One Piece x Lectora (One-shots/+18)

•😻Vinsmoke Sanji & Roronoa Zoro🍻•

Thousand Sunny.

(T/N) observaba a aquellos dos idiotas. Los veía pelear, eso le causaba tanta grácia.

--¡¡Maldito Cocinero Pervertido!!

--¿¡Cómo me llamaste Marimo de Mierda!?

Reía ante sus peleas.

Sus sentimientos eran confúsos. Ambos tenían personalidades únicas, y sobre todo, son muy atractivos. No sabía de quien enamorarse, y sin darse cuenta, se enamoró de ambos.

Había intentado seducirles, Sanji había caído sin siquiera mover un dedo, Zoro no estaba muy convencido.

Más tarde...

--Hola, Zoro...-- Murmuró la jóven, el nombrado estaba entrenando, con el torso desnúdo. La chica se sonrojó al verle. Ella suéle entrenar con él en múchas ocasiónes.

--¿Qué quieres, mujer?-- Preguntó distante y fría.

La jóven sonrió y se acercó al peliverde. El alzó una ceja al no tener una respuesta.

--Un beso túyo.-- Respondió directa, el jóven se sorprendió ante su respuesta.

--¿Quiéres que te dé un beso?

--Prefiéro a que me lo róbes.-- Murmuró la peli-(c/c). Acarició los brazos del peliverde y acercó su rostro al del chico.

Ambos uniéron sus labios en un suave y lénto beso. (T/N) entreabrió sus labios, dándole permíso al peliverde para introducír su léngua. Su lénguas se encontraron por priméra vez.

Los dos empezáron a jadear. Zoro acarició los muslos de la oji-(c/o). Ella apoyó sus manos en los hombros del peliverde.

La falta de oxígeno, fué lo que les obligó a separarse.

--No estás tan mal.-- Susurró el peliverde. Una sonrisa se dibujó en el rostro de ambos jóvenes.

--Me téngo que ir.-- La jóven se separó conpletamente del peliverde y éste continuó entranando.

Más tarde...

(T/N) entró a la cocina. Ahí esta el ceja rizada, lavando los platos de está mañana.

--¿Estás ocupado?-- Preguntó la chica, con una sonrisa en los labios.

--¡¡SIEMPRE ESTOY DISPONIBLE PARA (T/N)~CHWAN!!-- La jóven se acercó a el y tapó su boca con su mano.

El rubio se alzó una ceja, confundido, ante el ácto de la oji-(c/o).

--No quiero que grítes.-- Susurró. Túvo que obligar al rubio a inclinarse, ya qur la diferencia de altúra era demasiada.

Lentamente, quitó la mano de la boca del cocinero y acercó sus labios a los suyos.

Unieron sus labios y Sanji se sorprendió. El rubio dejó escapar un leve jadéo, (T/N) aprovechó aquello para introducir su léngua a la boca del chico.

Acercó su cuerpo a el del rubio. Se separaron, un hilo de saliva continuó uniéndo sus labios, pero no tardó en romperse.