...él se había ido.

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"Que buen día..." Dije para mis adentros mientras nos preparábamos para saltar a la arena. "Hmm... Creo que no voy a esperar más, quiero hacerlo hoy." Dije de nuevo para mí misma poniéndome la capucha cuando le vi hablando con...una chica vestida de morado. No me acuerdo de su nombre, soy demasiado nueva todavía.

Saltamos y empezamos a jugar, en mi grupo había una chica negra con el pelo rosa, y un chico...¿o era una chica? Sólo sé que llevaba un cuervo. (¿¡De verdad puedes traer un cuervo a los juegos!?)

Bueno, de todas formas corrí a buscar alguna pistola y demás cosas para la batalla. No pensé en ninguna de las armas que cogía, no me importaban, tan sólo tenía que encontrarle a él.

Acabamos con algún que otro grupo, uno o dos, y finalmente en el tercero le vi. Estaba cogiendo cosas de una azotea, así que le dije a mi grupo de quién me iba a encargar, y ellos no tuvieron ningún problema.

Me transformé en un monstruo del tamaño de tres jugadores. Esa era mi habilidad definitiva, pero solo por un jodido minuto.

Mientras mis compañeros se encargaban de los otros dos jugadores, yo salté a la azotea de aquel edificio de dos pisos, tirando a Octane al suelo. Tenía los brazos y las piernas apoyados a los lados de su cuerpo, ya que si hubiera dejado caer todo mi peso le hubiera aplastado.

Él me apuntó con una de las dos armas que tenía en las manos, pero rápidamente le hice tirarlas lejos cuando puse mis patas sobre sus brazos. Él dió un vistazo rápido a sus armas, ahora fuera de su alcance, para después fijar la mirada en mí. Abrí las fauces enseñándole mis largos y afilados dientes, no solo los colmillos que sobresalían de mi boca.

Sorprendentemente, el chico que no le temía a nada, la estrella que "no conocía el miedo", comenzó a temblar bajo mi cuerpo de monstruo. Él no tenía ni idea quién era yo, creo que no se preocupó siquiera de mirar las estadísticas del nuevo jugador.

Cuando iba a empezar a divertirme mis compañeros me gritaron que iban a perseguir al que se había escapado. Me dijeron que acabara con este y fuera detrás de ellos, yo asentí devolviendo mis ojos negros y profundos hacia mi asustada presa.

Cuando el juego acaba la compañía (Apex) nos revive, o nos cura las heridas. ¿Cómo? Nadie lo sabe. Pero lo malo es que puedes sentir todo el dolor, e incluso la muerte, si mueres obviamente mientras estás en el juego.

Sin perder el tiempo le agarré con los dientes de la ropa del pecho, mientras él trataba en vano de volver a coger una de sus armas. Le senté contra la barandilla de la azotea poniéndome sobre él.

Me reí de alguna manera extraña cuando él me dijo; "porfavor, se rápido...".
Supongo que oyó sobre como suelo acabar con el resto de las leyendas.
Acerqué el hocico a su cuello, oliendo aquél olor tan particular que me excitaba tanto, haciéndole estremecerse a causa de mi cálido aliento.

Lamí su cuello antes de empezar a disfrutarlo de verdad. Le hice temblar a medida que bajaba el hocico por la parte desnuda de su torso, y cuando me dispuse a desabrochar su cinturón con mis dientes él empezó a intentar detenerme. Desafortunadamente para él, yo era mucho más fuerte, así que no pudo hacer nada cuando puse las patas de nuevo sobre sus brazos, y seguí soltando su cinturón.

"¿¡Qué cojones estás haciendo!? ¡P-para!" "¡Qué te pasa, hijo de-!" Dijo retorciéndose antes de que le cortara con un sonoro gruñido que él entendió perfectamente cerrando la boca.

Seguí, pero no tenía tiempo así que en un descuido por la prisa le rompí los boxers y los pantalones. No sé si era por el miedo, pero estaba bastante duro, por lo que hizo mi trabajo más fácil.

Comenzó a tratar de soltarse fuertemente cuando acerqué la boca a su polla. Creo que pensaba que se la iba a comer... Bueno si, iba a hacerlo, pero en otro sentido.

