Capítulo 10: Un último intento.

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Desde el momento en que despertó sintió su cuerpo en mal estado su cabeza punzaba con cada paso que daba y aunque era consiente de que eso solo se debía a no haber podido dormir en las ultimas dos noches, no se detuvo en relacionar su malestar a un mal presagio. 

Sus pies se movían pesadamente, con cada paso los sentía temblar y muy posiblemente era cuestión de tiempo para que estos no dieran ni en paso más; lo único que lo mantenía de pie era aquella mano que sostenía la suya con tanta fuerza que aseguraba que si llegaba a tropezar no caería al suelo pues aquella mano lo mantendría en pie aunque eso costara que ambos reducieran sus pasos o se quedaran quietos durante un largo rato, incluso si algo como eso pasara aquella mano nunca lo soltaría. 


"Todo estará bien." Aquella voz lo acompañaba en cada paso que lograba dar y al igual que aquella mano lo llenaba de seguridad. Una voz seria que lo animaba a seguir caminando con dirección al juzgado donde daría lugar el juicio contra su padre.


Sabía que si el estaba nerviosos su madre estaría mucho peor y solo por eso había insistido en ir con Kei porque si se quedaba con su madre terminarían llorando o dándoles un ataque de pánico a ambos y era lo que menos necesitaban en esos momentos. 

Ingreso al edificio donde daría lugar el juicio, tomando su mano Kei se mantenía a su lado acariciando con su pulgar sus manos unidas, frente a ellos el señor a la señora Tsukishima caminaban cada uno a un lado de su madre mientras Akiteru esperaba en el estacionamiento por otras personas, la verdad era que no estaba seguro de que sucedería una vez adentro, la abogada le dijo muchas veces que debería hacer pero él se perdía en cuanto mencionaban a su padre o como su madre tendría que declarar en su contra. Su madre no podría con aquello a penas y hablaba con el, ni siquiera hablaba frente a los Tsukishima a menos no con los varones. 

Su madre no hablaba en publico y él simplemente sentía que al ver a su padre se quedaría mudo por el resto de su vida, no exageraba, de verdad que le temía a ese hombre toda su vida vivió a su merced recibiendo golpes e insultos, comprando alcohol para un hombre ebrio, vivió en aquella casa encerrado con su madre, con el deseo de escapar todos los días, de salir corriendo tan lejos como fuera posible y dejara aquel hombre en el pasado ahogar sus memorias creando nuevos y mejores recuerdos. Nunca lo logro. 

¿Cómo podría abandonar a su madre? y la respuesta llegaba tan rápido como la idea de huir aparecía en su cabeza y es que nunca se atrevería a dejar a su madre solo porque era su madre, ella lo amaba más que nadie y ella era la que solía recibir la mayor cantidad de golpes y tal vez por ello fue que después de casi tres años de abusos su miraba se oscureció y sus oídos se cerraron a sus palabras, puede que después de tantos abusos la manera de su madre para defenderse del dolor fue encerrándose en su mente, lejos del dolor, de los gritos y sin desearlo lejos de su propio hijo. Muy lejos.

Pero hacer aquello era su ultimo intento de ser libre de una vez, un ultimo intento para que su madre saliera de aquel rincón en su mente y volviera a su lado. Todo dependía de ese juicio su salud mental y muy seguramente la de su madre, tenían que ser capaces de hablar frente a todos y expresar todo lo que su padre les hizo, no mentir y no guardar secretos que después se usaran en su contra. 

El juicio inicio con la llegada del juez y con la entrada de su padre esposado que camino sin mirar a nade hasta su lugar aun lado del abogado que sin duda era uno bueno pues lucia muy bien vestido. 

La mirada de su padre viajo por toda la sala y cuando sus ojos se encontraron se congelo, la mirada de su padre era dura, era la mirada de un hombre enfermo y abusador. El hombre lo miraba con tanto odio que sintió como perdía el aire, lo sentía salir en un largo jadeo seguido de su mirada nublándose por las lagrimas que se formaban sin permiso, sentía a sus pies temblar y sabía que gracias a estar sentado a un no caía de rodillas. 

El silencio del Rey  (tsukikage)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora