Back to you; 윤민

Parte 9.

─── ¿La tomaste? ─le pregunté observando su cuerpo salir del baño y volver a meterse en la cama. Él asintió, ahora nos encontrábamos en el cuarto.

Luego de nuestra primera vez y de que me contara que es un doncel, había tenido sus píldoras en su baño siempre. Aún teníamos mucho que conversar sobre eso después.

─── ¿Qué piensas sobre nosotros? ─se acurrucó en mis brazos.

─── ¿Sobre nosotros? ─rió acariciando mi pecho.─ ¿Problemas existenciales mi cielo? ─carcajeó.

─── Sabes a qué me refiero. ─le dije besando su frente. Me miró a los ojos por un momento y sentí ahogarme en la profundidad de ellos.

─── Pienso que somos muy diferentes. ─bajó la mirada y después volvió a subirla.─ Pero por eso nos complementamos. ─acarició mi nariz con la suya.

─── Pero... ─estaba nervioso, no sabía cómo preguntaría lo siguiente, tenía miedo de su respuesta. Tenía miedo de que mi tía tuviera razón.─ ¿Tú no te sientes presionado o algo por el estilo? ─solté y su ceño se frunció. Trataba descifrar bien el sentido de mi pregunta.

─── ¿Tú te sientes así?

─── No me respondas con una pregunta. ─dije duramente y él formó una "o" con sus labios y abrió los ojos a tope.

─── No me hables así. ─dijo indignado, no debí haberle hablado. Tiró de la sábana que nos cubría y la enredó en su cadera antes de ponerse de pie, alcancé una almohada y me cubrí.

─── Jimin espera, ¡vuelve! ─tomé mi ropa que estaba en el piso, él me ignoró y salió de la habitación. Maldije mientras rápidamente me ponía los pantalones.─ ¡Jimin! ─lo llamé una vez más, pero lo único que obtuve fue una de sus fuertes miradas para después de eso entró dando un portazo.

¿Qué no podíamos estar veinticuatro horas sin discutir o que algo se interponga entre nosotros?

Jimin's POV

¿Por qué había peguntado eso? ¿Qué él se sentía presionado? Yo desde un inicio le dije que buscaría un lugar para vivir y él mismo no me dejó ir. Y ¿Ahora se arrepiente?

Entré al baño y abrí la regadera permitiéndole el paso a las gotas de agua, en segundos estaba lleno de vapor. Dejé caer la sábana en el piso y entré. Me estremecí un poco al sentir el agua tan caliente, así que comencé a regularla abriendo de poco el agua fría.

Las gotas tibias se llevaban cualquier rastro de sudor producido hace poco.

¿Por qué siempre teníamos que estar peleando? Era imposible pasar un día completo sin discutir.

─── Ábreme. ─la voz y dos golpes en la puerta del baño me sacaron de mis pensamientos ¿Cómo había entrado a la habitación?

─── Já. ─grité irónicamente.─ Por favor salte y cuando termine hablamos. ─utiliza un tono más cortante.

─── No me hagas entrar. ─amenazó.─ Cierra la llave ahora mismo, te espero abajo, tenemos que hablar. ─mi corazón se detuvo por un par de segundos. No pude responder nada ya que el nudo en mi garganta no me lo permitía. Hice caso omiso a su orden y seguí duchándome con tranquilidad.

─── ¿Yoongi? ─pregunté entrando a la sala pero no estaba.

─── En la cocina. ─escuché su voz y caminé hacia allá.

─── ¿Qué quieres? ─volví a preguntar seriamente cuando entré.

─── Que hablemos. ─dijo con la boca llena.─ Sin que terminemos gritándonos.

─── No hables con la boca llena. ─rodé los ojos. Puso una mano en su boca y vació lo que tenía dentro de ella.─ ¡No hagas eso! ─grité entre risas dándome la vuelta para no ver las galletas molidas en su mano.

─── Quiero que hablemos sin que terminemos gritando.

─── Sí, pero... ─me giré nuevamente.─ ¡No, no, no! ─volví a darme la vuelta cuando regresó lo que quedaba de galletas a su boca. Carcajeó.

─── ¿Querías? ─seguía riendo, sólo me dediqué a mirarlo con reprobación.─ ¿A dónde ibas? ─preguntó con su mirada.

─── A casa de mi madre.

─── ¿Ah? ─se acercó a mí.

─── ¿De qué quieres que hablemos? ─cambié de tema.

─── ¿A qué vas para allá? ─preguntó una vez más.

─── Necesito unas cosas. ─relajó su semblante.

─── Bien. ─suspiró.─ No me contestaste la pregunta que te hice hace rato...

─── No Yoongi... ─me incomodaba esa pregunta, tal vez yo lo estaba pensando demasiado.─ Yo no me siento así, pero si tú sientes que es muy... rápido y si te molesta que yo viva aquí, dímelo. Yo no...

─── Hey, hey. ─alargó riendo. ¡Simplemente no lo comprendo!─ Eso es lo que quería escuchar. ─me deslumbró con una sonrisa.─ Para mí es más que perfecto que vivas aquí, sólo quería saber si tú no te sentías presionado. ─lo golpeé en el brazo y abrió sus ojos a tope.─ ¿Y eso?

─── Pudiste haber dicho eso al principio. ─ahora yo fruncí el ceño.─ Nos pudimos haber evitado la discusión. ─sonrió.

─── Pero luego no habría una reconciliación. ─pasó sus brazos rápidamente por mi cintura y me apegó a su cuerpo, y sin dejarme emitir palabra o sonido alguno, capturó mis labios en un profundo beso.

Hola.
Disculpen la tardanza mis amores, tengo mucha tarea y eso me quita mucho tiempo. Pero bueno, aquí seguimos. ¿Qué les parece cómo se reconcilian esos dos? JAJAJA

¿Cómo están?
Espero que les guste este capítulo, no se olviden dar estrellita y comentar. Las leo.

Besitos en sus narices.
Nos vemos. 💕