El Tóxico Sentimiento

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Lo había logrado, le tomó tres días de nauseas hablarle a la primera Gryffindor que se cruzó en su camino, una que pese a ser de su curso no recordaba haberla visto antes, la rubia sonreía y reía sin sentido, haciendo que él despreciara cada segundo que pasaba con ella, pero la necesitaba cerca, ella sería quien le trajera aquella tarea

Una sonrisa, una invitada a un partido, un helado y solo eso necesitó para decirle que necesitaba esa tarea con urgencia, para que ella se ofreciera a traerla, "buena leona..." pensó con burla, pero fingió sorpresa e incluso se negó a involucrarla, ella insistió y con falsa resistencia tuvo que aceptar que ella trajera la tarea para él y cuanto aceptó, la rubia se puso de pie y salió del gran comedor y Draco con una mirada maliciosa al igual que su sonrisa la vio irse, pero su expresión despareció cuando Zabini se sentó frente a él

-¿Otra Gryffindor, Malfoy?- preguntó el moreno con verdadera preocupación- ¿Qué se supone que estás haciendo?- insistió intrigado pero no obtuvo respuesta

-Nada que te importe- respondió el rubio disgustado quitándose de la mesa del gran comedor para salir y encontrarse con el trio de oro que recién iban a entrar, le dio un rápido vistazo a la castaña que Weasley abrazó poniéndola en medio de los dos, ella solo rio entretenida y el rubio quiso apartarlos de ella- malditos- susurró entre dientes cuando entraron, fijó la vista en la escalera esperando que regresara Lavender, rogando porque solo le entregara la tarea y nunca más en su vida tuviera que volver a hablarle

Y mientras esperaba, vio pasar a la única Weasley y sintió nauseas al sentir el perfume excesivamente dulce que llevaba la pelirroja, como para hacer una mueca que ella le correspondió y se escuchó cuando ella azotó la puerta molesta de empezar su día viendo precisamente a Malfoy, pero quien la manda a no bajar con el dueto de idiotas y Granger

Y ahí seguía colmando su poca paciencia a la espera de Lavander empezando a ir de una punta a la otra, quería volver adentro, pero debía esperar el regreso de la despreciable rubia que tardaba siglos en volver, tanto que primero le llegó compañía de su propia casa. Alguien le tocaba el hombro haciendo que girara, para ver atrás suyo a la hermanita de Daphne. La miró extrañado, pero logró esbozarle su característica sonrisa ladina

-¿No es mejor esperar que empiecen las clases dentro del gran comedor?- preguntó ella viendo las escaleras de las que aun bajaban estudiantes de Gryffindor

-Estoy esperando que me traigan algo- comentó él sin querer dar razones cruzándose de brazos- ¿tú que haces aquí?

-Solo vine- susurró desviando la mirada- algunas cosas es mejor no saber, Draco- se balanceó de adelante a atrás un par de veces y volvió a verlo- yo habría buscado otra persona para encomendarle tal misión- le admitió con viveza en sus ojos celestes- Lavender puede ser... todo una... chismosa- admitió haciendo que Draco sonriera entretenido- hasta yo lo sé, siendo que jamás he visto clase con ella- defendió el motivo de asegurarlo

-¿Cómo lo sabías?- le preguntó sin más, perdía el tiempo intentando negarle algo a la astuta de primer año y ella solo sonrió mordiendo la punta de su propia lengua

-Te escuché el otro día- confesó sin dejar de balancearse en su sitio- como sea, tengo que volver adentro, yo solo vine a prevenirte de... bueno tu asistente- comentó con gracia girando sobre los talones para entrar

-Que considerada, gracias- mofó sin girar a verla

-Lo sé- admitió con egocentrismo y regresó al gran comedor logrando ser echada de menos al volverse a quedar solo

Lavender aún no se veía volver y primero Hermione salió del gran comedor, se miraron unos segundos y la vio seguir su camino antes que Ginny le preguntara por algo y ella recordará no haberla traído con ella, la castaña se detuvo en seco y se despidió de sus amigos para ir a la torre de Gryffindor, haciendo que Draco maldijera, alcanzándola antes que termina de subir los escalones para distraerla, mientras Lavender lograba salir de la casa de Gryffindor, todo tema servía, sin embargo ella seguía avanzando hasta llegar al cuadro de la dama gorda y ahí Hermione le sonrió con calma y se despidió esperando que Draco se fuera para poder decir la clave de la casa dorada carmesí

Amor Infantil [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora