Dulce Locura...

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BUENO GENTE, ANTES DE EMPEZAR QUIERO DECIRLES QUE ESTO ES UNA CONTINUACIÓN DIRECTA DE "DEVUELVEME EL CORAZÓN", Y DE "COMO MIRARTE"... TAMBIÉN ADELANTARLES QUE SI NO LES GUSTAN LAS COSAS QUE NO TIENEN SENTIDO NI JUSTIFICACIÓN ENTONCES MEJOR QUE NO LO LEAN xd, EN FIN SIN MAS QUE DECIR, COOOOOOOOOMENZAMOS!

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Días, semanas, meses pasaron desde aquel trágico suceso, todos iban reponiéndose lentamente, poco a poco liberando el dolor que sentían... Todos excepto una. Ella había dejado de llorar hacía mucho, pero la culpa la carcomía, aunque sabía que había sido un accidente, no podía evitar pensar que el había muerto por su causa.

Sin embargo, hizo caso a aquello que Kion le había dicho; ella debía seguir viviendo. Con todo el dolor arrumbado en un pedazo de su corazón vivió, prometiendo cumplir aquel sueño que Kion había cultivado en ella; la música. Hasta que un día...

-¿hola?- preguntó tomando su teléfono, atendiendo la llamada.

-Fuli, ¿como estás?- era la voz de Ono, un ex compañero, pero gran amigo.

-como siempre...- contestó ella sin animos.

-oye, estuve hablando con la banda, nos reuniremos a cenar hoy en el restaurante , ¿vienes?- le pregunto él, con voz temblorosa.

-está bien, supongo que una salida entre amigos no hará daño...- dijo pensando para si. Colgó el teléfono sin molestarse a esperar respuesta de Ono.

La reunión era hasta la noche, así que tenía todo el día para prepararse, además no era una salida especial, simplemente una salida amistosa.

Las horas pasaron rápidamente, sin embargo a mitad del día, empezó a sentir un fuerte mareo, había comido, todo preparándolo ella misma, y aunque estaba consciente de que no sabía cocinar, no creía posible que algo le hubiera hecho daño. O eso creía, hasta que sin motivo aparente, las nauseas fueron demasiado fuertes, tanto que la hicieron vomitar.

No podía creerlo, no sabía que significaba eso. Pero no era normal... Al menos no en ella. Decidió creer que se debía a algo superficial y no a algo mas serio, y aquella sensación no volvió a aparecer en todo el día.

Ya de noche, se dispuso a darse una ducha rápida, seguida de un rápido arreglo a su aspecto. Agarrando lo primero que encontró en su closet, salió del lugar, apresurada, pero sin llegar a correr, llegó al sitio del encuentro. Mas temprano que tarde se dio cuenta de que estaban ya adentro, así que sin pensárselo mucho entró al lugar. Donde una cantidad impresionante de gente se encontraba cenando.

-¿en que momento acepté esto?- se pregunto mientras avanzaba a una mesa.

Esperó ahí, buscando con la mirada a sus amigos sin demasiado éxito. Pensó en retirarse, y justo en ese momento, un adulto de traje de gala se acercó a ella con aire preocupado. La miró fijamente antes de hablar.

-tu, tu tienes cara de saber cantar bien- dijo tomándola del brazo y jalándola hacía un lugar.

-¿disculpa?- dijo Fuli soltándose del agarre.

-vamos, no hay tiempo que perder- dijo el hombre volviendo a jalarla.

-¿de que está hablando? Suélteme y déjeme en paz- dijo Fuli negándose a ir.

-soy el dueño del restaurante, y como te dije, tienes cara de saber cantar- explicó el tipo sin dejar de arrastrarla.

-¿y eso en que me incumbe a mi?- preguntó Fuli comenzando a molestarse.

-la cantante del restaurante enfermó de la garganta, y el show está apunto de empezar- explicó el aparente dueño, deteniéndose al fin.

-ese no es mi problema- dijo Fuli sin molestarse en sonar suave.

One-Shots: Kion x FuliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora