Vier.

742 107 19
                                    

Cada corte es por una razón diferente, este por dejar morir a Conway y este por Idiota etc…
Cada cicatriz cuenta una historia, una guerra contra mí mismo, cada lágrima que cae lentamente por mi cara, muestra un poco de mí sufrimiento.
No es que crea que estoy loco, que todo es una locura, sino todo lo contrario, es un alivio, un descanso que te hace sentir más dolor físico que psicológico.
Ir a través de él es un dolor. Es un dolor en el cuerpo, se convierte en adicción, pero los cortes te dejan más aliviado en cierto modo, y como cualquiera que haya hecho este tipo de cosas me entiede, una vez que empiezas ya se hace casi imposible de detenerte.
Estas personas como yo lo hacemos generalmente porque nos parece normal, algo que nos hace sentir bien, pasarse la noche cortándose y por la mañana salir con una sonrisa para que la gente no pregunte.
La gente que te conoce sabe que en esa sonrisa de mierda pasa algo.
Tumbarse en la cama con los cascos y empezar a rayarse, pensar que todo lo que haces es inútil, como tu mismo. Tienes ganas de tirarlo todo pero todo a la mierda, gracias a esas personas que te hacen sentir como una mierda, una puta mierda. Te pones ya automáticamente la canciòn que más te raya, la que te hace llorar. Al llegar al estribillo coges la cuchilla, te miras en el espejo y piensas todo lo malo de ti.
Empiezas:“Este por cobarde, este por no servir para nada asqueroso, este porque no te quiere nadie…” Y así sigues….
Y te vas a dormir, sueñas que estas solo, en el suelo muerto y nadie llora por ti.
Te despiertas sin ganas de otro día y será el ultimo.
No es una amenaza, es una mentira que acabará siendo cierta. Para irte a la calle te pones mil y una pulseras para que no vean los cortes, blusa o chaqueta.
Tienes miedo de decir adiós, de que tal vez algun día puedas superarlo, pero y si no? Y si te pasas el resto de la vida llorando y cortándote?.
Sé que te doy vergüenza Conway, te juro que pararé. Pero sabes que no podré hacerlo.
Lucho para parar…
Espero que esta tortura acabé pronto. Me devato entre la vida y la muerte. Pero cada vez me siento peor, me veo peor…¿Algun día lo superaré Jack?.

Es lo que pensaba Gustabo todos los días de su vida, siempre se tiraba abajo, estaba triste a todas horas, el único que lograba hacerlo reír y olvidarse de sus problemas, era su pequeño hijo Alexander.

Hasta que le llegó un mensaje que cambió todo.

-El Gringo-
Hey! quieres ir a cenar?
[16:30 p.m]

Lo pensaré.
[16:32 p.m]

-El Gringo-
Vengaa Gustabo, Yo invito.
[16:32 p.m]

Venga, acepto, espera que me cambio.
[16:35 p.m]

-El Gringo-
Paso por ti en una hora ;)
[16:35 p.m]

Gustabo sonrió levemente sin darse cuenta, había conocido a aquél chico en el parque cuando salió a pasear con su hijo.

Era un chico bastante amable, le caía bien, además era de confianza, amigo de Volkov, Horacio y otros más.

Comenzó a sentirse un poco más feliz que antes.

  ➮Cambios❲Intenabo❳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora