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Habían pasado dos días desde que llegó a la casa de sus papás

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Habían pasado dos días desde que llegó a la casa de sus papás. Cómo siempre ahí estaba Dahyun y sus padres. El hermano de Chaeyoung vivía solo en un edificio de Busan, tal cómo Chaeyoung, sólo que la menor vivía en Seúl. A los dos les fue igual de bien.

En la casa de los Son, Chan durmió en otra habitación, los Son no querían qque durmieran juntos y aunque el chico vio problema, Chaeyoung no refutó.

— Chaeyoung ¿podemos ir al parque? —  Dijo una chica de tez blanca y ojos exageradamente rasgados.

— Sí, hace mucho te prometí llevarte a comer un helado, Dahyun.— La nombrada sonrió y juntas fueron al parque.

Al llegar, el cielo se veía soleado y el paisaje era hermoso. Las dos compraron un helado, uno de chocolate y otro de fresa. Juntas estaban sentadas en el pasto de aquél parque lleno de verde. Un rayo de sol caía en las chicas.

— Chae...— la coreana mayor miró a Dahyun. — Chan no me parece un buen chico para ti.— dijo mientras comía su helado.

— Ya lo sé, Dahyun.— La miró. — me lo dicen mucho.— Río recordándolo. — ¿Sabes por qué salgo con él? — cuestionó a su hermana menor.

— Sinceramente no.— Respondió. — Eres hermosa, inteligente y ganas buen dinero, no lo entiendo.— inquirió.

Al escuchar lo del dinero, La chica de pelo oscuro rió.

— Bueno...— suspiró. — él me ayuda a que nadie me miré, o al menos no hagan alguna acción, no se atreverían si me ven con Chan, es alto, atractivo y fuerte. — Dijo pesadamente.

Dahyun tomó la mano de Chaeyoung y le dio un suave apretón.

Pasó toda la tarde y mañana llegaría su hermano para cenar por la noche con su novia. Las dos decidieron volver a casa.

Mientras iban caminando le llegó una llamada a Chaeyoung.

— ¿Sí? — Respondió. — Habla con la señorita Son.— continuó.

— Extenderé mi trabajo para poder tener vacaciones más largas luego.—  Contestó el presidente del trabajo de Chaeyoung. Él era Jimin y Chaeyoung era la vicepresidenta.

— Oh, Jimin. — sonrió la menor. — ¿Tendré más vacaciones? — Cuestionó la menor.

— Así es, pequeña. — los dos se tenían mucha confianza. — Te daré un mes y medio.— Comentó.

— ¿T-tanto? — preguntó una coreana preocupada.

— Ah, no tienes porque preocuparte, luego tendré yo esas vacaciones y tú trabajarás por mí.— Río desde la otra línea. — Puedes trabajar por la computadora por un tiempo. Sé que estás en Busan.— La menor aceptó.

—- Adiós, Jiminsshi.— Rio molestando al castaño.

— Adiós, enana— burló.

Así que estaría casi dos meses con sus padres. Pasaría más con sus padres y hermanos, eso la puso feliz.

❝ Tú nombre en mi piel. ❞ | ෴ Michaeng. | Saga.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora