Hana despertó por los rayos del sol, que entraban por la ventana, en su cara. Había olvidado cerrar las cortinas la noche anterior.
Solo habían pasado unas pocas horas desde que había logrado dormirse, por lo que aún estaba cansada, aunque sabía que tendría problemas para volver a dormir.
Penso en buscar caliente para beber, eso siempre le ayudaba a conciliar el sueño, por lo que fue a la cocina a prepararse un té.
Una vez con su té listo, salió de allí para regresar a su cuarto, cuando le pareció ver la luz de la oficina de Tōshirō encendida, lo cual le pareció extraño ya que era sábado, no debían trabajar.
Abrió con cuidado la puerta y lo encontró dormido sobre su escritorio. Le pareció una escena muy tierna. Se acercó y lo sacudió suavemente para despertarlo.Hana: *Susurrándole en el oído* Tōshirō, hey, Shirō-chan, despierta.
El capitán despertó de golpe dándole un pequeño sobresalto a la chica.
Tōshirō: ¡No, Ukitake, no quiero más dulces...! ¿Eh? *Ve a Hana*
Hana: ¿Realmente tienes pesadillas con Ukitake dándote dulces? *Se ríe a carcajadas*
Tōshirō: *Aún adormilado* ¿Q-Qué pasó?
Hana: Tu dímelo, te quedaste dormido sobre tu escritorio.
Tōshirō: *Somnoliento* Hmm... Antes de entrar a mi habitación vine aquí a revisar unas cosas...Ah, ya lo recuerdo.
Hana: ¿Necesitas que te ayude con algo?
Tōshirō: Si, por favor trae a Rangiku, esta vez sí que va a estar en serios problemas.
Hana: ¿Ahora qué sucedió? No creo que vaya a venir aquí hoy, es fin de semana.
Tōshirō: Anoche antes de ir a dormir vine aquí y encontré todo su papeleo sin termina y varias botellas de sake vacías, es obvio que nos mintió, se quedó bebiendo y no hizo nada.
La chica obedeció y fue a buscarla. La encontró dormida en su habitación. Para vengarse, quería hacerle algo que la hiciera enojar. Ella sabía que apenas se levantaba, Rangiku se peinaba, arreglaba y maquillaba, así que decidió esconderle los cepillos del cabello, sus cosméticos y todos los productos que usaba. Iba de acá para allá buscando las cosas y las escondió en su escondite, porque Rangiku no era la única que tenía un escondite secreto en el escuadrón. Y para empeorar las cosas, ya sabía que decirle para que se alterara aún más.
Hana: ¡Rangiku, apresúrate que Gin te está buscando, dijo que te tenía que decir algo importante, y que vayas ahora a la entrada de nuestro escuadrón! Yo te diría que te arregles lo más hermosa posible, se veía bastante nerviosos y estaba sonrojado *Se va corriendo*
Aunque Rangiku lo negara, Hana sabía que estaba enamorada de Gin, y que obviamente la chica se alteraría si pensaba que el capitán del tercer escuadrón estaba a punto de confesarse.
Se puso a observar como su amiga iba y venía corriendo de un lado para otro buscando sus cosas, maldiciendo porque no la habían despertado antes y no quería hacer esperar al capitán de la tercera división.
Rangiku: Hana, te voy a matar, ¿cómo no me dijiste antes? ¡¿Dónde están mis cosas?! ¡Una mujer no puede verse fea en situaciones como estas! ¡Maldita sea!
Hana se partía de la risa. Volvió a la oficina de Tōshirō y seguía sin poder parar de reír.
Tōshirō: ¿Qué pasó?
Hana: *Entre risas* Cuando venga Rangiku, dile que Ichimaru se cansó de esperar y que por eso le dejó más papeleo, y que tiene que ser si o si ella quien lo complete, ahí le das todo el trabajo que no hizo, pero no le digas que yo te lo dije. *Se oculta*
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💙Todo Por Amor💙 ~Tōshirō Hitsugaya ~
Fiksi PenggemarHana Houkiboshi es la tercera oficial en la décima división y amiga de la infancia de su capitán. Ellos siempre se amaron pero sin que el otro lo supiera, aunque siempre hubo sospechas entre ambos. La hermana de Hana siempre ha intentado superarla e...