Empezé a chupársela gentilmente excitándome aún más cuando sus gemidos se volvieron más fuertes, incluso aunque él tratara de reprimirlos. Creo que esto fue más difícil que una pelea normal, porque tenía que mantener mis afilados dientes y garras lejos de su piel a pesar de lo mucho que quería tenerle.

Cuando le faltaba poco para venirse mi tiempo estaba a punto de agotarse, así que antes de transformarme le eché el aliento en la cara, nublándole las gafas. Volví a ser humana, y le subí la máscara que le cubría la boca, ahora tapándole las gafas, luego le dije muy seriamente al oído; "Si me miras te saco los ojos".

Me quedé mirándole un momento antes de quitarme mi propia máscara para besar sus labios, y de repente mis mejillas empezaron a arder. ¿Por qué ahora? No lo sé, pero no le di importancia.

Agarre un poco más fuerte su polla y él se estremeció cuando finalmente se vino, traté de comérmelo todo, pero no estaba acostumbrada a hacerlo, así que tuve que escupir un poco al suelo.

Creo que le gustó oírme tragarlo, porque se le puso dura de inmediato a pesar de que todavía seguía jadeando. "Woah" Susurré, "Es rápido hasta para esto..." Pensé fijando mi mirada en su entrepierna "...duro como una piedra".

En ese puto instante oí algunas voces cerca, y eché un vistazo para ver algunas personas allí abajo.
"¡Porfavor, déjame irme!" dijo muy nervioso, incluso más que antes. Comencé a lamerlo nuevamente, ignorándole, pero él me rogó de nuevo; "P-porfavor, po-porfavor déjame!" y era demasiado tierno suplicándome.

Suspiré y llamé por un walkie a uno de mis compañeros diciéndole que disparara un par de veces, para que los enemigos me dejaran en paz y fueran donde ellos. Poco a poco se fueron y yo sonreí. Esta vez lo besé salvajemente mientras me sentaba en su nueva erección, moviendo mis caderas hacia adelante y hacia atrás, puse sus manos en mi cintura para poder ayudarlo ahí abajo con mis manos también.

Cuando estaba distraída, él trató de quitarse la máscara de las gafas, pero agarré sus brazos lo más rápido que pude contra la barandilla haciendo un fuerte sonido metálico. Él era más fuerte que yo en ese momento, pero estoy segura de que creyó que mi fuerza todavía era la misma que cuando era un monstruo.

"Te he dicho QUE NO TE MUEVAS" me quedé mirando a sus ojos tapados.

"Solo déjame irme, maldita sea, ya has hecho todo lo que querías conmigo, ahora suéltame joder"

"...Todavía no..." No había terminado con él ni mucho menos, bajé hacia su cuello para dejar una marca de propiedad. Pero justo en el momento en el que levanté la cabeza vi el anillo, estaba muy cerca, menos de 300 metros y se estaba cerrando muy rápido, así que gruñí; "Bien, te puedes ir, pero primero quiero un beso, un buen beso"

"Joder...vale" Estoy segura de que si supiera mi edad, nunca me hubiera besado.

Puse sus manos en mis mejillas y él me acercó a sus labios, dándome el mejor beso de toda mi vida. Estaba un poco sorprendida y quise decirle cuanto le quería, pero el anillo estaba casi aquí, así que me puse la máscara y le dejé mi capa sobre su regazo, ya que sus pantalones estaban rotos.

Habían pasado más de cinco minutos así que ya podía volver a transformarme, pero antes de volver a hacerlo tuve que susurrarle con la cara ardiendo.

"Lo siento, no me resistí más..." "Por cierto, súbete a mi espalda, el anillo está casi aquí" le dije poco antes de volverme un monstruo.

Le gruñí para que subiese, pero cuando me giré para ver por qué todavía no sentía su peso...

...él ya se había ido.













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Bien, bien, bien, no voy a hacer una segunda parte para que nadie la lea. Así que si quieres leer más capítulos, yo a cambio quiero mínimo un voto.
De todos modos, no creo que sea tan difícil si te ha gustado. Y si no te ha gustado... querrás salir de aquí, ¿verdad? Entonces vamos, ¡piérdete!

Bestia|Beast (Octane x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora