Prólogo

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La avenida norte se encontraba muy helada por la época en la que estaban, la navidad para muchos era su época favorita, los niños esperaban con muchas ansias los regalos bajo el árbol, los adultos esperan los abrazos, los jóvenes esperan enviar y recibir buenas vibras de sus amigos, las parejas esperan pasar juntos y las familias esperan perdonar todo lo malo del año, pero siempre hay una gran parte de la humanidad que esta época no es la más gratificante y ese es el caso de Gloria, una mujer que sentada en una banqueta de la avenida norte cubre a su pequeña de tres años con un abrigo que fue lo único que pudo quedarse.

Su marido arruino todo lo que habían construido, se metió en problemas siendo gloria y su hija las que pagarían las consecuencias. Ya se cumplían seis meses desde que huyo de Irlanda con tan solo un bolso clásico Rue Cambon París de Chanel lleno de libros y agendas, un abrigo de lana estilo capa azul marino con franjas rojas de marca Gucci, también le acompañaba su celular y su hija en brazos, la pequeña llevaba una pijama y una chamarra gris ya que huyeron en la madrugada de un seis de junio. la cartera de Gloria solo estaba llena de tarjetas canceladas y unas cuantas monedas, todos sus lujos quedaron atrás.

Logro salir de Irlanda con la ayuda de sus viejos amigos y Llego a la gran ciudad en busca de una calidad de vida, pero le fue difícil encontrarla.

Esa noche de navidad ella le cantaba a su hija: "noche de paz" su voz era muy hermosa, pero el imponente frio lograba que sus labios temblaran, solo se cubría con un suéter fino que no era suficiente para la helada. La pequeña pelirroja estaba profundamente dormida, su madre le observaba con esperanza, sabía que si ella estaba a su lado nada podría ser imposible a pesar de todo el calvario que vivía, gloria sonreía siempre, tomaba su agenda y escribía cuentos para leerle a su pequeña.

De pronto un chico de aproximadamente doce o trece años, ojos oscuros y cabello castaño que vestía un traje D&G negro, acompañado con corbata roja vino y un abrigo gris se acercó a ella y le dijo —la navidad es horrible, la odio ¿y usted?

—yo no —gloria se escuchaba muy amigable, pero trataba de esconder el frio que estaba enfrentando —pero...cuéntame el porqué de tu odio a la navidad.

—no me gusta estar disfrutando mientras otros se mueren de frio y hambre afuera, mi madre dice que no debería preocuparme, solo tengo trece años, pero no me gusta ser frio como ella.

—no te preocupes jamás serás frio, tienes un gran corazón desde que piensas en ellos demuestras que eres gentil.

El chico curioso aparto un poco el abrigo para poder observar a la pequeña que acurrucaba gloria —¿es tu hija? —ella asintió —es muy bonita. —el no mentía la niña era un tractiva visual, su cabello pelirrojo, sus pecas, sus pequeños labios rosa y su piel blanca le hacían sentir extraño, pero fue hasta que observo los ojos azules de la pequeña que supo que jamás se olvidaría de ella. La niña abrió sus ojos y le sonrió al chico, se apartó de golpe sintiéndose nervioso, tenía un pequeño sobrino de la misma edad que la pequeña pelirroja solo que era un poco seco ya que él y lo bebés no se llevaban bien. De pronto recordó su objetivo —señora, traje algo para usted y su hija.

Gloria por primera vez noto el bolso de viaje que el chico llevaba con el —Dios, esto es demasiado. Tendrás problemas con tus padres.

—que se jodan —el chico tapo su boca al darse cuenta de sus palabras. —lo siento, usted debe de creer que soy un malcriado —gloria negó con su cabeza —gracias, traje esto para que pasen una gran navidad, no sé si con esto me gane el cielo, pero espero alegrar su corazón.

—oh, pequeño. Tu eres un ángel de ojos café y cabello oscuro. Obviamente tú vienes del cielo, fuiste enviado por el creador para iluminar nuestras vidas —unas lágrimas rodaron por el rostro de gloria —gracias.

Con su mano el chico limpio las lágrimas de Gloria —hace días la veo sentarse aquí, le veo sonreír, le veo jugar con su hija y eso me hace sentirme envidioso, porque a pesar de no tener mucho usted sonríe siempre, espero que nunca deje de hacerlo.

—lo prometo. —ella deposito un pequeño beso en su mejilla al chico antes que su celular vibrase.

—mi madre me está buscando, tengo que irme, vivo en allí—señalo hacia un edificio —Si un día necesita algo solo búsqueme. feliz navidad. —se levantó de la banqueta y agitando su mano se despidió, pero al instante se detuvo —olvide preguntar su nombre. —grito desde el otro lado de la calle.

—Gloria, me llamo gloria. ¿y tú?

—Caleb. FELIZ NAVIDAD, GLORIA.

Fue lo último que gloria escucho departe del chico.

Esa noche volvió a probar el pavo, se cambió de ropa y descubrió que en el mundo aún hay personas buenas, en especial niños buenos.

Sin saberlo ese día seria decisivo para la vida de Caleb pues gloria le había marcado a tal punto de cambiar de muchas maneras su estilo de vida. Gloria y su hija se fueron de esa zona porque habían conseguido un lugar donde vivir, Caleb desde el fondo de su corazón deseaba encontrarse a Gloria y a su hija pues él les tenía un gran cariño.

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Hola mis queridos hermosos, divinos, majestuosos lectores.

Bienvenidos a una nueva aventura en mi universo.

Ustedes sabes que yo soy muy romanticona y pues aquí les traigo "Phoenix & Caleb" una historia que llevaba años en mi cabeza, pero en esa época yo estaba en una relación que me hacía perder mi confianza sobre todo mis ganas de ser escritora y fue hasta hace unos días logre ordenar mis ideas gracias a mi bello William que siempre me alienta seguir luchando por mis sueños.

Primeramente, quiero decirles que esta historia será un proceso lento, pero constante.

Espero les guste mucho ya que yo amo escribir para ustedes, ACLARO: este es un borrador que cuenta con algunos errores, luego me encargo de corregirla, pero si quieren esperar hasta las correcciones, perfecto

No are larga esta nota y solo les diré: Les amo.

Si quieren saber de mi o quieren platicar conmigo un rato, síganme en mis redes sociales.

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Phoenix & Caleb ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora