Someone like you

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-Dra... Draco...- Escucho la suave voz de Hermaione jadeando mientras sentía como sus uñas se clavaban sutilmente en su pecho provocándole mas placer que dolor- Draco... No te detengas... ¡Aaah!

-Maldiciòn... Hermaione!- Él mismo no reconocía su voz por su timbre excitado y ronco.

No recordaba como había regresado a Londres, ni siquiera recordaba como había llegado a su casa, recordaba haber terminado la misión que consistía en recuperar un objeto oscuro con la capacidad de arrebatar el alma y arrestar al mago responsable de esa vil creación además de que se le inputaban asesinatos de infantes muggles, recordó que en ultima instancia ubicaron al mago en una casa muggle, desafortunadamente los padres habían sido asesinados, sólo quedaba una pequeña niña muggle de 4 años a la que había intentado apuñalar y él lo había evitado lanzandole una maldición oscura, si tanto le agradaba la magia oscura le mostraría lo que era en realidad, sintió una punzada ardiente y noto que una mujer lo había intentado apuñalar sin embargo Blaise no se lo permitió del todo, lo que resultó en poco más que un rasguño en su brazo, después recordaba que se habían puesto en camino para regresar a Londres pues él estaba ansioso por regresar al lado de su dulce esposa y de alguna manera ahora estaba ahí, en su cama completamente desnudo con la piel húmeda de sudor debido al poderoso ardor que le recorría las venas, su corazón latiendo desbocado, su respiración agitada y sus ojos clavados en esa bella visión que era Hermaione que al igual que él estaba completamente desnuda y tenia su piel canela húmeda del sudor, sus cabellos revueltos, sus mejillas sonrojadas y los labios entreabiertos dejando escapar un gemido tras otro.

-Hermaione... Muévete... Mas... Mas rápido- Dijo casi gruñendo mientras enterraba sus dedos en la suave piel de las caderas de Hermaione quien se encontraba a horcajadas encima de él moviéndose con energía acariciándose con el miembro masculino que yacía en su interior, poderoso y pleno al encontrarse envuelto en sus cálidos y húmedos pliegues

-¡Aah... Draco... Te extrañe tanto!- Le decía la castaña mientras tomaba una de las manos masculinas que se encontraban en su cadera y la guiaba hasta posarla en uno de sus perfectos pechos, Draco pensó que era imposible sentirse aun más excitado pero esa acción de su esposa lo enloqueció a tal punto que comenzó a mover su propia cadera a la par de la de ella para que la penetración fuera mas rápida y profunda.

Draco pensó que soñaba, lo cierto es que desde hacia pocos días había permitido a su mente divagar un poco e imaginarse en una situación similar a la que vivía en esos momentos con Hermaione, pero siempre se reprimía para no ir más allá pues sabia que ella aun no estaba lista y en cierta manera él tampoco, sabia que cuando llegara el momento de compartir todo, absolutamente todo de ellos él debía ser paciente, delicado y cuidadoso para que Hermaione no tuviera miedo ni reviviera el ataque que había sufrido. Sin embargo ahora estaban allí, Draco nunca se había sentido tan vivo como en ese momento

Mmmhh... Hermaione...!- Él cerro los ojos, se encontraba completamente sumergido por las intensas oleadas de placer que el frágil pero hermoso cuerpo de Hermaione le provocaba con sus movimientos y sus sensuales gemidos -¡Hermione... Yo... Yo te... Te a...

-¡Aaaaahh Draco!- Abrió los ojos, la voz de Hermaione se había escuchado rara, y no era debido a la excitación de ambos -¡Draco... Sigue... No sabes como deseaba que esto pasara!- La bruma de placer que lo envolvía comenzó a disiparse, definitivamente algo estaba mal, esa ya no se escuchaba como Hermaione, aun con su voz ronca a causa de la pasión esta conservaba su timbre musical y su dulzura, la voz que escuchaba no tenia nada de eso, aunque le resultaba familiar

Devil  Side 💚 Dramione 💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora