Parte 18.

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Llegué al auto, dejé la chaqueta de Yoongi en el techo y me recargué en la puerta ya que no le había quitado las llaves y tenía seguro.

─── ¿Jimin? ─volteé al escuchar mi nombre... Eunwoo.

─── Hey. ─dije serio y regresé mi mirada hacia la puerta. Como si mirarla fijamente hiciera que Yoongi apareciera por ahí.

─── ¿Qué haces afuera? buscó entre las llaves el control de la alarma de su auto y lo presionó, seguido de eso el auto chilló dos veces.

─── Ya nos vamos. ─hablé en plural haciéndole entender que Yoongi estaba aquí.

─── ¿Tan temprano? ─miró el reloj en su muñeca.

─── Sí. ─hice una mueca.─ Estoy algo cansado.

─── Qué lástima. ─subió los hombros.─ Nos vemos lue... ─su teléfono comenzó a sonar, me sonrió antes de darse la media vuelta para responder.

Ya habían pasado más de cinco minutos y Yoongi no llegaba. Tomé la chaqueta y la colgué en mi brazo, entraría a buscarlo. Tal vez se había perdido, la casa de Hoseok era lo bastante grande como para hacerlo.

Subí las escaleras para ir hacia el baño, llegué a este y miré hacia arriba, la luz estaba apagada. Señal de que estaba desocupado. Abrí la puerta y encendí la luz. Al hacerlo me encontré con un par en una situación para cómoda, al menos para mí no. Rápido bajé la cabeza.

─── Lo siento, lo siento. ─repetí y cubrí mis ojos.─ La luz estaba apagada y pensé que... ─finalmente reaccioné, finalmente mi cerebro procesó las imágenes que había visto, finalmente deseé no haberlo hecho, deseé no darme cuenta pero ya era muy tarde.

Cerré los ojos con todas mis fuerzas, rogando abrirlos y encontrarme con un baño vacío, o encontrarme a Yoon SanHa sobre otro chico que no fuera mi novio... De nada sirvió.

─── Debiste tocar la puerta.

─── Y tu mamá debió haber abortado. ─cruel... lo sé.

─── ¡Jimin! Yo... ─negué con la cabeza antes de darme la media vuelta para salir corriendo a casa.

Las lágrimas claramente no se hicieron esperar.

No, no y no ¿Qué se supone que haría ahora? No podía ir a casa de Hoseok porque ahí seguía Yoongi, no podía ir a casa de Yoongi porque ahí vive Yoongi y simplemente no podía ir a casa de mi madre y escuchar su tedioso "Te lo dije".

Y lo principal ¿En qué diablos me iría?

Salí de la casa y cuando quise limpiar mis lágrimas recordé que aun traía su chaqueta, la cual no dudé en tirar en el suelo.

Con brusquedad limpié las lágrimas pero estas en segundos eran remplazadas por nuevas. No ponía atención por donde caminaba y choqué con alguien quien casi me tira al piso.

─── Lo siento... ─dije al momento de que me atrapó librándome de un fuerte golpe.

─── No te preocu... ¿Qué te sucede? ─vio mis lágrimas.

─── Nada. ─intenté liberarme de sus brazos pero no me dejó.

─── ¿Estás bien? ─preguntó.

─── ¿Lo parezco? ─pregunté irónico.─ Suéltame ya.

─── Espera... ¿Puedo ayudarte en algo?

─── No. ─me soltó.─ Espera... sí puedes.

─── ¿Me vas a contar qué te pasa? ─preguntó abriéndome la puerta del auto.

─── No Eunwoo. ─rodé los ojos y subí al auto.─ Sólo vámonos ya por favor.

─── Como tú digas. ─sonrió y rápidamente rodeó el auto para subir del lado del piloto.


 ─sonrió y rápidamente rodeó el auto para subir del lado del piloto

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─── ¿Y Yoongi? ─preguntó rompiendo el silencio. Una lágrima se deslizó pero rápidamente la limpié.

─── Te agradecería que dejaras de hacerme preguntas. ─dije sin siquiera voltear a verlo. Seguía con mi mirada hacia la ventana.

─── Lo siento, sólo que no te ves bien y el auto de él estaba afuera ¿se enojaron? ─rodé los ojos, estaba por decirle que me bajaba ahí cuando mi celular vibró. La pantalla indicaba que era Yoongi quien llamaba. Incliné la cabeza haciendo que mi cerquillo cubriera mis ojos ya que no podía resistir más y las lágrimas tomaban sus propias decisiones. Me debatía en desviar la llamada o sólo responder. Me decidí, sólo no respondería. Guardé de nuevo el celular en mi bolsillo y disimuladamente limpié mi rostro.

─── ¿Qué ha sido tan malo para que derrames lágrimas por él? ─volteé a verlo sorprendido. No esperaba que se diera cuenta.─ Te conozco muy bien ¿recuerdas? 'tomó mi mano y la soltó dándome mi espacio, acción que agradecí inmensamente.

─── No tiene importancia. ─susurré y una vez más regresé mi mirada hacia la ventana.

Afortunadamente no preguntó más y tampoco el celular vibró más.

─── Aquí. ─le dije señalando.

─── ¿Qué? ─dijo más que sorprendido.

─── Que aquí está bien, aquí déjame. ─aclaré. Ya que podía estar malinterpretando.

─── No te dejaré en este hotel de cuarta. ─dijo con repulsión. De hecho yo no estaba muy contento pero digamos que no tenía el efectivo suficiente para uno mejor y no traía mi billetera.

─── No te estoy preguntando si me dejas quedarme o no...

─── No sé qué diablos hizo Min, pero yo no te dejo aquí. ─me interrumpió y continuó conduciendo.─ Tu casa o la de Yoongi. ─pero qué magnificas opciones me dio.

─── Regresa al hotel. ─dije cruzándome de brazos.─ No iré a ninguno de esos dos lugares.

─── ¿Entonces? ─exhaló con fastidio.─ Ni siquiera pienses en que te dejaré en uno de esos lugares. ─se refería al hotel, no respondí.─ Bien ¿no elegirás alguno? ─negué con la cabeza.─ Perfecto. ─rodó os ojos y volvió a mirar el camino.








 ─rodó os ojos y volvió a mirar el camino

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Maratón 2/?

Back to you; 윤민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora