Correr o Morir // TMR: Newt FanFiction

El comienzo

Sintió el rayo del sol pegar en su rostro. Tenía calor y el sudor caía en su frente. Abrió los ojos y se encontró con un cielo celeste, sin ninguna nube. Estaba acostada en un suelo de piedra.

Se sentía confundida y desorientada. No sabía cómo había llegado allí. Pero, sobre todo, no recordaba nada de su vida. Sólo un nombre sumergió en su mente Charlotte. ¿Por qué no podía recordar? Se tocó la cabeza para ver si se la había golpeado, pero no había sangre, ni dolor.

Se sentó para observar mejor su alrededor. Lo único que había eran muros altos de piedras que formaban pasadizos. ¿Dónde diablos estoy?

Con cuidado se levantó. Tenía miedo de que sus piernas le jugarían una mala pasada y temblarían. Sin embargo, se sorprendió que se encontraba bien físicamente. Su ropa era algo grande para su pequeña figura. No pudo evitar preguntarse cuántos años tenía. Ni siquiera podía recordar su aspecto y empezaba a tener una sensación de vacío en su interior. Como si algo faltaba en su vida.

De repente, sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escuchó un sonido metálico detrás de ella. Sobresaltada, giró para mirar. Sus ojos se pusieron en blanco ante la horrible criatura que se encontraba a solo unos metros de ella. Su cuerpo era como el de una enorme babosa. De su cuerpo sobresalen unos siniestros miembros filosos a modo de brazos. La cuchilla de una sierra era uno de los brazos, junto con una colección de tijeras. Era una mezcla siniestra de animal y maquina.

Nunca antes había visto algo parecido. Al menos no que recordara.

La criatura emitió una especie de aullido agudo que obligó a Charlotte taparse los oídos. Lo que también hizo que reaccionara y empezara a correr, escapando de la criatura.

Los ruidos metálicos la seguían de cerca de atrás. Temía darse vuelta y perder la visión de adelante, ya que podría golpearse con alguna pared.

Continuó corriendo hasta entrar por unos pasadizos mas estrechos. Debía doblar mas seguido. Había zonas que la llevaban a un callejón sin salida y debía retroceder con velocidad para seguir la delantera.

Tomaba bocanadas de aires para llenar sus pulmones de oxigeno, aunque no estaba segura cuanto mas iba a poder durar. Sus piernas suplicaban que dejara de correr y el corazón podría salirle en cualquier momento. Aún así, no se detuvo.

Llegó hasta un largo pasillo donde del otro lado veía árboles y césped. Sin embargo, había dos muros que se estaban cerrando y podría significar que quedaría atrapada en ese lugar con esa criatura. Por lo que dio el último esfuerzo. Corrió a toda velocidad hasta cruzar los muros y se tiró al suelo. Detrás de ella se escuchó el estruendo de los muros juntándose.

Había escapado de una horrible criatura, pero no sabía lo que había de este lado del muro.

Se quedó acostada en el césped, recuperando el aire perdido. Todo su cuerpo dolía y rogaba por tomar un sorbo de agua. Su cabeza le palpitaba y caían grandes gotas de sudor.

Su tranquilidad terminó cuando escuchó voces y, rápidamente, se obligó a ponerse de pie. Detrás de ella se acercaban dos chicos con expresiones confundidas. Ella retrocedió varios pasos hasta chocar su espalda con el muro.

"¿Quién eres, Shank?" preguntó un chico asiático de cabello negro y corto.

¿Shank? ¿qué es eso?, pensó.

Su corazón, que se había recurado hace un momento, volvió a acelerarse y el pánico consumió su cuerpo.

Sus ojos se movían con velocidad hacia los chicos que la miraban fijamente. Eran jóvenes. Niños. No podrían tener mas de catorce años. Quizá como ella. El compañero del chico asiático era un chico moreno y alto, y de mirada seria. Sus ropas estaban manchadas con tierra y se veían sudorosos.

"N-no lo sé" respondió con voz temblorosa. Su voz sonó un poco ronca por la falta de agua "¿Dónde estoy?" preguntó.

"En el área" respondió un chico moreno.