Parte 3

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Un hermoso día soleado estaba iniciando en la mañana. El rubio iba camino a su instituto como siempre, siendo interceptado por algunos de sus amigos. Shikamaru, Kiba e Ino que vivían un tanto alejados de la vivienda del ojiazul.

—Estuviste grandioso ayer, Naruto-comento el peli-castaño que portaba extrañas figuras en forma de triángulos en sus mejillas-¿No te parece, Shikamaru?

—¡Fantástico!-exclamo sonriente la rubia, ojos azules, no tanto como su compañero y llevaba el cabello atado en una coleta baja.

—Problemático-contesto con algo de pereza, un pelinegro que llevaba un extraño peinado en forma de coleta.

Naruto miraba el suelo mientras caminaba, con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón negro. Sacudió lentamente la cabeza.

—No sé. Algunas veces realmente me gusta la obra. Pero otras, lamento que el profesor Yamato me haya puesto, porque no sé si sirvo para el papel.

—Dices eso porque ayer Sakura te hizo pasar un mal rato-dijo Kiba-No dejes que te moleste. A ella le gusta llamar la atención.

El joven rubio se ruborizó al oír mencionar a la peli-rosa. Rápidamente salió en su defensa.

—No es su culpa. Es culpa mía. Es que no sé si soy lo bastante bueno.

—¡Por supuesto que lo eres!-estallo Ino.

Su papel era de poca importancia, así que pasaba mucho tiempo observando al ojiazul. Era evidente que pensaba que el muchacho era fantástico.

—Tienes talento natural, Naruto–continuó-Eso es lo que te hace tan bueno. Es como si no actuaras. Eres simplemente tú mismo.-al darse cuenta de que se estaba poniendo en evidencia, se detuvo con las mejillas ardientes.

El blondo la miro, con sus ojos azules agrandados por la incredulidad.

—¿De verdad crees eso?

—Escucha a Ino-señalo Shikamaru-Ella debe saber. Su padre es un exitoso agente en Hollywood.

Le rubia se ruborizo.

—En general no me gusta decirlo. Podrían preguntarse cómo tiene una hija tan poco talentosa.

—¿Por qué dices eso? Yo creo que eres muy buena.

Ino se encogió de hombros.

—Más o menos. Pero es como todo lo que hago. Como con el Surf, por ejemplo. Cuando tú sales con la tabla, parece muy fácil. Ahora estoy tratando de aprender y me siento como King Kong.

—Probablemente lo que necesitas es que te den algunos consejos.-comento el castaño.

El rostro del rubio se iluminó, ya que estaba en su elemento al hablar de Surf.

—La próxima vez que vayas a la playa, te ayudaré con todo gusto.

La muchacha sonrió con timidez.

—¿Realmente lo harías? Quiero decir, ¿no será mucho trabajo? ¡Oh Naruto, seria genial!

Kiba y Shikamaru se miraron comprensivos.

—No es ningún trabajo... -Naruto se interrumpió al divisar una figura conocida en la entrada del colegio.

Sakura conversaba animadamente con Akasuna no Sasori, tomada de su brazo. Sasori era un joven de la clase superior, tez algo bronceada, cabello rojizo, ojos grisáceos, cuerpo fornido y alto. Se lo caracterizaba por una personalidad soberbia, elegante e inteligente. Se lo veía muy bien con sus shorts blancos de tenis y una remera. Sakura vio al grupo acercarse y los saludó. Al pasar, lanzó una mirada a Naruto y le tiró un beso de manera coqueta.

Rompe CorazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora