boyfriend ও jimsu

🦋!! ' Capítulo O1

La mirada de Jimin se posó en las manos entrelazadas de Yoongi y Jungkook.

Toda la escuela sabía que Jungkook no era lo que Yoongi creía, todos sabían que estaba usando al pobre chico para darle celos a Taehyung, su ex. La manera en la que el pobre Yoongi seguía embobado con el menor era impresionante, cualquiera se atrevería a decirle que era un fiel iluso a las palabritas tontas sacadas de internet que Jungkook le decía.

A Park no le gustaba eso, nunca había cruzado palabra con alguno de ellos dos, pero por lo que sabía –y por lo que había escuchado las últimas semanas–, Yoongi era un buen chico, amable y precioso. No había alguien en la escuela que quisiera hacerle daño, ni siquiera el mismo Taehyung pero al parecer Jungkook no compartía esa idea.

Muchos pensaban que era un egoísta por sólo ver por él y no pensar en Min, pero no es como si le interesara mucho.

—¿Por qué te interesa tanto? —se preguntó a sí mismo en un susurro.

Picaba su comida con ganas de alimentarse hasta el tope de su estómago, no solía comer en la cafetería pero aquel día no había desayunado en su casa así que su hambre era intensa.

Por otro lado, el pensar en la nueva pareja que era sensación por toda la comunidad escolar lo tenía con los cabellos de punta aunque no sabia porqué. Interesarse por los demás no era algo que solía hacer con mucha frecuencia, o más bien, nunca lo hacía.

—Tal parece que no te agrada que las personas sean lastimadas tan obviamente —seguía hablando con su Jimin interno.

A veces el Jimin interno intentaba hacerlo enloquecer, lo cuestionaba demasiado y era demasiado llorón, por consiguiente, el Jimin externo era totalmente lo contrario. Ese era el punto, el Jimin de adentro eran los sentimientos secretos que nunca demostraba.

Los chicos comenzaban a rodear la mesa que tenía enfrente. Eso era molesto, así que prosiguió a terminar con rapidez su comida y se paró, dándole una última mirada a la pareja sensación.

Le entristeció el ver la mirada enamorada de Yoongi en el menor, como si fuera lo único que existiera pero le enojó muchísimo ver la mirada de Jungkook buscando a Taehyung.

—Ese chico no me agrada para nada —dijo en voz baja.

Sabía que no servía de nada hablar para sus adentros, pues fuera como fuera nadie lo escucharía. Es decir, ¿por qué lo harían? Después de todo lo tacharían de celoso y no lo estaba.

꒰ ୨♡︎୧ ⠁( boyfriend ) 🧸 ۪ ۫ ♡

La biblioteca resultaba ser realmente aburrida, y mucho más aún si tenía que leer un libro de poesía para su clase.

Regularmente dejaría todo para última hora pero por alguna extraña razón –u obras del destino–, había decidido ir a hacerla aquel día.

Estaba entretenido en su lectura o eso quería creer. En realidad, sólo dejaba pasar las letras y palabras para decir que sí lo había leído, quizá hasta noentregaría la tarea.

—Hey —escuchó. Unos toques nerviosos se sintieron en su hombro.

Se encontró con un Yoongi sonriente, una bufanda adornaba su cuello y llevaba un saco largo que por centímetros amenazaba con tocar el suelo.

—¿Qué? —cuestionó Jimin confundido, cerró de golpe el libro y le miró.

El otro abrió en grande los ojos por el increíble tono de voz utilizado.

—Uh, disculpa te vi algo solo y quería hacerte compañía.

La mirada de Jimin se posó en el chico que se había sentado frente a él, enarcó una ceja mientras se recargaba hacia atrás con los brazos cruzados.

Nadie se acercaba a Jimin. Algunos lo catalogaban como de mala actitud o que era algo frío, pero nadie en realidad se había tomado la molestia en conocerlo de mejor manera. A veces pensaban que Jimin amaba estar solo así que le daban su espacio pues nunca lo veían quejarse de la soledad, aunque la realidad no era esa; a Jimin no le agradaba estar solo y no era algo que le molestara tanto

—Así que, ¿hacerme compañía? —dudó Jimin—. Uhm, bien.

Asintió abriendo de nuevo el libro, ahora dejando de prestarle atención al pelinegro y simulando meterse en la lectura. Quizá aquellas veces en las que muchos decían que odiaba la compañía comenzaba a ser realidad.

—Qué linda biblioteca, ¿no es así? —Yoongi habló. Jimin escondió la cabeza más profundamente en el libro y siguió intentando leer—. Qué mal que odien las bibliotecas, es difícil odiarlas y que de alguna manera te gusten. ¿Crees eso? Por cierto, ¿cuál es tu nombre?, siempre te había visto pero nunca he sabido cómo te llamas —siguió hablando, el menor suspiró pero no presto atención—. Bien, quizá me cuentes algo. Ah, eres un poco odioso pero me agrada que casi no hables, o quizá no debería de...

El temperamento de Jimin estaba demasiado mal como para aguantar al chico que estaba frente a él. Se preguntaba porqué demonios no se había ido aún de ahí junto con sus cosas.

—¿Te han dicho que hablas mucho? —interrumpió con brusquedad al mayor.

El otro se quedó pensando y asintió enérgicamente.

¿Cómo era posible que se tomara tan felizmente una ofensa? Ese chico debía estar un poco ido y eso le resultaba exasperante pero interesnte.

—Mi novio Jungkook me lo dice a menudo —su sonrisa marcó sus labios rosados.

El castaño rodó los ojos con exageración y volviendo a cerrar el libro, se recargó hacia enfrente viendo al chico. Ladeó la cabeza, jugando con su lengua dentro de su boca y esbozó una ligera sonrisa.

—Sí, he escuchado de ustedes —borró al instante la sonrisa—, demasiado —susurró al último, esperando que el sonriente no lo hubiera escuchado.

De alguna manera Yoongi no logró captar la gran indirecta pero para su suerte, el otro sólo decidió ignorarlo. Continuaron mirándose por algunos instantes y cuando ambos se dieron cuenta de aquella tontería, desviaron las miradas.

—Y entonces, ¿qué tal te cae Jungkook? —la pregunta le tomó por sorpresa.

Rascó su barbilla buscando la respuesta correcta para decir, o que no sonara demasiado ofensiva como las mayorías de las cosas que ecía sobre las personas.

Pero a decir verdad, nunca le había caído bien Jeon Jungkook.

—No me gusta tu novio.

El otro se apuró en hablar.

—Claro que no, él no es tu tipo —dijo un Yoongi obvio mientras soltaba una risita.

Jimin negó varias veces mientras una sonrisa adornaba su rostro.

—Me refiero a que no me agrada.