Capítulo 11

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Después de aquel viernes, no volví a verte, hasta el miércoles. Todos nos encontramos en plaza cívica, nos saludamos normal, como si nada hubiera pasado, y comenzamos a platicar del peso que tenían los próximos exámenes. De pronto noté que te miraba demasiado cuando me di cuenta que te veías de malas. Así que me puse a platicar con Zaid, le dije que mi mamá no se había enojado por lo del viernes, entrecerró los ojos y me miró fijamente.

- Pasó algo entre ustedes ¿cierto? – me pregunto levantando una ceja

- Si.. – conteste un tanto nerviosa, desviando la mirada

- ¡Lo sabía! – festejo con una sonrisa

- ¿Cómo es que lo adivinas? – pregunte ahora yo

- Solo lo se – me guiño un ojo.

Decidí no ahondar en el tema, realmente debería haberlo sabido porque tú le habrías dicho que te gustaba o algo así, rodé los ojos. Entonces platicamos sobre las vacaciones, los proyectos finales y finalmente sobre los ex (un tema demasiado complicado y delicado para tu corazón) cosa que noté cuando tu actitud cambio.

Siento que el hecho de que ambos recordáramos perfectamente las escenas era demasiado doloroso para ambos, y cuando Zaid mencionó a tu ex, te molestaste y al yo compartir mi experiencia, te molestaste el doble..

- Es ridículo que nos pongamos sentimentales por algo así ¿no? – hiciste una pausa mirándome – Porque eso significaría que no hemos olvidado ni tenemos intenciones de hacerlo.. – gire los ojos y decidí no volver a mirarte.

Estaba enojada por tus palabras, ¿Es que acaso no tienes sentimientos? Yo pienso que está bien no olvidar a las personas que te hicieron feliz en su momento, porque precisamente por ello, te vuelves fuerte y evitas cometer los errores que tuviste con otras personas.

Cosa que a la fecha me ha servido mucho, si tengo que recalcar..

¿Cómo podías decir eso? ¿Tanto te habían lastimado que deseabas olvidar? Pues sí, seguramente era eso, y después de todo lo que había sucedido, yo me moleste contigo y decidí no hablarte de nuevo por ser tan tosco y bruto..





Motivada por el recuerdo caminé a mi habitación decidida a reducir el número de cartas, si, te quería mucho, pero había muchos recuerdos que realmente me mostraban que hiciera lo que hiciera tu mal humor, tu descaro y tu forma de ser siempre habían estado latentes y yo había decidido omitir ese detalle.

Así que empecé a leer y escribir lo que resumía de mis propias cartas, tirándolas después al bote de la basura.

Dudaba si quemarlas o dejarlas solo en el bote de la basura.

- No seas tonta, dáselas, tiene que saberlo - Gritaba mi cabeza

- Él no debe saberlo - Me decía mi corazón, con una voz asustada, suave que terminó por convencerme, haciendo que hiciera lo que me dictaba paso a paso.

- Porque tienes que ser tan malditamente cursi Viana - me regañé mientras recogía que cartas que había decidido quemar y con un buen montón salí al porche, las arrojé al bote de basura y prendí fuego, obedeciendo paso a paso a mi corazón.

Una vez en el fuego, di unos pasos hacia atrás y cerré los ojos mientras me abrazaba a mi misma con ambos brazos y recordé cuando llegamos a la jardinera y compartíamos miradas que eran más que fuego, donde al quedarnos solos tu beso me había dejado sin palabras, sin aliento.

Me lleve las manos a la cara, sacándome a mi misma de aquella ensoñación y al mismo tiempo sonó mi teléfono anunciándome otra llamada tuya, no conteste.

Apague el fuego y me quedé en el porche mirando hacia adentro. Insististe en la llamada y contesté

- ¿Que Ethan? - pregunté exasperada

- Queria saber que estabas bien

- Si, lo estoy, siempre lo estoy - me pase una mano por el cabello tratando de reducir mi frustración

Trataste de convencerme como siempre, y aunque mi corazón siguiera amándote, yo ya había decidido alejarte de mi lado

- Te amo - me robaste la respiración por un instante, provocándome escalofríos por toda mi columna vertebral. - Quiero verte, Vi.

Sonreí en silencio.. >>Yo también<< pensé



"Querido Ethan:

Te voy a extrañar; voy a extrañar tus ojos, tu voz, tu sonrisa y moriré un poquito cada da por tu ausencia, por la falta que empieza a formarse en mí.

Y te culpo ¿sabes? te culpo, porque de no haberte visto nunca, hoy no estaría tan malditamente enamorada de ti.

Quisiera odiarte.

Dejar ir a alguien, requiere de mucho coraje, porque con ese adiós se va una parte de ti que nunca vuelve. Así que te digo adiós sin despedirme, y está escrito que la verdad duele, pero duele más saber que te voy a extrañar, porque cambiaste mi vida de manera drástica, un día estabas, y al otro ya todo era diferente."

Cartas Que No DiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora