Something hidden behind the scars

3~ A veces lo malo es lo mejor.

"Joder..."- Jake abre la boca sorprendido.-"Todo esto ha cambiado muchísimo desde la última vez que estuvimos por aquí."

"Lo sé."- Sonrío y entramos al centro comercial.-"Echaron abajo el antiguo y construyeron este más grande."

"Y tan grande. Es como cinco veces el anterior."

"Y cinco veces mejor."- Añado.-"Ahora hay todo tipo de tiendas y no sólo aquella pequeña tienda al lado del cine, la cual olía a rancio."- Comenzamos a reír.

"Olía fatal pero hay que admitir que los bollos que solíamos comprar allí estaban tremendamente buenos."- Muerde su labio cerrando los ojos y comienzo a reír ante su expresión de casi orgasmo.-"Estaban buenísimos. Joder que puta hambre tengo ahora."

"Te dejaré que me invites a algo."

"¿Acaso lo dudabas?"- Sonríe y pasa su brazo sobre mis hombros y besa mi mejilla.-"Después tendremos tiempo de comprar todo."

Comenzamos a andar hacia uno de los restaurantes que más me gustaban de todo este sitio y más bien, que más me gustaban de esta ciudad ya que aparte de que la comida era buenísima y nada cara, era el lugar donde más solíamos quedar yo y todas las personas con las que me solía juntar. Era una especie de bar-restaurante que servía prácticamente de todo tipo de comida rápida, bollería y pasta, contando también con el servicio de barra donde servían bebidas y copas, lo que lo hacía perfecto para nuestras típicas tardes aburridas o de invierno.

"No eres consciente del tiempo que llevo sin oler algo así."- Coge aire una vez entramos en el restaurante el cual desprende un muy agradable olor a comida recién hecha.-"Me voy a poner como un jodido cerdo."

"Lo he echado mucho de menos."- Sonrío y un chico nos acompaña a una mesa pequeña para dos, dejándonos un par de cartas.-"Yo quiero la hamburguesa de pollo con ensalada."- Digo sin mirar la carta y Jake levanta una ceja.-"¿Qué quieres? Llevo viniendo a este sitio mucho tiempo. Me sé todo lo que hay."

"Bueno..."- Se encoge de hombros y vuelve su mirada a la carta. 

Era gracioso verle mirar todo lo que había ya que parecía que los ojos se le saldrían de las órbitas con tantos platos que sabía que le gustaban. Recuerdo cuando aún vivíamos los dos con mi madre y ella siempre preparaba este tipo de comida muchas veces porque a él le encantaba y a nosotras nos resultaba muy gracioso verle comer porque  parecía que ni siquiera respiraba y sólo engullía.

"¿Ya sabéis qué queréis?"- El chico de antes vuelve y sonríe.

"Yo quiero este..."- Comienza Jake a señalarle en la carta algunos platos.-"Este... Este.... Y este."- Cierra su carta.-"Y para ella una hamburguesa de pollo con ensalada."- Jake me mira y asiento.-"Y para beber, una jarra de agua y una cerveza bien fría."

"¿Seguro? Creo que será mucha comida."- Sonríe el chico algo extraño.

"Totalmente seguro."- Jake asiente y el chico recoge las cartas y comienza a andar.

"Jackie, te juro que no podría ser más feliz ahora."- Jake comienza y sonrío mientras agarra mis manos por encima de la mesa.-"Soy libre y estoy contigo otra vez, no podría pedir nada más."

"Tenemos que recuperar todo el tiempo que podamos, Jake. Hay muchas cosas que quiero hacer contigo que no hemos podido hacer."

"Lo sé cariño, lo sé. Pero todo va a cambiar ya. Soy un hombre nuevo y no habrá nada que haga que volvamos a separarnos."- Sonríe.-"Te lo prometo."

Seguimos hablando de todo un poco, o más bien de cualquier tema que se nos pasara por la cabeza y es que después de tantos años, daba igual lo que hablásemos, ya que todo parecía importante si lo hablaba con él ahora mismo. Estaba feliz, sonreía y reía todo el tiempo y verle así hacía que su felicidad se me contagiase, añadida por cierto, a la forma tan graciosa de comer porque parecía que se corría cada vez que se metía algo en la boca y lo saboreaba. En su defensa, él decía que la comida de la cárcel era una completa basura, por lo que entendía que ahora mismo todo le supiese a gloria.