— Vosotros dos sois muy lindos juntos. — Dijo Kurt cuando salieron del hospital.
— ¿Lindo? — Repitió Blaine. — Odio esa palabra. — Le dio al doctor una mirada de soslayo. — No estarás tratando de que tenga una cita con ella, ¿verdad? —
Kurt sacudió la cabeza. — No, eso no es lo que estaba insinuando en absoluto, Blaine. Lo que quise decir es que puedo ver por qué erais tan buenos amigos. Sois muy parecidos. —
Las puertas automáticas se abrieron y él dejó ir al médico forense primero. — Me siento malamente. —
— Mal. — Corrigió Kurt sobre su hombro. — Y te lo dije, es ese brownie. —
Blaine se frotó el estómago. — No, el brownie está bieeen. Me siento mal. — Enfatizó la corrección. — Por haber visto a Danny. Hubo un momento en mi vida en que éramos inseparables. —
— Según lo que sé de tu infancia y lo que dijo Danielle, me imagino que vosotros dos os unisteis por un enemigo común. —
El viento comenzó a soplar de regreso a la panadería, y Blaine tiró de su cuello con fuerza. — Sí. El mundo. —
Kurt sonrió. — Parecía que lo habíais retomado donde lo dejasteis. ¿Cuántos años tenía ella cuando salió de Boston?
— Uhmmm, ella no terminó la escuela secundaria aquí. — Pensó Blaine. — Creo que se fue antes de empezar bachillerato. —
— Eso es inusual. — Señaló el médico. — La mayoría de edad en Massachusetts es de 18 años. Y ella solo tenía 16 años cuando se fue. —
— Tuvo una vida dura en casa, Kurt. — Dijo el moreno en voz baja. — Demonios, probablemente pensaba que lo que le sucedía en la escuela eran unas vacaciones. —
— Sí, se refirió a su padrastro como un"gilipollas". —
— Lenguaje, doctor Hummel. — Sonrió Blaine.
— No, no cuenta cuando repito algo dicho por otra persona. —
— Por supuesto que no. Y sí, Clint era un gilipollas. — El italiano levantó una mano. — No lo digas. —
— ¿A dónde fue ella? —
— No lo sé. — Admitió. — Para cuando se fue, yo... No lo sé. —
Kurt deslizó su brazo por el de Blaine. — Estabais en diferentes etapas de vuestra vida. Eso es bastante común a esa edad. Las cosas que pasan en casa. Las cosas que pasan en la escuela. Cosas que suceden con tu cuerpo. — Blaine gruñó ante el recuerdo. — El hecho de que fuerais de diferentes sexos significa que te estabas desarrollando social y físicamente en diferentes momentos. Solo se sumó a la probabilidad de separación. —
— Ni siquiera me molesté en tratar de localizarla. — Dijo en voz baja.
— Parece no tener resentimientos al respecto. —
— Sí. — Aunque respondió afirmativamente, estaba claro que todavía estaba molesto.
Se detuvieron frente a la panadería y Kurt se volvió para mirar a su amigo. — Por mucho que me duela consentirte, ¿quieres que te compre otro café? —
Los ojos de Blaine se iluminaron. — ¿Y otro brownie? —
— Absolutamente no. —
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Las puertas del ascensor se abrieron y Blaine entró en la oficina de homicidios. Seis pasos fáciles lo llevaron al escritorio de Duval, donde colocó cuidadosamente una taza blanca prístina con un emblema de oro. El sargento levantó la vista de su periódico.
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Puntos ciegos
Misterio / SuspensoUna serie de asesinatos trae de vuelta a una vieja amistad y antiguos recuerdos. Detective Blaine Anderson y Doctor Hummel.