Parte 2

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Al termino del breve abrazo, se sonrieron uno al otro como no creyendo que estaban juntos. La joven se quedo a una esquina apoyando la espalda en la pared y disimuladamente se mantenía escuchando la conversación.

—No puedo creerlo.... No puedo...-llevo sus manos tomando el rostro del moreno y tanteando levemente sus mejillas-Sasuke... ¿De verdad eres tú?-pregunto incrédulo.

—No, soy tu padre Dobe-hablo con burla, tomando sus manos entre las suyas-Idiota... claro que soy yo.

—Echaba de menos ese insulto-comento con nostalgia.

El azabache unos centímetros más alto que su amigo, llevo una de sus manos a la cabellera rubia y revolvió con cariño hasta despeinarlo.

—Yo también-sonrió-Dilo...

Naruto le miro sin entender.

—¡Vamos! ¡Se que quieres decirlo! ¡Usuratonkachi!

—¡Teme Idiota!-grito sonriendo.

Sakura presencio perpleja el modo tan amistoso en que se trataban, definitivamente debían ser amigos de bastante tiempo. Sin importarle lo que podría afectarle al rubio, había decidido que ese azabache tan impresionantemente atractivo seria solo suyo. Con una sonrisa satisfecha en sus labios camino hasta la pareja de amigos quienes no terminaban de sonreírse y hablar tonterías. Se postro delante de ellos y ambos callaron toda fiesta.

—¿No piensas presentarnos Naruto?-inquirió mandándole una pequeña sonrisa al ojinegro, quien ni se molesto en corresponderle.

—Ah... claro-dijo nervioso-Sasuke, ella es Sakura, es mi compañera de clase. Sakura, mi amigo de infancia, Uchiha Sasuke-los presento.

—Un placer, Sasuke-contesto de forma sensual, cosa que para el rubio paso desapercibido, pero no para el azabache.

—Lo mismo digo-hablo serio.

—¿Cursaras aquí?-pregunto sumamente interesada.

El moreno asintió.

—¡¿De verdad?!-casi grito de emoción el rubio a su lado.

—Iba a decírtelo ahora...-contesto mirando un tanto molesto a la peli-rosa.

Sakura vio eso, y antes de causar una mala impresión al amor de su vida, era mejor salir. Por ahora, haberlo saludado le satisfacía.

—Bien, espero verte pronto por aquí. Los dejo para que sigan charlando, bye chicos-izo un ademan con la mano antes de darles la espalda y seguir su camino.

—¡Nos vemos mañana!-grito el ojiazul sonriente.

Una vez vio como la peli-rosa se perdía en la salida, miro a su amigo con una notable conmoción.

—Tienes que contarme todo.

—Hmp... lo que digas. ¿Dónde deseas hablar?

—¡Ven!-jalo al moreno de su mano y comenzaron a recorrer los pasillos hasta detenerse frente a un aula.

—¿Aquí?

—Este es mi salón, ya nadie lo utilizara, entremos-soltó al ojinegro y al entrar, el rubio cerró la puerta para evitar metiches.

Sasuke se dejo caer en una silla y su rubio amigo se poso sobre el banco, frente a frente.

—Cuéntame... ¿Qué ha sido de ti, tu familia...? ¿Cómo están?

—Bien... estábamos viviendo cómodamente en París, pero a mi padre siempre lo trasladan y está no es la excepción. Algunas veces me siento como una pelota de pimpón. Pero esta vez estamos en casa para quedarnos. Eso espero...-añadió con una sonrisa.

Rompe CorazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora