hiciera realidad, un mundo sin crímenes sería un mundo donde quisiera vivir, estar en paz con su pareja, ir de viaje, tomarse de la mano mientras se tomaban una selfie frente a la torre de París. Lastimosamente su realidad era otra, con razón decían que soñar no cuesta nada.

Abarrotado por la realidad termino su turno y se fue a casa sin muchas ganas, ayudaba algunas personas en su camino a casa con sus plumas. Al llegar vio un poco raro que las luces estuvieran apagadas por lo que se dispuso a adentrarse al departamento, al salir del pasillo de la entrada pudo ver unas pequeñas velas por los muebles que hacía que pudiera ver y divisar a su amado y bien formada pareja mirándolo fijamente mientras vestía unos pantalones negros junto a una camisa blanca y una corbata de color vino que muchas veces habían usado para atar sus manos y hacer cosas para nada decentes, con solo recordarlo sus mejillas se teñían en rojo.

–Te conozco lo suficiente como para decir que tú mente ya está pensando demás–

–Entonces la estás usando a propósito– Pregunta con una pequeña sonrisa mientras se va acercando dónde estaba su pareja.

–Posiblemente– Se acercan lo suficiente y le da un casto beso en los labios de su alada pareja –Bienvenido–

–Por muchas veces que lo oiga sigue sonando demaciado bien– Le devuelve el beso ayudándose por su quirk –Estoy en casa– Dice sonriéndole.