Devil Side 💚 Dramione 💚

Dragons breathe fire

Draco despertó al sentir un poco de frió en su torso, abrió lentamente los ojos y vio que se encontraba apenas cubierto por las mantas, al girar la cabeza para ver la razón de esto se encontró con Hermione quien le daba la espalda y se encontraba cómodamente cubierta por las mantas; parpadeo aturdido en un intento de ahuyentar el sueño que aun sentía, de nuevo sintió algo de frió, cosa que lo sorprendió pues el clima estaba algo cálido, miro hacia abajo y comprendió porque su cuerpo sentía el frió más que de costumbre: Estaba completamente desnudo.

No pudo evitar sonreír al recordar lo que había ocurrido la noche anterior, si alguien lo hubiera visto habría tachado su sonrisa como perversa, misma que se acrecentó cuando de nuevo volvió la mirada hacia su esposa y se encontró viendo el inicio de su espalda, ella también estaba desnuda. Él se acostó de lado apoyando la cabeza en su mano mientras colocaba su codo sobre las mantas, con cuidado de no despertarla estiro la mano y lentamente bajo las sabanas hasta que pudo apreciar la maravillosa curva de su espalda, sin borrar la sonrisa de sus labios la acaricio desde el hombro hasta la cintura donde dejo que su mano descansara, los recuerdos de la noche anterior se repetían en su mente estimulándolo, se acerco hasta depositar un beso en el hombro desnudo de Hermione, ella se removió entre el sueño mientras decía su nombre en un suspiro, Draco se estiro un poco para comprobar que ella sonreía pero que no se había despertado, justo iba a desplazar su mano hacia sus pechos cuando un ruido en la otra habitación lo interrumpió, su sonrisa perversa fue sustituida por otra llena de ternura al darse cuenta de que el tiempo que su hija les había regalado había terminado. Se levanto con cuidado de no despertara a su esposa, tenia que reconocer que la había dejado agotada y que debía dejarla descansar un poco más, ya habría tiempo para repetir lo de la noche.

La perspectiva lo hizo sonreír perversamente de nuevo mientras se ponía los boxers y los pantalones y se dirigió al cuarto de su hija.

Lesath  se encontraba acostada con sus ojitos totalmente abiertos y sus manitas se agitaban intentando alcanzar uno de los dragones de peluche que se encontraban colgando encima de su cuna, pero al ver a Draco entrando dirigió su mirada a él y dirigió sus manitas en su dirección con una sonrisa pidiendo que lo cargara

–Buenos días, princesa– Dijo el rubio tomando entre sus brazos al pequeño –Parece que dormiste muy bien ¿Verdad, Lesath?– la bebé soltó una pequeña risita –Debes tener hambre, vamos– Draco llevo a su hija a la cocina y tomo del refrigerador uno de los biberones que Hermione tenia listos por si Lesath se despertaba hambrienta en medio de la noche, la calentó usando un sencillo hechizo  que le habia enseñado Hermione hace poco y después regreso a la habitación del bebé y se sentó en la mecedora donde acomodo a Lesath  en su regazo y comenzó a alimentarla; Le gustaba alimentar a Lesath, aunque Hermione no le permitía darle de comer cuando estaban en la cocina, pero darle su biberón a Lesatth  era diferente, la bebé lo miraba fijamente hasta que sus ojitos poco a poco comenzaron a cerrarse hasta que se quedo dormida, Draco retiro el biberón de su diminuta boca y pensó en regresarlo a su cuna, pero la bebé se sentía tan calientita y al verla dormir así, tan tranquilamente experimentaba una maravillosa sensación de paz por lo que decidió quedarse así un ratito más.

Hermione se removió en la cama y estiro la mano esperando sentir el cuerpo de su esposo, pero al no encontrarlo se vio obligada a abrir los ojos, se encontró sola en la cama, levanto un poco la cabeza para ver si Draco andaba por ahí, pero al parecer tampoco estaba en la habitación, así que decidió levantarse para buscarlo, fue entonces cuando se dio cuenta que estaba desnuda y recordó lo que había pasado.

Se ruborizo violentamente mientras recreaba en su mente lo que había ocurrido durante la noche, ella se había entregado a Draco y él de alguna manera le había hecho suplicar que la tomara una y otra vez durante toda la noche, ahora a la luz de un nuevo día se sentía sumamente sorprendida al darse cuanta que se había comportado como una adicta al sexo, y lo peor es que a pesar de sentir vergüenza no sentía ni un ápice de arrepentimiento ¿Cómo sentirlo? Si se había entregado al hombre que había amado toda su vida y finalmente había superado el que sin duda era el peor episodio que había tenido en su vida, porque estaba completamente segura de que lo que había sufrido a manos de Theodore Nott había quedado atrás.