Observo a mi linda esposa recostada en la cama, ambos estamos devastados, tristes y cansados, pero la que sufre más todo esto es ella, yo también, claro, pero tengo que ser fuerte por ella.
Me voltea a ver, tiene los ojos rojos e inchados de tanto llorar, me acerco a ella y acaricio su cabello, beso sus labios que han pasado de un color carmesí a uno sin vida, todo su rostro se ve pálido y siendo sincero mi físico está igual de mal.
-Cariño —digo sonriendo— levántate, por favor.
—terminando de decir esto ella comienza a llorar— no quiero hacerlo —se lleva las manos al rostro secándose las lágrimas.Se gira dándome la espalda.
-Perdoname Oliver, pero no puedo...
-Cariño —la interrumpo— tienes que ser fuerte, te traeré el desayuno a la cama, ¿qué te parece?.
-Sabes que se todas formas no comeré, desayuna tú, yo no quiero, solo quiero dormir, dejame —dice casi suplicandome.
-Te amo —digo suspirando— no lo olvides, ¿si?.Salgo de la habitación y entrecierro la puerta, comienzo a escuchar como Meike comienza a llorar, me llevo las manos al rostro y siento como las lágrimas salen de mis ojos, me recargo en la pared y comienzo a dejarme caer lentamente hasta que termino sentado sobre el suelo.
Los recuerdos vienen a mi mente, al igual que las emociones, pensar que hace unos días todo era tan feliz, más felices no podíamos ser, o tal vez si, y es por eso que estábamos tan felices, pues sabíamos que la felicidad que teníamos en ese momento seria aún más grande en cuestión de días, pero no fué así, nuestro mundo se vino abajo, en cuestión de horas.
Ni siquiera se que hacer, como ayudarla, quiero hacer lo mismo que hace mi querida Mei tirarme en la cama y dormir, pero tengo que ser fuerte por ella, es la que más está sufriendo esta situación, y odio verla así.
Escuho el timbre, indicándome que alguien ha venido a vernos, Tony también se encarga de avisarme corriendo por todas partes, camino por el pasillo, luego por la sala y llego hasta la puerta, al abrirla me encuentro a Richard, Tony salta sobre él moviendo la cola feliz de verlo.
-Hey, Tony —acaricia su cabeza haciéndolo a un lado, este va.
-Hola —saluda cabizbajo.
-Pasa —digo cediendole el paso.
-¿Y Mei? —pregunta mirando a los lados.
-En la recamara —cierro la puerta— ¿ya desayunaste?, yo apenas haré el desayuno.Caminamos a la cocina y él se sienta cerca del comedor.
-No, aun no, Oliver, ya es medio día, tú y Mei ya debieron haber desayunado.
-Lo sé Richard, pero tú sabes, con todo lo que ha pasado, sólo queremos dormir —digo poniendo la cafetera.
-Lo sé, es por eso que vine, a ver como está todo por aquí.
-Igual que hace cinco días, ¿por qué tendrían que haber cambiado las cosas?.
-Mira Oliver, se por lo que están pasando, pero, como tu amigo y como tu hermano te diré que si ustedes continúan así esto solo empeorará, se que es difícil, pero —suspira— intentenlo al menos.
-Gracias Richard, es solo que —hago una pausa— Meike está devastada, el día en que sucedió eso se puso mal, muy mal.
-Habla con ella, hazlo, pide ayuda con un profesional.
-No querrá, sabes que ella lo haría si fuera otro problema, pero ahora, no quiere ni levantarse de la cama, ya no se que hacer para animarla, pero la entiendo, no ha pasado ni una semana, tal vez solo necesita tiempo.
-Pues eso espero amigo, hablé con los chicos y vendrán más tarde a verlos.
-Gracias —hago una mueca— pero no creo que sea buena idea.
-Oliver, ellos quieren verlos, quieren venir y saludarlos, vamos, no les hará mal, ver a sus mejores amigos, ¿o si?.
—sonrió levemente, mientras tomo dos tazas y sirvo el café— supongo.Nos quedamos en un silencio largo, me acerco a él y le doy el café, me siento a un lado de él y observo mi café.
-De verdad lamento esto Oliver, no sabes cuanto lo siento, se que todo iba bien, y se que no podía ir mejor, pero Oliver así es la vida.
—lo miro y siento mis ojos cristalizarse— para ti es fácil decir eso, no sabes el infierno que comenzó en esta casa.
-Amigo, lo siento, se que yo no estoy pasando por eso, y nunca he vivido algo así y siendo sincero nunca me gustaría vivir algo así.
-Richard, ya no sigas, ¿quieres?, no es momento de que digas esas cosas.
-Está bien —sujeta su taza y bebe el café— ¿puedo ir? —lo observo confundido— a su recamara, quiero verla.
-Claro.
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𝙏𝙀 𝘼𝙈𝘼𝙍𝙀 𝙀𝙉 𝙇𝘼 𝙑𝙄𝘿𝘼 𝙔 𝙀𝙉 𝙇𝘼 𝙈𝙐𝙀𝙍𝙏𝙀
Romance❝Te amaré en esta vida y después de la muerte pues no hay otra persona en el mundo como tú, eres mi vida y mi mundo y si tú caes entonces yo caeré contigo.❞ ¿Que pasa cuando ves sufrir al amor de tu vida?. La sensación de tristeza que embarga el co...