꧁ 𝐇𝐞𝐚𝐝𝐜𝐚𝐧𝐨𝐧𝐬 𝐲 𝐄𝐬𝐜𝐞𝐧𝐚𝐫𝐢𝐨𝐬 ꧂

𝐄𝐬𝐜𝐞𝐧𝐚𝐫𝐢𝐨 - 𝑺𝒊𝒏𝒃𝒂𝒅

𝙰𝚛𝚝𝚎:
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Está vez, escribo un escenario (N)SFW. Solo será un poco picante (si se hacen cosas sexuales, pero no llegan al acto principal), honestamente mis djinn favoritos de Sinbad fue Valefor y Focalor, ¿cuál es tu favorito? (Eso sonó estúpido, refiriéndome a la pregunta).
Pero nos estábamos basando en Sinbad usando a Val. Así que eso. Es como un ejemplo, aquí ya va a depender de que quieran y claro, siguiendo las aclaraciones que hice.

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🌺 Sinbad X Lectora 🌺

«𝐒𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐟𝐨𝐫𝐦𝐚 𝐝𝐢𝐫𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐢 𝐪𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐚.~»

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Habías conocido al rey de los 7 mares cuando era un comerciante en Reim. Sabías que él era un hombre mujeriego, y estabas muy decidida de que jamás estarás enamorada de él, o que nunca tendrías algo amoroso, tal como el matrimonio con él. Te burlabas de esos pensamientos. Trabajabas felizmente con Rurumu o Ja'far.

Incluso sentiste un interés amoroso con el albino, pero esos sentimientos se fueron. Ciertamente, la vida es curiosa, ¿verdad? Era como si fuera algo inevitable, estabas a la merced de los encantos de Sinbad, y ciertamente a pesar de coquetear como siempre, pareciera que contigo coqueteara de una forma diferente. Y al final estabas ahí...

Estabas en el castillo del hombre que juraste jamás enamorarte, estabas con él y casada con él. Sinbad, el rey de los siete mares, pero no por nada estabas ahí, estabas despejando tu mente de tus celos, pues bien sabías que era un coqueto y seduce a bellas doncellas. No no eras insegura de ti misma. Simplemente eran celos, tú eres también bella, y no nada más por eso estabas casada con él. Era debido a que lo comprendiste, cuando el primer reino de Sindria se desplomó de sus manos, fue un suceso que lo marcó mucho, y miró cuanto lo apoyaste.
En eso, escuchaste esos unos pasos, que se acercaban al mismo lugar que tú, pero no te molestaste en voltear, los celos se habían ido, pero estabas simplemente molesta, y si... Estabas muy segura de que querer, quieres toda su atención al menos un día, pero eso era imposible por sus tareas como rey. Y si acaso un día como éste, que hay una gran fiesta, podía descansar, pero estaba en la celebración. No fue hasta que alguien habló:

—¿Qué hace una hermosa doncella tan sola?— era Sinbad.
—Solo miro las estrellas en soledad.— dijiste sin importancia.
—¿Oh? Me preguntaba, ¿por qué mi reina se había esfumado tan silenciosamente?— estaba en la entrada.
—Tengo asuntos que hacer, mi rey.

Solo escuchaste una risita de él, pero no dijiste nada, el lugar, era apartado de la fiesta ciertamente, era un balcón alejado, donde podías mirar las más hermosas flores, un par de brazos te rodean, haciendo que te sonrojes como loca, querías mantenerte molesta y decirle que odiabas eso de él, pero no podías, no podías decirlo, éste hombre... Lo único que puedes hacer es decirle no a lo que te pida, sus manos... Estaban tocando demás, estás estaban en tus muslos.

—Vamos, no seas tan fría, volvamos.— susurró a tu oído.
—No.— tu respuesta fue firme.
—Vaya... Parece que no estás de humor, hace unos momentos estabas bien.— su mano izquierda acaricia el muslo suavemente.
—E-Es...— estabas molesta.
—¿Es?— estaba confundido.
—¡Es porqué le pones atención a esas doncellas! ¡Quiero tu atención solo en mi, al menos una noche!— dijiste apartándote de él y lo miras.

Estaba sorprendido por esas palabras, pero sonrió, te molestaste por esa maldita perfecta sonrisa y le diste la espalda, de tan metida en tus pensamientos que estabas, no te diste cuenta de que usó uno de sus djinn, y éste fue Valefor. Lo iba intentar otra vez, supo que cuando viste en como era en está forma, no podías negarte, debido a que lo encontrabas irresistible, adorable y apuesto a la vez.

—Si eso era lo que querías, debiste decirlo...— susurró nuevamente a tu oído.
—Mph... No.— volteaste para mirarlo molesta, pero te sorprendes al verlo en aquella forma.
—¿Qué pasa, un gato se comió tu lengua?— se acercó más a ti, casi caes del balcón, de no ser por la mano de Sinbad.
—¡Quieres enredarme en tus trucos!— te sonrojas.
—¿Es eso? Pero pense que querías mi atención.

Su mano derecha levanta tu vestido, revelando tus bragas, poniéndote roja, pero miras que se detiene, puesto que no haría algo que no fuera de tu consentimiento. Pero tan solo ver lo que estaba apunto de hacer Sinbad, te emocionaba, querías que te tocará.

—¿Puedo?— preguntó.
—No.— fingiste enojó, y vaya que te salió bien.
—Sé que en está forma dirás que si querida.~— susurró seductoramente.
—...Bien. Toca donde quieras.

Con la afirmación, sus dedos acariciaron sobre la tela de las bragas en tu parte íntima, gemiste de lo bien que se sentía, estaba siendo cuidadoso, pues sus manos tenían uñas largas, y tenían esos ojos que usaba en la batalla.
Pidiendo otra vez permiso, abrió la parte superior de tu vestido, revelando tus senos, comenzó a chuparlos de una forma gentil. No fue hasta que te diste cuenta, de en donde estaban, ¡estaban en un balcón haciendo esto!

—¡E-Espera Sinbad! Deten esto... Vamos hacer esto en nuestra habitación, ¿si?— le miras.
—Mm... No. Calma, es un lugar solo. Pero, no es mala idea, me encantaría mostrar a todo Sindria quien es mi reina, a la que hago actos lujuriosos. A la única mujer que tengo en mente todos los días. Pero. No lo haré, me podría poner celoso que mirarán tu belleza, y además, no quieres eso... Lo siento (Nombre), pero no puedo esperar más.—  suspiró en tu oído.

Sinbad retiró tus bragas, cerrando la puerta que dirige el balcón, te recarga en ella y te quita el vestido, quedando totalmente desnuda ante él, uno de sus dedos acariciaba los labios menores de tu vagina, y también tu clítoris, estabas gimiendo de tanto placer, no podías pensar claramente, sentiste una pizca de curiosidad y miraste que en su ropa blanca, había un bulto, no sabes como, pero liberaste su pene, que estaba erecto, comenzaste acaricarlo mientras él, con cuidado introducía y sacaba sus dedos de ti vagina. Te ganabas ligeros gemidos de él, habías olvidado que estaba usando su equipo djinn.

—¡A-Ah...! S-Sinbad.— una de sus manos fue a tu seno para tomar el pezón.
—Mmm...— levanta tus piernas y su polla está rozando tu vagina —¿lista? Porqué no dormirás mucho que dígamos, vamos a jugar toda la noche hasta el amanecer.

Tragaste saliva, pero te preparaste. Esa noche, no dormiste para nada, en el amanecer caíste a la cama para dormir.
Luego, Ja'far estaba sermoneando a Sinbad por irse, y por hacer cosas inapropiadas a su reina en un lugar tan público. Sinbad solo se reía mientras se disculpaba.

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Un poco así son los escenarios, pero un poco más cortos. Éste lo escribí porqué se me dio la gana. Además de que encontré inspiración.