La Maldición de Brahms

Capitulo diez

" El niño "

Desesperada y asustada, Liza subió las escaleras de la siniestra mansión. Entonces lo escuchó; esa voz, más bien un susurro, la guió hasta una habitación en donde habían unas seis velas prendidas colocadas en el suelo en forma de estrella, fotos de Brahms con sus padres por todo alrededor que dicho muñeco permanecía sentado a un lado en una mecedora, y en medio estaba su hijo sujetando a su inconsciente hermana quien seguía con los brazos y piernas atados.

La madre sentía como los fuertes latidos de su corazón subían hasta sus oídos. Sin poder creer lo que veían sus ojos, dejó el rifle recostado de la pared y llorando se acercaba a él.

Estaba viviendo una verdadera película de terror. Tragó saliva para aclarar su garganta.

-¿Jude? - dijo. El nudo que se le formaba en la garganta casi no la dejaba hablar. -¿Q-Que le has hecho a tu hermana?.

Claro que ella no sabía lo ocurrido minutos antes con su acosador.

Liza dudaba de si en verdad le hablaba a su hijo. Pues era obvio, si de verdad era él no podría llevar a su  <<inconsciente o quien sabe si muerta>> hermana en brazos como si nada. ¿Con qué fuerza si es un niño?.

El peli castaño no dijo nada, solo lanzó a su hermana a los pies de Liza como si de un saco de patatas se tratara.

-Esta no es forma de tratar a tu hermana- le decía mientras quitaba las cuerdas de la chica que se quejaba de dolor debido al golpe. Solo se tardó un segundo en desatarla para que Jude tomara el rifle y le apuntara con él.

-Papá y tú nos has dejado solos todo el tiempo.

-No los hemos dejado solos, solo fue por esa noche porque teniamos ... - Jude la interrumpio.

-¿Tenian qué? ¿Trabajo? - dijo sarcástico. -¡Mentira! Esa noche habian terminado de trabajar y en vez de volver a casa, aprovecharon para salir a cenar..  Para estar lejos de Alex y de mi, mientras que a nosotros nos atacaba un demente que en unas horas será comida para gusanos.

En ese momento nos dimos cuenta de que no hablábamos con Jude, si no con Brahms. Entonces voltee la mirada hacia mi madre, tenía la misma cara que pones cuando te pillan con las manos en la masa.

-¿Eso es cierto? - le pregunté.

-Jude no lo entendería, pero tu sí. Alex entiende que tu padre y yo si trabajamos mucho, solo queríamos un momento para nosotros.

- ¡¡Yo también trabajo mucho!! - grité exasperada. - ¡¡Vosotros no trabajais los fines de semana y yo me quedo con Jude en MI apartamento!! ¿¡Y me dices que no tenéis tiempo para vosotros!!?.

- ¡Alex, calmate! Esto es lo que él quiere- dijo refiriéndose al muñeco.

Mientras discutimos mi padre estaba escondido detrás del muñeco con un mazo de croquet preparado para romperlo, pero él fue más listo, Jude volteo hacia él y le disparó en el pecho y luego le disparó a mi madre justo en la frente.

-¡¡LIZA!!- gritó mi padre arrastrándose hacia ella.

Forcejeo con él por quitarle el arma, pero se volvió a disparar. Abrir los ojos como platos, no podía creer que en un segundo mi familia se estuvieran muriendo ensangrentados en el suelo.

-¡Maldita! - era la voz de Brahms quien agonizaba en el suelo. Me llené de rabia e impotencia; Cogí el mazo y golpee su cabeza hasta aplastarla completamente y lancé los restos al fuego incluyendo la máscara que llevaba Jude.

-Me duele.. Alex- esta vez hablaba mi hermano. Con mis manos hice presión en la herida de su abdomen para detener la hemorragia. Yo no era médico ni aspiraba a serlo, pero aprendí algo de ver tantas series de crímenes.

-No te preocupes, te pondrás bien- le dije llorando. Miré a mi padre abrazar el cuerpo de mi madre, ninguno de los dos se movía. Los ojos de mi padre estaban abiertos pero sin pestañear. El balazo en el pecho lo mató.

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-No podía hacer nada más que subir a Jude a mi espalda y salir de ese lugar.

Estaba en el Departamento de policía narrando la historia por tercera vez con un detector de mentiras, mientras que mi hermano era atendido en el hospital.

-Esta bien, esperaremos a que el juez decida ante tu declaración. Mientras tanto mi compañero te llevará con tu hermano- me dijo la teniente y me fui con un policia hacia el hospital.

-Es increíble que le hayamos puesto a alguien el detector tres veces y que no detecte nada- le decía la rubia a sus compañeros.

-Porque dice la verdad- contestó uno de ellos, aparentemente el más mayor. -Hace 30 años tuve un caso como este; Denunciaron la desaparición de una niña cuyo cuerpo fue encontrado en el bosque cerca de la vivienda de los Heelshire. Se llamaba Emily Cribbs y su cabeza estaba aplastada. Cuando llegamos a la mansión para interrogar a la familia, la casa estaba en llamas y el niño estaba dentro así que lo dimos por muerto y se cerró el caso. Tras la declaración de los padres y de las personas que los conocían, algunos decía que era raro, que no le gustaban las visitas ni los animales, no tenía amigos y que siempre estaba serio. Otros decían que era un niño muy bueno pero que había cambiado, Por otro lado los padres dijeron lo mismo, pero que el chico siempre decía que el muñeco le hablaba y que escuchaba voces.

-Quitando lo de que el muñeco le hablaba, yo diría que son las características que definen a un sociópata - agregó otro teniente.

-Y la cosa aún no termina ahí -continuó hablando. - Veintiocho años después una mujer llevó a un hombre herido al hospital. Ella me contó que fue a trabajar como niñera a esa casa pero el niño resultó ser un muñeco. Tras una discusión con su ex novio rompieron el muñeco y de las paredes salió un hombre con una máscara. Quien resultó ser el niño a quien dimos por muerto - los tenientes se exaltaron al escuchar eso, pero continuaron escuchando en silencio. -Al principio dudé pero luego me dije ¿Y si es verdad? Quiero decir, yo solo ví una casa en llamas nadie sabe si de verdad incubrieron a su hijo. Así que cuando mi compañero y yo fuimos a la casa todo estaba patas arribas. Las paredes estaban hechas pedazos y por dentro habían pasadizos que te llevaban a cualquier rincón de la casa. Y no solo eso; Encontramos a un hombre en suelo con un destornillador clavado en el abdomen y en su cara llevaba una máscara de porcelana. Su cara estaba quemada.

-¡Dios! .. Esto da escalofrío- dijo la rubia. -¿Quieres decir que el espíritu de ese hombre está en el muñeco? -.

-No lo creo- contestó el mayor. -En los archivos aparecen casos de distintas familias que murieron a mano de sus hijos, vivieron en la misma casa. Niños entre ocho y once años que no tenía razón para matar a sus padres. Sus declaraciones fueron las mismas : "Porque el muñeco me dijo que lo hiciera".

-Y a todos les regalaron el mismo muñeco- añadia la teniente mirando las fotos. -Los amigos imaginarios, los espíritus y las maldiciones existen al igual que la brujeria, solo que nadie creen en ello hasta que lo vive.