Capítulo 15: Perra.

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CONTINUACIÓN DEL CAPÍTULO ANTERIOR..

Allí en medio de la puerta de entrada, se me hacía bastante ridículo hablarle. ¿Que hacía aquí?
No nos podíamos quitar la vista de encima, él no me la sacaba y su cara era de sorpresa con los ojos bien abiertos, la mia supongo que era igual. Quería cerrar bien la puerta en su cara pero antes de hacer nada una voz nos interrumpio y hace que nos separemos las miradas.

-Willy, ¿Que cojones haces tio?

De pronto Guillermo se pone un poco de lado para dejar ver a un niño bastante bajito detrás de él, con una caja más grande que su cabeza. Me lo quedé mirando y con una sonrisa se presentó.

-Me llamo Àlex.-Me da la mano con dificulad saludándome.

Dejé de pensar con el chico de al lado de Alex y puse toda la atención en él, parecía un niño pequeño con ese corte de pelo, pero a pesar de eso se le veía bastante agradable.

-¡ALEXBY, ENANO! -Grita una voz detrás de mí.

Pusimos la vista hacía Mangel que venía con una sonrisa de oreja a oreja a dar la bienvenida.

Era él, ahora ya sé porque su voz me sonaba tan familiar, es el chico al que cortó a Guillermo mientras me daba explicaciones para que le perdonara delante de mi casa.

Que imbécil soy, por la poca memoria que tengo.

-Mangel, ¿Cuántas veces tendré que decirte que no me digas enano idiota? -Dice mirándolo con cara seria, se veía a simple vista que no sabía actuar.-¡¿A que te reviento?!

Se rieron todos, los imite con una risa bastante falsa, no me sabía el chiste pero tampoco quería quedar mal en el primer momento. Al cabo de unos segundos donde Mangel hablaba, me di cuenta de que los pobres brazos de Alex temblaban por el peso de la caja, Guillermo al ver donde iban mis ojos, se dio cuenta mi punto de vista.

-Alex, dame la caja que te harás daño.-Le dice con una pequeña sonrisa cogiéndole sin respuesta.

Álex sólo de sentir que sus brazos por fin eran libres, entró corriendo hacia adentro  de la casa donde estaba la fiesta, Mangel le siguió y nos dejó de nuevo solos. Al ver que nadie decía nada y él llevaba una caja bastante grande, lo dejé entrar poniéndome a un lado de la puerta. Dejó la caja a un lado de la entrada mientras yo cerraba el piso. Se quitó la chaqueta y me di cuenta que no había cambiado desde el punto de vista de su espalda.

Sólo de imaginarme las veces que yo pasé la lengua por allí, me excitó.

-Bueno, ¿Que haces por aquí?Pregunta girándose de golpe con una sonrisa.

Me puse recta en el momento que comenzó a formular la pregunta, ya estaba un poco roja de cara, confundida con el caliente que estaba en recordar aquellos momentos pasados.

Tossí un poco para así intentar ponerme sería, para poder responder lo más simple y normal posible.

-Lo mismo te pregunto.

¿Por qué le iba le tenia que de dar explicaciones? yo estaba allí antes que él y eso quería decir que la casa la tenía yo porque fuí la primera en entrar, es él que se ha juntado como si nada.

Se me quedó mirando seriamente, aguantándome la mirada, de repente empezó a reír.

¿Sabéis que la risa que tiene Guillermo es tan penosa que se te pega?


Empezamos a reír los dos como locos en el medio de la entrada de Mangel.

De pronto Guillermo paró de reír ya estaba a punto de llorar y se me quedó mirando, me puse lo más seria posible pero con su mirada se me escapó una sonrisa, él tampoco lo pudo evitar.

-Echaba de menos tu sonrisa, ______.- Dijo muy sincero, me sorprendí.

Diez segundos parada sin saber que decir y antes de responder la voz de Alex me interrumpe.

Noches deseadas. (RubiusOMG) [TERMINADA] -Editando-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora