4

2.2K 136 37
                                    

·4·

—¿Qué sentiste cuando volviste y notaste los cambios tan drásticos y desiguales que se habían producido? Me imagino que hasta personas, como por ejemplo niños inocentes, también debieron sufrir esas consecuencias.

—En ese momento sentí mucha molestia, impotencia, dolor por lo vacíos que se encontraban, todo estaban perdidos y no lo notaban, dañaban a niños a los que juraban amar.—Acomodé mi cabello y me quité mi chamarra, rogaba porque esta entrevista ya acabara y pudiera largarme lejos por fin. Gladys me extendió un pequeño pañuelo descartable, lo pasé por mi cuello y bebí agua.—Estaba segura que Joaquín no estaría para nada de acuerdo con la actitud de su hijo mayor, me consta que ama a todos y cada uno de sus hijos por igual, hubiese estado en total desacuerdo con lo que estaba sucediendo en esos momentos.

—¿Con Joaquín te refieres a Joaquín Guzmán, alias El Chapo?—Asentí.—¿Alguna vez volviste a tener contacto con él?

—Por supuesto que sí, no es secreto que lo primero que hizo al volver a fugarse de la prisión, con ayuda de antiguas relaciones en Colombia—Mentí, sabiendo a la perfección que había sido con ayuda de la familia de Yanetk y los tratos que tenían con el presidente del país donde el mayor se encontraba en cautiverio. pero no podía echarnos un cargo más encima.—Lo primero que hizo fue contactarse con sus hijos.

—¿Cuánto tiempo había transcurrido con ustedes al mando del Cártel de Sinaloa para cuando eso sucedió? Ese hecho tan mencionado y diría que hasta histórico.

—Once meses.—Ella volvió a anotar y asintió incitándome a seguir algo que no hice. Con el tiempo había aprendido que responder lo justo, necesario y de manera concisa era lo mejor en estas situaciones.

—En ese transcurso de tiempo. ¿Volviste a tener relación alguna con Ovidio Guzmán?—Una pequeña sonrisa, un tanto avergonzada, apenada y obvia me delató.—Tus gestos me dicen que tu respuesta es afirmativa—Hice un gesto con mi cabeza confirmando su suposición.—¿Qué tipo de relación, Paulina?

—La única que podrían tener dos personas enamoradas.

—Ovidio no demostró estar enamorado de ti, o que le interesaras al menos, cuando te dejó sola y a tu suerte con las autoridades, tanto mexicanas como estadounidenses.

—Pero sí me demostró estar arrepentido de lo que hizo cuando volvimos a tener contacto.

—Cuéntanos más por favor.

Alejé de mi vientre la blusa holgada que llevaba, mojé mis labios y hablé.

—El shock que habíamos causado al ser presentadas ante la organización, fue casi de la misma inmensidad que la furia, desconcierto y desconformidad. El primero en levantarse totalmente en contra fue Iván

—Iván Archivaldo Guzmán.

—Ese mismo.


—¿Y tú qué crees Ismael? ¿Que vas a hacer tus pinches tratos a mis espaldas con la primer pinche vieja arrastrada que encuentres y yo voy a bajar la cabeza, sumiso y aceptar los nuevos cambios?

—Exactamente eso será lo que harás.—Con una seña con mis ojos hice que entraran más escoltas a la oficina que ahora utilizaríamos Yanetk y yo. Iván estaba muy alterado desde el momento en que fuimos presentadas ante todos los dueños, jefes y cabecillas de plazas, sicarios y seguridad, que temía que pudiera perder la cabeza y hacernos algo.

—No estoy hablando contigo maldita arrastrada.

—Cada uno de esos calificativos tan bonitos que le estás diciendo a mi hermana y a Paulina te serán devueltos en forma de pequeños, juguetones y amistosos cariñitos de parte de mi familia.—Jacob, el hermano de Yanetk, masculló aquello entre dientes tomando al Guzmán mayor por el cuello de su camisa entre sus puños. Contendiente su furia y las ganas de querer golpear hasta el cansancio al hombre que tanto daño le hizo a su hermana menor.—Así que tu dirás, o te callas esa bocota y escuchas muy bien lo que Paulina te está diciendo con too respeto o acabas pidiendo limosnas a la par de tu hermano.—Señaló con su cabeza a Ovidio que estaba sentado a un lado de Alfredo, viendo desde unos pasos más atrás. Él bajó apenado su cabeza dejando de observarme con esos ojos que demostraban el dolor, la sorpresa y hasta el arrepentimiento que tenía escondido detrás del brillo que tenía debido a las lágrimas que acumulaba.

Señorita Pólvora 2 ||Ovidio Guzmán||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora