Capítulo 13: 24/12/2012

2.8K 105 17
                                    

¡NAVIDAD!

Luces de colores, de todos los tamaños posibles, cada uno con una figura totalmente diferente pero todos tienen una cosa en común, ¡DEFINEN LA NAVIDAD!

¡Sí! Ahora con este tiempo, ya salimos con un gorro de lana para taparnos los oídos, una bufanda muy gruesa para escondernos la nariz de un color rojo por el viento frío del mes, unos guantes térmicos para poder sacar las manos de los bolsillos sin peligro de que se queden los dedos congelados.

-Hace mucho frío.-Con cada palabra que dejaba con la respiración, la salía un humo de color blanco.-¿Te gusta la navidad?

Esta tarde había quedado con Mangel para ir a dar una vuelta por todo Madrid, quería recorrer las calles llenas de luces y familias, para este día tan especial, él era el indicado para poder estar.

-Pues si te soy sincera, no me desagrada.-Respondo con una sonrisa.-La navidad es una época del año donde la familia se junta para estar unida y no importa la distancia, esta fecha es imprescindible para venir a pasarlo con quien más amas.

-Tienes razón, cuando miro la televisión y dan el telediario, cada año graban a un grupo de gente donde han viajado desde muy lejos sólo para unirse con su familia estas fiestas.-Me da la razón, mientras sopla con aire caliente de su boca hacía sus manos desnudas.-Lo que me da más rabia de estos días es el frío y el viento, para mí eso es una gran putada.

-¡Con eso tienes razón!-Me río de él, el rostro que tenia por el frío era muy graciosa.-Si pudiera ahora, te haría una foto.

-¿Puedes parar de reírte de mi cara?-Se queja mirándome ofendido, pero con una pequeña sonrisa.

-Pero es que entre la nariz roja que pareces el ciervo aquel de navidad de papa noel, las mejillas que parece como si te hubieras puesto maquillatge, estás...-No podía continuar, de tanto reírme se me caían las lágrimas, al cabo de unos segundos me voy tranquilizando un y así poderle decir con una gran sonrisa.- En resumen, estás precioso.

-¿Te has visto a ti? -Me pregunta a punto de estallar.

Empezamos a reír sin parar.

Estábamos riéndonos de nosotros mismos el medio de la calle, la gente nos miraba con mala cara por el escándalo que estábamos haciendo, incluso había gente que con una sonrisa nos miraban enamorados.

Supongo que será porque es navidad, ¿no? Y lo primero es disfrutarlo lo mejor posible.

-Mejor paramos que me duele la panza.-Me dice con una respiración bastante difícil de controlar, se me queda mirando divertido mientras se acaricia la barriga suavemente.-Tienes una risa muy rara, como una foca.

-¿Perdona? -Le digo haciéndome la ofendida, golpeandole el hombro sin hacerle daño.-Mi sonrisa es preciosa comparado con la tuya, gracias a ti me duelen las mejillas.

Caminábamos sin rumbro, no teníamos lugar hacía dónde ir, sólo hablábamos y dejábamos pasar el tiempo.

-¿Quieres que te haga un masaje?-Me dice de repente. Qué cara más poco pervertida me había hecho, me reí en el primer momento, él con una sonrisa y haciendose el niño pequeño, se queja.-Qué me tienes manía, ¿eh?

-Paz y amor Mangel.-Le contesto en el medio de la risa.

Vueltas y más vueltas, esto es lo que hacíamos, el tiempo se me pasaba volando junto a él, se me hacía imposible no reírme cada vez que él hacía algo muy estúpido o decía alguna tontería.

-¿Te gusta patinar?-Preguntó en el medio de la calle principal.

-Depende a lo que te refieras a "patinar".

-¿Pista de hielo? -Dice él interesado por saber mi respuesta.

-No es que sea una experta pero a menos me sé aguantar de pie.-En ese momento hice ver que patinaba de mentira y mientras le explicaba que de pequeña había ido a clases de patinaje, iba dando vueltas.

-______, ¿Puedes para de dar vueltas?-Me preguntó con una sonrisa.

-¿Por qué? -Le digo yo buscando una razón.-Es divertido.

-Me estoy mareando.-Me dice siguiéndome la mirada y con una cara un poco pálida, él también daba vueltas conmigo pero no se movía del lugar.

-Mangel, ¿no te sabes divertir? -Le pregunto riendo, pero sin parar, no podía.

En ese momento cerré los ojos, hice ver que era una artista profesional. Sentía el aire frío en todo mi cuello, acariciandolo y dejándole pequeñas marcas, pero de repente sin abrir los ojos sentí unas manos en mi hombro, queriéndome parar, no abrí los ojos porque me sentía como si fuera a caer, pero esas manos me aguantaron y al ver que no sentía ningún dolor, nada duro que hubiera tocado mi cuerpo en caer, abrí los ojos.

Tenía su rostro delante de mí, sentía su aire caliente chocando contra mis labios, su nariz rosando la mia, ambos sorprendidos y respirando con dificultad, por la adrenalina del espanto que nos habíamos hecho al estar a punto de caer los dos, me quedé sorprendida en verlo delante de mí.

-Amor, deberías vigilar un poquito más, no quiero que te rompas.-Aquella voz acercándose a mi oído, lo decía con un hilo de voz y eso que me excitó sólo en decir esa frase.

-Sólo te quiero a ti.-Le dije acariciándole la mejilla derecha suavemente con mis manos frías.

Lo tenía delante de mi, su cara, su nariz, sus labios, sus ojos, su cuerpo, su corazón,... TODO.

-______, ¿estás bien?

Esa voz tan famíliar. Abrí los ojos y me encontre con nadie más que con el rostro de... ¡Mangel!

Noches deseadas. (RubiusOMG) [TERMINADA] -Editando-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora