Sobre su cabeza

22.Decisiones

La suite del hotel de Olivia ...

Olivia emitió un gemido suave y melódico, sonriendo mientras se estiraba y lentamente abría los ojos al sol de la mañana que se filtraba por las ventanas del piso al techo, decidiendo rápidamente que era demasiado brillante y volviéndolos a cerrar mientras se acurrucaba contra el pecho de Nick, corriendo  su mano sobre su extensión mientras plantaba besos ligeros de plumas en su pezón y luego le dio un lamido sensual y deliberado con la punta de la lengua antes de soplar suavemente, haciendo que se endureciera y Nick agitara su sueño, acariciando su espalda desnuda con  Su mano.

"¡Dios mío, eso me vuelve loco, bebé!"  Nick gimió y susurró, aspirando el aliento a través de los dientes mientras ella tomaba su pezón entre sus propios dientes, mordiéndolo, mientras rastrillaba suavemente el otro con las uñas.  Olivia era la única mujer a la que había permitido despertarlo de esta manera, siempre había pensado que era algo que los hombres no hacían, pero ella lo convertía en un creyente.

"Lo sé ..." sonrió, luego continuó dándole una succión húmeda y suave antes de soltarlo, luego lo besó una vez más "Buenos días" ronroneó.

"¡Definitivamente lo es!"  él sonrió cuando se subió encima de ella y colocó sus caderas entre sus muslos cuando sus labios se encontraron y la besó profundamente, tirando suavemente de su cabello para tirar de su cabeza hacia atrás, exponiendo su cuello hacia él.  Se habían caído de la cama durante su intenso acto de amor anoche y ninguno de los dos se había preocupado, seguían follando como animales salvajes, enredados en las sábanas que habían caído con ellos hasta que se gastaron por completo y ambos lucían quemaduras en alfombras bastante decentes, no  se molestaron en levantarse y acostarse y se quedaron dormidos en los brazos del otro en el suelo.

"¿Escucha eso?"  preguntó mientras acariciaba su cuello "Todavía está tranquilo"

"Eso es porque es sábado".  Dijo mientras miraba el reloj "Duermen; los gemelos no estarán despiertos hasta dentro de una hora más o menos", tomó su cabeza entre sus manos y besó sus labios, sintiendo su dureza mientras apretaba las caderas contra ella.

"Me gusta el sábado" sonrió mientras continuaban besándose.

"Bebé ... estoy todo pegajoso", dijo en señal de protesta contra su boca mientras se extendía más por él.  Le gustaba burlarse de él, sabiendo cuánto le gustaba hacer el amor con ella a primera hora de la mañana y el sexo matutino había sido mucho tiempo para ellos.

"Y mojado", susurró con un beso, acariciando su clítoris mientras se empujaba dentro de ella.  Ella gimió mientras se mordía el labio y sus labios se cerraron alrededor de su areola, atrayendo su pezón hacia su boca.  La forma en que la llenó fue divina y ella apretó sus caderas contra las de él, encontrando su ritmo mientras él se movía dentro de ella;  ella extrañaba estar con él así.

"¡Bebé más duro!"  ella gimió agarrándose fuerte a él mientras chupaba su labio inferior entre los suyos;  el silencio de la habitación se llena con los sonidos de su piel amorosa contra piel;  el olor a sexo pesado en el aire.  Ella echó la cabeza hacia atrás cuando él comenzó a golpear su lugar mientras la follaba con más fuerza, preparada para llorar cuando ...

"Mamá…?"  escuchó a Ari llamar desde el pasillo.  Las chicas estaban levantadas.

"¡Mierda!"  ella lloró, ella y Nick se congelaron por un milisegundo antes de que él se retirara y se pusieron de pie, Nick rápidamente le arrojó la bata.

"Pensé que habías dicho que estarían dormidos por más tiempo", dijo en un susurro frenético mientras envolvía la sábana alrededor de su cintura.

"¡Usualmente lo son!"  dijo mientras se ponía la bata de seda, cerrándola y atándola rápidamente, luego pasó los dedos por su cabello despeinado.  Los escuchó acercarse a la puerta de su habitación y rápidamente besó a Nick y salió al pasillo, cerrando la puerta con fuerza detrás de ella.