➮Ｃａｍｂｉｏｓ❲Intenabo❳

Ｅｌｆ.

Gustabo se dirigía hacía el Mecánico nuevamente, había quedado con Nadando para verse y charlar sobre algunas cosas.

¿Realmente Charlarian?

Aún no tenía como averiguar aquello, símplemente sabía que estaba demasiado nervioso por lo que podría llegar a ocurrir.

Al parar en el semáforo, se acomodó su corbata mientras se miraba por uno de los espejos del coche, se guiño un ojo a el mismo y continuó manejando.

Mientras tanto, nuestro querido Armando, se encontraba en el taller, con su tipo traje color rojo.

Se miraba en uno de los espejos que había en su despacho, se peino un poco para estar más presentable, aunque el sabía que siempre estaba muy guapo.

Se hecho un poco de colonia y sonrió frente al espejo.

Hoy es tu gran día

Fue lo que sé dijo a él mismo mientras esperaba pacientemente a Gustabo.

Pasaron unos 20 minutos y Nadando seguía bastante nervioso, tenía ganas de que Gustabo llegara ya.

El menor llegó al Mecánico, estaciono el coche en uno de los parking y se bajó de éste, colocandole el seguro y la alarma.

Sacó su celular de la caqueta y decidió enviarle un mensaje de texto a nadando.

El mayor sintió como su celular comenzó a vibrar y cogió rápidamente aquél, notando que tenía un mensaje de texto de Gustabo.

Gustabin
Ya llegué, ¿dónde estás?
[15:20pm]

Yo
Estoy en mi despacho, pasa.
[15:21pm]

Gustabo leyó el mensaje, entró al taller de mecánicos y se dirigió hacia el despacho del jefe.

Notó que alguien abrió la puerta y lo jaló de su corbata, mientras comenzaba a besarlo apasionadamente.

Gustabo se apartó rápidamente y al notar que era Nadando, volvió a besarlo de igual forma.

Estuvieron varios minutos deborandose a besos, hasta que Nadando tomó de las piernas a Gustabo y lo alzó a upa, colocó ambas manos en su trasero y lo apretó suavemente mientras continuaban besándose.

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Gustabo se aferró con sus piernas a la cintura de Nadando para no caer y bajó sus besos hasta el cuello del mayor, comenzando a dejar besos húmedos y suaves.

Nadando se dirigió al sofá y recostó allí a Gustabo, quedándose por encima de éste.

El mayor lo miró a los ojos con cariño y volvió a besarlo, esta vez ambos estaban con más ganas, querían sentirse el uno al otro.

Poco a poco le quitó la corbata al menor para luego desabotonar su camisa.

Se ayudaban mutuamente a desnudarse el uno al otro mientras no podían parar de comerse el morro.

Gustabo se quitó la camisa por completo y notaba cómo Armando le miraba con lujuria, cómo observaba cada parte de su cuerpo... apreciandolo por completo.

Nadando mordió su labio y comenzo a dejar besos humedos y algunas mordidas por el pecho desnudo y fornido de Gustabo.

Aquél acariciaba el cabello de Armando mientras soltaba leves jadeos al sentir sus labios humedos contra su pecho.