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— Toma esto

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— Toma esto.— Dijo Mina pasándole papel a Chaeyoung. La menor intenaba limpiarse pero no podía hacerlo con éxito gracias al alcohol en su sistema.

— Rayos, no sale.— Comentó mientras tiraba el papel a la basura.

Mina se acercó con desinfectante puro y una toalla de tela. La mayor siempre era muy rigorosa con su cuidado y limpieza, por eso las llevaba.

— Déjame ayudarte, Chaeyounggie.— Dijo suavemente. Haciendo recordar a la Coreana los viejos momentos, eso hizo que su corazón se oprimiera dando pequeños revuelos.

— ¿Chaeyounggie? — dijo mientras veía cómo Mina ponía el líquido en la tela. La Japonesa sólo se sonrojó, pues así le decía antes. Admitía que le gustó nombrar a su pequeña amiga, que ya era una mujer, como antes le decía.

— Disculpa, Chaeyoung.— Se excusó.

— No, está bien, dime cómo quieras.— propuso mientras le sonreía, la japonesa le dio una suave mirada.

Las copas le empezaban a afectar la cabeza a Chaeyoung, se estaba sintiendo algo mareada y estaba siendo demasiado amable con su mayor.

—  Ahorita arreglamos tú vestido, déjame ayudarte con ese golpe.— Dijo tomando el pedazo de tela mientras lo acercaba al labio afectado con suavidad.

Chaeyoung miraba los ojos de Mina y pudo ver que contenía en su cara más lunares, adornaban así cómo la tinta y la buena caligrafía en un papel virgen claro.

Mina miraba los rosados labios de Chaeyoung. Limpiando suavemente su herida, se desvió subiendo su vista hacia esos ojos intensos y hermosos que la observaban, las dos se quedaron viéndose.

Sus rostros estaban a unos pares de centímetros y la mano de Mina permanecía quieta en el labio de Chaeyoung. Unos latidos se estremecieron en el pecho de ambas.

Mina bajó la mirada de nuevo a los labios de aquella coreana, quitó suavemente la tela y las dos se sintieron extrañamente cómodas.

Una chica con una gran sonrisa entró al baño interrumpiendo a las otras dos chicas, haciendo que éstas se alejaran bruscamente.

— Oh, Disculpen... Buscaba a alguien y yo...— Dijo una chica sonriente de oreja a oreja.

— No te preocupes.— Inquirió Chaeyoung. — No estábamos haciendo nada, un tonto hizo una herida en mi labio y arruinó mi vestido.— Miró a la más alta. — Ella me estaba ayudando, nada más.— Comentó Chaeyoung guardando sus cosas.

— Soy Minatozaki Sana, vengo de Japón.— Se presentó la chica.

— Myoui Mina.— Siguió la otra japonesa. — También vengo de Japón.— Sonrieron ambas.

— Chaeyoung, Son Chaeyoung.— Dijo viendo a Sana.

Mina se sorprendió al escuchar el mismo apellido de su pareja, vaya, se había olvidado del apellido de su amiga gracias a los años, "qué extraño, el mismo apellido de Jung, qué pequeño es el mundo", pensó la nipona.

❝ Tú nombre en mi piel. ❞ | ෴ Michaeng. | Saga.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora