FÁBULAS DE CADETE

Primera fase de selección

Si estás pensando entrar a cualquier Escuela Naval debes saber que existen fases que debes pasar para ser uno de los afortunados seleccionados para ser nuevo ingreso.
Aquí les comparto mi experiencia personal de la primera fase, el examen cultural Exani II, además les daré algunos consejos para sobrevivir a este.

Cabe mencionar que, como todo, la realidad va a depender de la zona o región naval a la que acudan, todo lo que les diré será en relación a dónde yo acudí y una que otra cosa que me comentaron mis hermanos que les pasó a ellos dónde acudieron.

Para presentar el examen Ceneval debes estar en el horario que te indiquen en el lugar que hayas seleccionado.

En mi caso, lo presenté en Islas Mujeres. Tuve que levantarme aproximadamente a las 3 o 4 de la mañana, porque tenía que tomar el ferri desde Cancún a las 5:30 para llegar prácticamente rayando porque no encontraba transporte al puerto y como soy pobre, no podía pagar taxi hasta allá. Y como todo buen foráneo que vivía solo, no tenía nada para desayunar por lo que me fui con el estómago vacío a presentar mi examen, algo que no les aconsejo para nada, ya que estarán un buen rato esperando a que los de la naval y los supervisores del Ceneval se organicen para pasarnos a todos.

Retomando lo anterior, estuvimos sin mentir, unas 2 horas esperando a que nos separaran por carreras, pasaran lista de los presentes, revisaran que lleváramos TODOS los documentos que solicitaron para poder tener derecho al examen y demás cosas.

En lo que estábamos esperando, recuerdo que habían algunos chicos platicando o repasando lo que habían estudiado lo cual me ponía muy nervioso porque yo había estudiado solo una semana antes para el examen debido a que yo estaba en otra universidad y no tenía mucho tiempo libre. Entonces, los escuchaba decir una y mil cosas que yo no recordaba.
Durante ese tiempo, aprovechamos para intercambiar números para hacer un grupo  en WhatsApp, ya saben, para saber quién había quedado. Total, que después de mil horas de estar parados, hambriento, con sed y encima súper nervioso, al fin empezaron a pasarnos.

Nos sentaron en mesas redondas, 10 en cada una y después de esperar otro rato a que todos tuvieran lugar, comenzaron a repartir los exámenes. Perooo, vaya sorpresa, la organización por parte de los supervisores del Exani era fatal, se equivocaron en dar los exámenes así que nos los retiraron y mil siglos después, los volvieron a repartir.

No se imaginan lo nervioso que estaba, yo sentía que no tenía ni la mínima oportunidad de quedar, todos se veían muy intelectuales, más preparados. Yo ni había comido nada, recuerdo voltear a ver a cada rato la botella de agua de una chica que estaba en la mesa de a lado, esas ganas insoportables de querer levantarme, tomar el agua y tener aunque sea eso en el estómago me estaba inquietando.

Cuando al fin empezamos el examen, respiré hondo y trate de dejar de lado todos los nervios e inquietudes. Conforme iba resolviendo, veía que las personas a mí alrededor iban más avanzados, trate de tranquilizarme lo más que pude y seguí. Faltaban como 30 minutos para que nos retirarán las hojas y aún me faltaban algunas preguntas, ya casi todos habían terminado y me empecé a sentir muy presionado (aunque nadie me presionaba).

Al fin acabé faltando pocos minutos, revise mil veces que no estuviera ninguna pregunta sin contestar y lo entregué, derrotado, inseguro, decepcionado de mismo y resignado al fracaso. Porque si, no se imaginan lo frustrante que es querer tanto algo y sentir que jamás lo lograrían cumplir. Y dirán, si no hubieses quedado podrías haberlo intentado el próximo año, pues no, para mí ya no habría próximo año porque ya tenía el límite de edad para hacerlo.
De hecho, cuando quise hacer mi registro en la página de la uninav no me dejó a la primera, por mi edad. Sin embargo, debido a que cambió la convocatoria de ese año, me mandaron un correo para que volviera intentarlo porque ahora sí cumplía con el requisito de edad (agradecido con el de arriba).