La otra Uchiha #2

009|¡Ya no más!

Saeko se levantó lentamente, un mareo la golpeó de repente e hizo que sus piernas se sintieran tan ligeras que provocó que cayera al piso. 

Había fingido fortaleza bastante bien durante toda su vida, la única vez en la que realmente estuvo destrozada fué aquella noche en que tomó su destino en sus propias manos y aún así nunca se había sentido tan patética.

Trató de levantarse un par de veces sin éxito, su cuerpo parecía adormecido y probablemente había sufrido los estragos del tiempo que estuvo muerta. Dios, aún no podía procesar el hecho de que había "revivido", no podía imaginar el tamaño del pecado que había cometido, o se había visto forzada a cometer.

Unas manos la levantaron tomándola de los brazos, sus piernas aún no alcanzaban a responder así que sólo atinó a volverse a sentarse.

—Ese gesto de amabilidad me costará algo más que unas monedas— Saeko se rió de su propio chiste.

—Te costará nada por ahora, te ves de buen humor— Orochimaru la miró fijo y evaluó su condición.

Un pequeño lapso de silencio se interpuso entre ambos hasta de la chica decidió ponerse a hablar.

— Permíteme preguntar ¿Qué quieres hacerle a mi pequeño hermano menor?—

—Necesito un recipiente—

— ¿Cualquiera sirve?—

— Preferiría un cuerpo nuevo y poderoso de ser posible— 

Saeko no podía verlo, pero apostaba a que tenía una enorme sonrisa ladina adornando su asqueroso y jóven rostro. Frunció el seño notablemente molesta, sus emociones estaban comenzando a mostrarse como siempre debió ser.

—No me dejarás tener a Sasuke— Orochimaru dejó salir sus pensamientos.

—¿Quieres un cuerpo fuerte? Lo conseguiré para tí— 

—En tu estado actual no podrías ni conseguir cazar a un conejo enfermo— se burló.

Oh vaya, qué estúpido chiste. Entonces, ¿Por qué carajos una tontería así le provocaba ganas de llorar?

—¿Qué ocurre? ¿La resurrección afectó tu repertorio de respuestas insolentes?— 

—Probablemente afectó más que eso— confesó— ¿Podrías cuidar de Sasuke mientras no estoy?—

—No pensarás salir en tu estado, eres mi perfecto prototipo, no saldrás ahora— 

—Lo llamaré, está cerca— susurró— Me recuperaré rápido una vez que haga de nuevo el contrato— 

Orochimaru estaba curioso, no sólo por Saeko sino también por el pequeño Sasuke que escuchaba la conversación detrás de la puerta. Oh, aquellos hermanos eran tan poco predecibles, le hacía querer experimentar con ellos.

—No importa que pase ni cuánto la ames, ella jamás te perdonará lo que harás— 

Las palabras de Kisame se repetía constantemente en la cabeza de Obito, debía ser estúpido para creerle.

Ella lo amaba, tanto y tan profundamente que le perdonaría cualquier cosa, ella estaba atada a él de forma permanente, su piel, su cabello, su dulce tacto, todo de ella le pertenecía. Era absurdo pensar siquiera que ella tendría el valor de alejarse de él.

"Estás pensándolo demasiado" se dijo a sí mismo un par de veces antes de golpear con fuerza la pared de la cueva.

Debía de dejar de pensar en ello, era ridículo, absurdo, completamente fuera de los estándares. Ella siempre estuvo ahí, sabía lo que hacían, sabía perfectamente el objetivo que tenía en mente, cada paso que dieron no fue a ciegas, ella sabía a dónde se dirigían.

— Dime lo que debo de saber— Obito mostraba su verdadero "rostro" ante Kisame.

Kisame rio con fuerza, que estúpido pensar que un par de golpes le harían traicionar a alguien. Sin embargo, el que este momento llegara era algo que tenía previsto desde que esa cosa se presentó ante él, aún así debía fingir que nada de esto estaba planeado, debía simular que Saeko no lo supo desde el inicio y que todos ellos no eran sus títeres.

Maldita bruja, Kisame la maldecía cada día porque era jodidamente perfecta, cada paso, cada palabra, cada "error" eran parte de lo que ella quería, todos actuaban como ella quería. 

La admiraba, y eso le hacía rabiar.

—Lo único que debes saber es que ella no trabaja para tí, jamás lo hizo— el dolor en su pecho se intensificó aún más.

Maldición, nadie le advirtió que un genjutsu dolía tanto. Tan real.

—¿De qué estás hablando?— Obito no parecía conforme con la respuesta.

—¿Eres sordo? Es eso y solo eso— cerró los ojos tratando de aguantar— Ella jamás siguió tus órdenes, al parecer había alguien más diciéndole lo que debía hacer, incluso diciéndole que debía tener descendencia— 

No, no, no, no, no.

Estaba equivocado, estaba tan equivocado. Le estaba mintiendo a la cara, eso no podía ser cierto, ella lo amaba.

—Ella me ama, lo hace— la desesperación en su voz era notable— Lo hace— repitió.

Parecía que trataba de convencerse a sí mismo más que a la persona que estaba frente a él.

—Si te amaba, ¿Por qué te dejó?— sonrió de lado.

Ella tenía sus razones, ella quería vivir una vida diferente, una buena vida. Obito repetía dentro de él, pero pronto se percató de que quizá estaba equivocado.

Si ella quería vivir una buena vida, ¿Por qué no huyó cuando dictaron su sentencia? Estaba muriendo, lentamente, no había razón para huir, entonces ¿Por qué lo dejó? 

Quizá fué por su bebé, sí, necesitaba alguien que cuidara de él, alguien que pudiese darle una vida mejor. ¿Por qué ella nunca se planteó volver a él? Aún después de encontrar a alguien que pudiese cuidar del pequeño, ella no volvió, no volvería. Kisame sabía desde el principio que ella no volvería, por eso dejó la organización en cuanto tuvo una oportunidad.

Obito elevó la vista, lo habían jodido, todo este tiempo e incluso ahora. 

Decir que estaba enojado era poco, había sufrido tanto por ella, había llorado, había maldecido, había destruído todo, pero ella, ella siquiera se había puesto a pensar un poco en él, había algo que amara más que a sus hermanos, ¿Lo amaba?

Obito cerró los ojos, los gritos de dolor se volvieron sólo parte de los sonidos de la naturaleza, oh vaya, se había vuelto blando estos años.

Ya no más.

☂️¡Buenas!🌂

Nuevo día, nuevo capítulo.
Espero que el capítulo les haya gustado, trataré de cerrar todos los ciclos abiertos y dar respuestas.

Si tienen dudas dejenlas en los comentarios, estaré respondiendo.

PD. Escuchen la canción de multimedia.

When you say you last goodbye
I died a little bit inside...